EL ETERNO OBJETIVO
No mentía el consejero delegado del Real Betis Balompié cuando indicaba que el objetivo que tenía el equipo era el mismo que se marcó desde que se instauró como máximo responsable de los designios verdiblancos, es decir, la permanencia en primera división.
Se le olvida a este consejero que la principal finalidad de un club de fútbol es la competitividad, ya sea en cada partido, en cada competición o en cada temporada.
Cuesta creer, por tanto, que desde el tan proclamado 1992 hasta el presente ejercicio liguero, 2008, el Betis haya sido el único club de fútbol que no haya mudado dichos objetivos.
Realmente a Manuel Ruiz de Lopera nunca le ha interesado el Real Betis Balompié, sino la Sociedad Anónima en la que éste se convirtió en su año favorito. Así lo demuestra la ausencia total de un o unos proyectos deportivos: al ser el objetivo prioritario la permanencia, todo lo conseguido una vez lograda ésta será un regalo. El tercer y cuarto puesto, más el título conseguido por Serra Ferrer o las diversas clasificaciones europeas obedecen más al buen trabajo de estos entrenadores (Serra, Juande, etc) que a unas directrices marcadas desde la Directiva.
Fiel reflejo de esta desidia es el estado actual de la ciudad deportiva. El señor León, a la sazón Presidente de esta entidad, anunciaba la temporada pasada la colocación de unos focos en los campos de entrenamiento. Era 2007 y esta medida era anunciada como todo un logro, lo que demuestra el abandono de dichas instalaciones y evidencia el grado de aptitud de estos responsables.
La Secretaría Técnica merece un artículo, o varios, para ella sola. Sólo apuntar que desde que se fue Robert Jarni, ningún fichaje para ese puesto ha dado los resultados esperados: Denilson, Ismael, Israel, Fernando Niño, Tardelli,… Caffa y Mark Gonzáles, los últimos en llegar a este puesto, empiezan a confirmar que no llegarán al nivel de la zurda de oro croata.
En un club cuya gestión funciona de forma tan personalista, es justo dirigir las miras al único responsable de esta situación. Como ya dijimos, al máximo accionista nunca le ha interesado la competición deportiva. Al asegurarse la permanencia, se asegura que el club tenga unos ingresos fijos en conceptos de contratos televisivos, de imagen, de número de asociados, etc, que generan unos beneficios económicos muy importantes y cuya dudosa gestión a cargo de diferentes empresas asociadas a él (Farusa, Incecosa, Encadesa, etc) sí que le merecen todo su esfuerzo y dedicación. Ese sí que es su objetivo prioritario.
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Artículo cortesía de PORLABANDA.COM
No mentía el consejero delegado del Real Betis Balompié cuando indicaba que el objetivo que tenía el equipo era el mismo que se marcó desde que se instauró como máximo responsable de los designios verdiblancos, es decir, la permanencia en primera división.
Se le olvida a este consejero que la principal finalidad de un club de fútbol es la competitividad, ya sea en cada partido, en cada competición o en cada temporada.
Cuesta creer, por tanto, que desde el tan proclamado 1992 hasta el presente ejercicio liguero, 2008, el Betis haya sido el único club de fútbol que no haya mudado dichos objetivos.
Realmente a Manuel Ruiz de Lopera nunca le ha interesado el Real Betis Balompié, sino la Sociedad Anónima en la que éste se convirtió en su año favorito. Así lo demuestra la ausencia total de un o unos proyectos deportivos: al ser el objetivo prioritario la permanencia, todo lo conseguido una vez lograda ésta será un regalo. El tercer y cuarto puesto, más el título conseguido por Serra Ferrer o las diversas clasificaciones europeas obedecen más al buen trabajo de estos entrenadores (Serra, Juande, etc) que a unas directrices marcadas desde la Directiva.
Fiel reflejo de esta desidia es el estado actual de la ciudad deportiva. El señor León, a la sazón Presidente de esta entidad, anunciaba la temporada pasada la colocación de unos focos en los campos de entrenamiento. Era 2007 y esta medida era anunciada como todo un logro, lo que demuestra el abandono de dichas instalaciones y evidencia el grado de aptitud de estos responsables.
La Secretaría Técnica merece un artículo, o varios, para ella sola. Sólo apuntar que desde que se fue Robert Jarni, ningún fichaje para ese puesto ha dado los resultados esperados: Denilson, Ismael, Israel, Fernando Niño, Tardelli,… Caffa y Mark Gonzáles, los últimos en llegar a este puesto, empiezan a confirmar que no llegarán al nivel de la zurda de oro croata.
En un club cuya gestión funciona de forma tan personalista, es justo dirigir las miras al único responsable de esta situación. Como ya dijimos, al máximo accionista nunca le ha interesado la competición deportiva. Al asegurarse la permanencia, se asegura que el club tenga unos ingresos fijos en conceptos de contratos televisivos, de imagen, de número de asociados, etc, que generan unos beneficios económicos muy importantes y cuya dudosa gestión a cargo de diferentes empresas asociadas a él (Farusa, Incecosa, Encadesa, etc) sí que le merecen todo su esfuerzo y dedicación. Ese sí que es su objetivo prioritario.
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Artículo cortesía de PORLABANDA.COM
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