Recuerdo cuando empecé en este foro informando a los béticos de como funcionaba el Betis y sus dirigentes. Y leyendo las declaraciones de Joaquín a MARCA-Valencia me ha recordado uno de mis numerosos post. Creo que es interesante volverlo a subir. Este artículo fué publicado el 18 de noviembre de 2006 por "El Mundo" llamado la Antología del desorden y que aparecía junto a otro artículo llamado El Cortijo de Lopera.
Pienso que merece la pena releerlo, ya que han pasado muchos tiempos, y ya existen mas personas critícas que cuando empecé en el 2006.
Antología del desorden
LOS JUGADORES, TÉCNICOS Y PERIODISTAS PADECEN LA CARENCIA DE INFRAESTRUCTURAS DE LA ENTIDAD VERDIBLANCA.
Antonio Félix (gran bético).
SEVILLA.- Los jugadores de la primera plantilla del Betis miran con envidia a la mayoría de compañeros de Primera. Ellos sufren las consecuencias de un club presidencialista y con estructuras ancladas en el pasado. Ellos mismos tuvieron que costearse una estufa para afrontar los crudos inviernos en el vestuario de la ciudad deportiva. En los viajes por Europa se reducen gastos de viaje y no se desplaza a nadie con conocimientos de inglés...
Una estufa a escote.
El pasado invierno, los jugadores se hartaron de pedir al entonces entrenador Lorenzo Serra Ferrer que gestionara la compra de un par de calentadores para el vestuario de la ciudad deportiva. Al final, Joaquín lideró una colecta entre los futbolistas para comprar los radiadores.
Los coches embarrados.
Las deficiencias de la ciudad deportiva motivan diversos puntos de fricción. Otro de los requerimientos de los jugadores es que se asfaltara la entrada del recinto, muy embarrada cuando llovía y que enfangaba sus lustrosos coches. Ahora aparcan sus vehículos fuera.
El técnico de 'El Corte Inglés'
. Esta narración pertenece a un ex entrenador del Betis. «Lo malo de la investigación de Hacienda es que mucha otra gente puede salir escaldada, porque aquí se cobra de muchas maneras. Por ejemplo, en vales de El Corte Inglés. Después de que me despidieran, yo me pasé dos años viniendo a Sevilla, porque tenía que gastar el paquetón de cheques que tenía».
El vestuario de Beckham.
En la ciudad deportiva, donde se ejercitan decenas de equipos filiales, sólo hay un vestuario, reservado en exclusiva para el primer equipo. Los chavales, pues, tienen que ir a ducharse al estadio, donde utilizan el vestuario visitante. Ante tanta matraca, el lugar donde se cambian Beckham y Ronaldinho no es precisamente un vergel.
Familiares castigados.
La endogamia funciona en el articulado del Betis. Lopera tiene a sobrinos y cuñados en el consejo de administración, en el gabinete de prensa y hasta en el cuidado de los campos. Ninguno, en cualquier caso, parece que lo tenga especialmente fácil por el parentesco. De hecho, el jefe de prensa no viaja con el equipo y no es raro ver a algún familiar empleado molesto porque se le ha suspendido de sueldo por error.
Viajes locos.
Ahorrarse el pasaje del jefe de prensa en los desplazamientos tiene algunos inconvenientes. Más, si cabe, en los viajes en la Champions. En Bruselas, por ejemplo, los responsables de la UEFA y del Anderlecht alucinaban al comprobar que era imposible contactar con la delegación verdiblanca, que había sufrido un retraso en su avión y en la que no había nadie que hablara inglés.
Periodistas indignados.
Podría decirse que el Betis considera a los periodistas enemigos. Sólo ver el paso por el que los hace acceder al estadio ya sería suficiente argumento. En Sevilla, quien más y quien menos se ha acostumbrado a convivir con esta situación. Pero a otros periodistas europeos les parecía indigno.
Joaquín, en Albacete con notario.
«De aquí nadie se va contento», coinciden los ya ex jugadores. Negociar el finiquito con Lopera es una tortura china. No plegarse a sus condiciones implica sufrir episodios como el que le tocó el pasado verano a Joaquín, a quien Lopera mandó cedido al Albacete por discrepancias en el finiquito para dejarle fichar por el Valencia. Un notario dio fe de la presencia de Joaquín en el club manchego.
Las nuevas oficinas en Jabugo.
Un ejemplo de la sospechosa confluencia de los intereses urbanísticos del Betis y Lopera son las nuevas oficinas del club, levantadas fuera del estadio para cuando se acometa su remodelación. ¿Dónde se construyeron? Pues dentro del complejo de oficinas que tiene el presidente en la calle de Jabugo. De eso ya ha pasado más de un año, sin que conste que alguien del Betis trabaje allí.
(P.D., un ejemplo de claro de como son nuestras infraestructuras).
Pienso que merece la pena releerlo, ya que han pasado muchos tiempos, y ya existen mas personas critícas que cuando empecé en el 2006.
Antología del desorden
LOS JUGADORES, TÉCNICOS Y PERIODISTAS PADECEN LA CARENCIA DE INFRAESTRUCTURAS DE LA ENTIDAD VERDIBLANCA.
Antonio Félix (gran bético).
SEVILLA.- Los jugadores de la primera plantilla del Betis miran con envidia a la mayoría de compañeros de Primera. Ellos sufren las consecuencias de un club presidencialista y con estructuras ancladas en el pasado. Ellos mismos tuvieron que costearse una estufa para afrontar los crudos inviernos en el vestuario de la ciudad deportiva. En los viajes por Europa se reducen gastos de viaje y no se desplaza a nadie con conocimientos de inglés...
Una estufa a escote.
El pasado invierno, los jugadores se hartaron de pedir al entonces entrenador Lorenzo Serra Ferrer que gestionara la compra de un par de calentadores para el vestuario de la ciudad deportiva. Al final, Joaquín lideró una colecta entre los futbolistas para comprar los radiadores.
Los coches embarrados.
Las deficiencias de la ciudad deportiva motivan diversos puntos de fricción. Otro de los requerimientos de los jugadores es que se asfaltara la entrada del recinto, muy embarrada cuando llovía y que enfangaba sus lustrosos coches. Ahora aparcan sus vehículos fuera.
El técnico de 'El Corte Inglés'
. Esta narración pertenece a un ex entrenador del Betis. «Lo malo de la investigación de Hacienda es que mucha otra gente puede salir escaldada, porque aquí se cobra de muchas maneras. Por ejemplo, en vales de El Corte Inglés. Después de que me despidieran, yo me pasé dos años viniendo a Sevilla, porque tenía que gastar el paquetón de cheques que tenía».
El vestuario de Beckham.
En la ciudad deportiva, donde se ejercitan decenas de equipos filiales, sólo hay un vestuario, reservado en exclusiva para el primer equipo. Los chavales, pues, tienen que ir a ducharse al estadio, donde utilizan el vestuario visitante. Ante tanta matraca, el lugar donde se cambian Beckham y Ronaldinho no es precisamente un vergel.
Familiares castigados.
La endogamia funciona en el articulado del Betis. Lopera tiene a sobrinos y cuñados en el consejo de administración, en el gabinete de prensa y hasta en el cuidado de los campos. Ninguno, en cualquier caso, parece que lo tenga especialmente fácil por el parentesco. De hecho, el jefe de prensa no viaja con el equipo y no es raro ver a algún familiar empleado molesto porque se le ha suspendido de sueldo por error.
Viajes locos.
Ahorrarse el pasaje del jefe de prensa en los desplazamientos tiene algunos inconvenientes. Más, si cabe, en los viajes en la Champions. En Bruselas, por ejemplo, los responsables de la UEFA y del Anderlecht alucinaban al comprobar que era imposible contactar con la delegación verdiblanca, que había sufrido un retraso en su avión y en la que no había nadie que hablara inglés.
Periodistas indignados.
Podría decirse que el Betis considera a los periodistas enemigos. Sólo ver el paso por el que los hace acceder al estadio ya sería suficiente argumento. En Sevilla, quien más y quien menos se ha acostumbrado a convivir con esta situación. Pero a otros periodistas europeos les parecía indigno.
Joaquín, en Albacete con notario.
«De aquí nadie se va contento», coinciden los ya ex jugadores. Negociar el finiquito con Lopera es una tortura china. No plegarse a sus condiciones implica sufrir episodios como el que le tocó el pasado verano a Joaquín, a quien Lopera mandó cedido al Albacete por discrepancias en el finiquito para dejarle fichar por el Valencia. Un notario dio fe de la presencia de Joaquín en el club manchego.
Las nuevas oficinas en Jabugo.
Un ejemplo de la sospechosa confluencia de los intereses urbanísticos del Betis y Lopera son las nuevas oficinas del club, levantadas fuera del estadio para cuando se acometa su remodelación. ¿Dónde se construyeron? Pues dentro del complejo de oficinas que tiene el presidente en la calle de Jabugo. De eso ya ha pasado más de un año, sin que conste que alguien del Betis trabaje allí.
(P.D., un ejemplo de claro de como son nuestras infraestructuras).
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