BÉTICO, NO OBSTANTE CULTO...(sic)
Este lamentable comentario lo escribía el otro día un periodista del ABC llamado José Félix Machuca en ese periódico; este Machuca no pertenece a la redacción de Deportes del periódico, pero sí parece “sevillista hasta el hartazgo” dada su reiterada irrespetuosidad con el Betis, con la mayoría de la población de Sevilla y provincia que, aunque le pese, es bética, y, sobre todo, con los béticos pero, no obstante lectores, del ABC de Sevilla.
Con ese despectivo comentario quería ofendernos a los béticos cuando en la presentación de un entrevistado lo calificaba así: “Bético, no obstante culto...”. En el sumun de su antibeticismo más vergonzante confunde, cual inculto que él si que lo parece, a los señores que actualmente dirigen a la sociedad anónima deportiva llamada Real Betis Balompié, S.A.D., con el arquetipo del bético.
Estos sevillistas, henchidos del llamado espíritu “Puerta”, muestran cien años después el mismo problema que desde su origen: Su clasismo, y su gusto por la descalificación de algo que, para su desgracia, no entienden: La tremenda grandeza del Real Betis Balompié, y de nacer con la dicha de ser bético.
Si para nuestra pena, hoy nos representa como máximo dirigente una persona que presume de no haber leído un libro en su vida, o que destroza el castellano cada vez que abre la boca, o que encarga poemas de amor a su husky siberiano, o pasodobles de doloroso recuerdo en música y letra, ya quisieran otros equipos tener parte de las simpatías que ha concitado y concita el Betis durante toda su historia, entre los personajes de la cultura y de las artes de este país, y el orgullo de una afición centenaria y, al menos, tan culta como la de la otra acera.
Para ello debería este periodista inculto repasarse un boletín publicado no hace muchos días por su mismo diario, el ABC. En él se hacia recuerdo del acto celebrado hace 80 años en el Ateneo de Sevilla, homenaje a Góngora, y que todos los historiadores reconocen como el aldabonazo de salida del movimiento literario más importante del siglo XX de España: La generación del 27. ¿Quién financió y promovió aquel acto? Un señor llamado D. Ignacio Sánchez Mejías, torero, intelectual, y bético por la gracia de Dios, que años después sería Presidente del Betis Balompié. Amigo de todos aquellos poetas, Cernuda, Aleixandre, Guillén, y de un García Lorca, que le escribió uno de los más grandes poemas de la historia, a la muerte de Ignacio en una plaza de toros. ¿Cómo 80 años después hemos llegado a lo de hoy? Como dijo Belmonte: Degenerando; pero todos los béticos sabemos que lo de ahora será solo, en breve tiempo, una mancha en nuestra historia.
Sirva lo de Sánchez Mejías como pequeño botón de muestra de lo que son los béticos y el Real Betis, que somos mucho más que un sentimiento, que un escudo, que una bandera. El genial y bético Manolo Summers inmortalizaba en uno de sus dibujos humorísticos creado en puro tiempo del franquismo, un dibujo que constituye hoy otro símbolo de nuestra historia y de nuestra idiosincrasia, a un grupo de manifestantes que aparecían corriendo delante de un grupo de policías que los dispersaba, mientras uno de los manifestantes, impotente, solo atinaba a gritar, cual símbolo de libertad, un estruendoso “Viva el Betis manque pierda”.
¿Inculto el bético Machuca?, inculto tú que ejerces la profesión de periodista envuelto en banderas demostrando lo poco profesional que se es, descalificando a un grupo numeroso de conciudadanos, más cuando en este caso lo hace rebasando la más mínima ética profesional con tal afirmación sujetiva.
Se recomienda el envío de cartas al director y a la dirección de correo electrónico del Abc de Sevilla dando las quejas de este señor en un tono respetuoso, propio de la clase y señorío de los béticos, cultos o al menos más educados que este Machuca.
Este lamentable comentario lo escribía el otro día un periodista del ABC llamado José Félix Machuca en ese periódico; este Machuca no pertenece a la redacción de Deportes del periódico, pero sí parece “sevillista hasta el hartazgo” dada su reiterada irrespetuosidad con el Betis, con la mayoría de la población de Sevilla y provincia que, aunque le pese, es bética, y, sobre todo, con los béticos pero, no obstante lectores, del ABC de Sevilla.
Con ese despectivo comentario quería ofendernos a los béticos cuando en la presentación de un entrevistado lo calificaba así: “Bético, no obstante culto...”. En el sumun de su antibeticismo más vergonzante confunde, cual inculto que él si que lo parece, a los señores que actualmente dirigen a la sociedad anónima deportiva llamada Real Betis Balompié, S.A.D., con el arquetipo del bético.
Estos sevillistas, henchidos del llamado espíritu “Puerta”, muestran cien años después el mismo problema que desde su origen: Su clasismo, y su gusto por la descalificación de algo que, para su desgracia, no entienden: La tremenda grandeza del Real Betis Balompié, y de nacer con la dicha de ser bético.
Si para nuestra pena, hoy nos representa como máximo dirigente una persona que presume de no haber leído un libro en su vida, o que destroza el castellano cada vez que abre la boca, o que encarga poemas de amor a su husky siberiano, o pasodobles de doloroso recuerdo en música y letra, ya quisieran otros equipos tener parte de las simpatías que ha concitado y concita el Betis durante toda su historia, entre los personajes de la cultura y de las artes de este país, y el orgullo de una afición centenaria y, al menos, tan culta como la de la otra acera.
Para ello debería este periodista inculto repasarse un boletín publicado no hace muchos días por su mismo diario, el ABC. En él se hacia recuerdo del acto celebrado hace 80 años en el Ateneo de Sevilla, homenaje a Góngora, y que todos los historiadores reconocen como el aldabonazo de salida del movimiento literario más importante del siglo XX de España: La generación del 27. ¿Quién financió y promovió aquel acto? Un señor llamado D. Ignacio Sánchez Mejías, torero, intelectual, y bético por la gracia de Dios, que años después sería Presidente del Betis Balompié. Amigo de todos aquellos poetas, Cernuda, Aleixandre, Guillén, y de un García Lorca, que le escribió uno de los más grandes poemas de la historia, a la muerte de Ignacio en una plaza de toros. ¿Cómo 80 años después hemos llegado a lo de hoy? Como dijo Belmonte: Degenerando; pero todos los béticos sabemos que lo de ahora será solo, en breve tiempo, una mancha en nuestra historia.
Sirva lo de Sánchez Mejías como pequeño botón de muestra de lo que son los béticos y el Real Betis, que somos mucho más que un sentimiento, que un escudo, que una bandera. El genial y bético Manolo Summers inmortalizaba en uno de sus dibujos humorísticos creado en puro tiempo del franquismo, un dibujo que constituye hoy otro símbolo de nuestra historia y de nuestra idiosincrasia, a un grupo de manifestantes que aparecían corriendo delante de un grupo de policías que los dispersaba, mientras uno de los manifestantes, impotente, solo atinaba a gritar, cual símbolo de libertad, un estruendoso “Viva el Betis manque pierda”.
¿Inculto el bético Machuca?, inculto tú que ejerces la profesión de periodista envuelto en banderas demostrando lo poco profesional que se es, descalificando a un grupo numeroso de conciudadanos, más cuando en este caso lo hace rebasando la más mínima ética profesional con tal afirmación sujetiva.
Se recomienda el envío de cartas al director y a la dirección de correo electrónico del Abc de Sevilla dando las quejas de este señor en un tono respetuoso, propio de la clase y señorío de los béticos, cultos o al menos más educados que este Machuca.
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