Pues que quereis que os diga, bético me parió mi mare y bético me voy pal Cuarto Anillo.
Y dispuesto estoy a pasar las vergüenzas que pasaron mis antecesores y dispuesto estoy a mantener en alto la bandera que heredamos de nuestros abuelos.
Lo que no soporto, lo que me llena de vergüenza hasta límites que no podía yo mismo imaginar, es que llegemos a esta situación por obra y gracia de quien/es pretende/en enarbolar la bandera del beticismo, que se adueñen de un sentimiento tan íntimo, tan universal, tan decente... para el enriquecimiento personal en todos los sentidos.
¿Y pensar que yo fui parte activa de ello? que caí en la trampa...
Gracias a Dios que un buen día abrí los ojos y decidí no ser complice de todo esto.
Comentario