DIGNIDAD
Esa palabra la tengo siempre entre algodones porque es muy fácil abollar su frágil estructura.
DIGNIDAD
Aplicada al Betis es algo que aún contemplo con más cuidado. La dignidad bética me la tomo muy en serio porque abarca a todo el beticismo. Es un compendio de circunstancias, acciones y reacciones que llevan a un punto común bético. No es algo que deba atribuirse a alguien en particular y particularmente todos deberían tenerla como máxima.
Yo no me considero el más digno, pero sí quiero eso para mi Betis. Lejos de los tambores lejanos que anuncian la famosa junta de accionistas quiero recordar a todos, TODOS, eso que se llama DIGNIDAD BÉTICA y que es propia de todos, TODOS.
No quiero caer en la bajeza de creerme más bético que nadie y creer que otros béticos hacen cosas poco dignas. No, pero en estos tiempos en los que nos ha tocado vivir, donde parece que el punto de inflexión del 92 es algo que en la DIGNIDAD BÉTICA han grabado a fuego, estos tiempos son los del año del centenario, 100 años, cuando los que piedra a piedra, decisión a decisión, han llevado un sentimiento increible a las cotas que hoy conocemos los que desde esa DIGNIDAD nos piden que seamos los que sigamos manteniendo vivo al Betis.
Unos abogan por cambios, otros inmovilistas acérrimos, unos con más acciones otros con una o ninguna, unos empeñados en sacar petróleo de aquello que fue y otros mirando el futuro para que siga siendo aquello que fue, unos abogando por una especie de Esparta bética donde suframos a pildorazos para hacernos béticos de solera, otros diciendo que con los mimbres que hay no hay que esperar que se pudran para hacer algo. Pero es muy común en la mayoría algo que me llama la atención y que comparto: hace falta un cambio.
Por supuesto, el cambio tiene distintas formas de verse. Los que no lo quieren no lo ven, ahí no hay nada que hacer, todo está perfecto, no hay fallos, los fallos son de los demás SIEMPRE. El grupo quizá más numeroso es el que mejor málaga que malagón, más vale malo conocido... No es cuestión de prejuzgar, es cuestión de tener más o menos miedo al cambio. El último grupo (por hacer divisiones rápidas) es el que no le tiene miedo a los cambios, el que observa, igual que los otros, que la situación es insostenible y que el modelo está extinto. Son pocos, son muchos?? Pues depende de quien los cuente, el caso es que se trata del grupo más dinámico que se haya podido formar en los últimos años, son comprometidos y quieren aportar y ofrecer cosas al Betis, que no a la persona. Este detalle suele ser muchas veces interpretado como OPOSICIÓN, como antiloperismo, etc. etc. Yo no lo veo así, veo que cualquier iniciativa constructiva es desbaratada de alguna forma. Pero se atreven a formular preguntas, a estudiar al Betis, a ofrecer alternativas, a informar a los béticos. Puede ser que la simpatía y, sobre todo, la antipatía que despiertan sea simplemente producto de su trabajo.
He oido y leido a béticos que por una portada, por una frase, por un artículo demonizan a estos mal llamados OPOSITORES. Opositores a qué? al que manda? Pues si es con el rigor y la seriedad demostrados debería cuando menos tener en cuenta ese trabajo en su conjunto. Yo a la actual gestión no la juzgo ni juzgaría a nadie por una salida de tono. Eso es de estúpidos. La valoro en su conjunto, la valoro por su relación con el más humilde de los socios o abonados, la valoro por el valor de su palabra, la valoro por la gestión en general y, sobre todo, la valoro por el cuidado que tiene de la DIGNIDAD BÉTICA, y vuelvo al principio.
Si algún perteneciente a cualquier bando se molesta es esa mi intención, que se molesten todos, porque todos tenemos que tener en cuenta que no somos NADIE el culo del Betis, y que el Betis no se hace en exclusiva ni en Jabugo ni en el palco, ni en el campo ni en la grada. El Betis se hace día a día, y cualquier bético hace Betis, si lo hace DIGNIFICÁNDOLO.
Hoy espero que el nombre del Betis se dignifique en la junta de accionistas, y que todos los béticos sepan sopesar lo que es el BETIS y lo que son las personas. Los hechos son lo que importa. Y los méritos los concede la afición, y si alguien quiere preguntar o saber no son demonios, no son malos béticos, son gentes que se interesan por su Betis. Si se han unido en torno a una asociación es porque ven que pueden utilizarla de escalera para llevar la voz un poco más alto, no para insultar a nadie, sino para hacer Betis. Tras ellos, 800 asociados, 700 pequeños accionistas que todavía dan más responsabilidad, más compromiso con la DIGNIDAD BÉTICA. No son una banda.
Por tanto, todos somos compromisarios de esa DIGNIDAD, todos estamos sindicados a esa DIGNIDAD, y todos somos responsables. Esta noche, igual que todas las noches que se han visitado peñas para hablar del Betis, los béticos tenemos una cita no con los malos o los buenos resultados, pelotita entre o no. Tenemos una cita con la DIGNIDAD BÉTICA, que es el verdadero legado que nos han dejado y el que tenemos que dejar.
Esa palabra la tengo siempre entre algodones porque es muy fácil abollar su frágil estructura.
DIGNIDAD
Aplicada al Betis es algo que aún contemplo con más cuidado. La dignidad bética me la tomo muy en serio porque abarca a todo el beticismo. Es un compendio de circunstancias, acciones y reacciones que llevan a un punto común bético. No es algo que deba atribuirse a alguien en particular y particularmente todos deberían tenerla como máxima.
Yo no me considero el más digno, pero sí quiero eso para mi Betis. Lejos de los tambores lejanos que anuncian la famosa junta de accionistas quiero recordar a todos, TODOS, eso que se llama DIGNIDAD BÉTICA y que es propia de todos, TODOS.
No quiero caer en la bajeza de creerme más bético que nadie y creer que otros béticos hacen cosas poco dignas. No, pero en estos tiempos en los que nos ha tocado vivir, donde parece que el punto de inflexión del 92 es algo que en la DIGNIDAD BÉTICA han grabado a fuego, estos tiempos son los del año del centenario, 100 años, cuando los que piedra a piedra, decisión a decisión, han llevado un sentimiento increible a las cotas que hoy conocemos los que desde esa DIGNIDAD nos piden que seamos los que sigamos manteniendo vivo al Betis.
Unos abogan por cambios, otros inmovilistas acérrimos, unos con más acciones otros con una o ninguna, unos empeñados en sacar petróleo de aquello que fue y otros mirando el futuro para que siga siendo aquello que fue, unos abogando por una especie de Esparta bética donde suframos a pildorazos para hacernos béticos de solera, otros diciendo que con los mimbres que hay no hay que esperar que se pudran para hacer algo. Pero es muy común en la mayoría algo que me llama la atención y que comparto: hace falta un cambio.
Por supuesto, el cambio tiene distintas formas de verse. Los que no lo quieren no lo ven, ahí no hay nada que hacer, todo está perfecto, no hay fallos, los fallos son de los demás SIEMPRE. El grupo quizá más numeroso es el que mejor málaga que malagón, más vale malo conocido... No es cuestión de prejuzgar, es cuestión de tener más o menos miedo al cambio. El último grupo (por hacer divisiones rápidas) es el que no le tiene miedo a los cambios, el que observa, igual que los otros, que la situación es insostenible y que el modelo está extinto. Son pocos, son muchos?? Pues depende de quien los cuente, el caso es que se trata del grupo más dinámico que se haya podido formar en los últimos años, son comprometidos y quieren aportar y ofrecer cosas al Betis, que no a la persona. Este detalle suele ser muchas veces interpretado como OPOSICIÓN, como antiloperismo, etc. etc. Yo no lo veo así, veo que cualquier iniciativa constructiva es desbaratada de alguna forma. Pero se atreven a formular preguntas, a estudiar al Betis, a ofrecer alternativas, a informar a los béticos. Puede ser que la simpatía y, sobre todo, la antipatía que despiertan sea simplemente producto de su trabajo.
He oido y leido a béticos que por una portada, por una frase, por un artículo demonizan a estos mal llamados OPOSITORES. Opositores a qué? al que manda? Pues si es con el rigor y la seriedad demostrados debería cuando menos tener en cuenta ese trabajo en su conjunto. Yo a la actual gestión no la juzgo ni juzgaría a nadie por una salida de tono. Eso es de estúpidos. La valoro en su conjunto, la valoro por su relación con el más humilde de los socios o abonados, la valoro por el valor de su palabra, la valoro por la gestión en general y, sobre todo, la valoro por el cuidado que tiene de la DIGNIDAD BÉTICA, y vuelvo al principio.
Si algún perteneciente a cualquier bando se molesta es esa mi intención, que se molesten todos, porque todos tenemos que tener en cuenta que no somos NADIE el culo del Betis, y que el Betis no se hace en exclusiva ni en Jabugo ni en el palco, ni en el campo ni en la grada. El Betis se hace día a día, y cualquier bético hace Betis, si lo hace DIGNIFICÁNDOLO.
Hoy espero que el nombre del Betis se dignifique en la junta de accionistas, y que todos los béticos sepan sopesar lo que es el BETIS y lo que son las personas. Los hechos son lo que importa. Y los méritos los concede la afición, y si alguien quiere preguntar o saber no son demonios, no son malos béticos, son gentes que se interesan por su Betis. Si se han unido en torno a una asociación es porque ven que pueden utilizarla de escalera para llevar la voz un poco más alto, no para insultar a nadie, sino para hacer Betis. Tras ellos, 800 asociados, 700 pequeños accionistas que todavía dan más responsabilidad, más compromiso con la DIGNIDAD BÉTICA. No son una banda.
Por tanto, todos somos compromisarios de esa DIGNIDAD, todos estamos sindicados a esa DIGNIDAD, y todos somos responsables. Esta noche, igual que todas las noches que se han visitado peñas para hablar del Betis, los béticos tenemos una cita no con los malos o los buenos resultados, pelotita entre o no. Tenemos una cita con la DIGNIDAD BÉTICA, que es el verdadero legado que nos han dejado y el que tenemos que dejar.
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