Bueno, pues estaba pensando en mis mejores momentos como betico y queria abrir un post para que todos escribamos nuestras vivencias como beticos.
Uno de mis mejores dias fue Madrid 2004.
Esa noche estaba con mi familia en casa de una de mis tias y el autobus salia a las 4 de la mañana para Madrid y al llegar a mi casa a la 1 de la noche no podia dormir.
A las 3.30 salimos de mi camino de Gelves, de donde salia el autobus. Habia alli 60 beticos, niños, mayores, ancianos.. pero todos con la misma ilusion, ver ganar a su Betis un titulo. A las 4 de la mañana salio el autobus camino de Madrid y todo eran canticos, buenas caras, ilusion, risas, nervios y incluso miedo, mucho miedo. Nadie dormia en ese autobus y con el disco de los Supportes a todo volumen, todos cantabamos como si ya hubieramos ganado, aunque esa final ya era, para todos, como una victoria.
Cada vez que parabamos en una venta de carretera para reponer fuerza, era una marea verdiblanca que se recibian unos a otros como si nos conocieramos de toda la vida, un buen rollo que nunca antes conoci.
Cuando pasaba de largo por una de esas ventas un autobus de beticos nos saludabamos como si nos conocieramos y el chofer pitaba; todos unidos para apoyar a nuestro Betis.
A las 12 de la mañana llegabamos a Madrid, y aquello parecia la Palmera un domingo de futbol; pero no, era Madrid, la capital de España inundada de beticos, que te saludaban como amigos, te invitaban, nos haciamos fotos juntos...
Llegamos a una avenida que desembocaba en el Vicente Calderon y aquello fue lo que mas me impresiono. Era un autentico rio verdiblanco, al que no paraba de llegar agua, agua que hablaba y que cantaba, que reia y compartia. Un rio en el que todo el mundo queria nadar, y en el que te encontrabas a muchos conocidos, a gente de toda Andalucia, incluso de toda España. Aquel rio se volvio agua salvaje cuando se asomaba por su nacimiento, un barco verde, en el que viajaban los piratas que conquistarian el corazon de los beticos, y el Vicente Calderon. A la cabeza viajaba un señor que en esos tiempos si nos sentiamos orgullosos de él, el Capitan Don Manuel Ruiz de Lopera, y a su lado el comandante Don Lorenzo Serra Ferrer, que llevaba toda su artilleria para vencer al ejercito pamplonica.
Esa artilleria se echaba las manos a la cabeza al ver como esos beticos los llevaban en volandas hacia la entrada del estadio, y el mismo gesto tenian los familiares de los jugadores, que llegaban en dos autobuses que le seguian.
Yo no entre al estadio, y vi el partido en un bar. Iba a entrar en el servicio de ese bar, y mientras estaba dentro oi como un señor le decia a un chico, de unos 17 años, y a su madre que le compraba la entrada del partido por 900€, pero el chico decia que eso no tenia precio. Su madre le decia que era mucho dinero y que se lo pensara, pero finalmente no la vendio. Yo al salir del servicio estaban la madre y el hijo, y le dije al chaval: Ole tu hue.vos, eso no se vende por nada; y el chaval comenzo a reirse.
Al comenzar el partido, el bar estaba a reventar y yo me coloque un poco apartado de mis familia por que no queria transmitir mi nerviosismo a los demas. Una chica de unos 25 años se sento al lado mia, y me pregunto que de donde era, a lo que le respondi: de Sevilla. Al preguntarle que de donde era ella, me dijo que era de Jaen, y que era betica hasta la medula.
Cuando llego el gol de Ricardo Oliveira nos abrazamos como si fueramos amigos de siempre y saltabamos como locos; la batalla frente al ejercito pamplonica estaba en nuestras manos. Pero aun nos quedaba recibir un duro golpe.
Al empatar Aloisi yo eche a llorar y todo el bar diciendome que no llorara, y yo repondia: pero es que nos han empatadoo!!!
Justo despues del gol, la chica de Jaen me dijo: Mira, tengo aqui una estampita del Gran Poder, pontela en alguna parte de tu cuerpo que te va a dar suerte. Me la coloque en la rodilla bajo el pantalon y ahi estuvo hasta el final del partido.
Segui llorando aunque un poco mas consolado, y la chica me dijo: Mira, ahora va a salir Dani, y seguro que el marca el gol de la victoria. Yo le decia: Dani??? este no va a hacer nada.
En esa jugada memorable, Dani marco el gol de la victoria, y yo salte como nunca lo habia hecho y me abrace a la chica, a mi madre, a mis tias, a mis primos, a medio bar, al camrero, a la camarera y a todo el que pasara por mi lado. Ahora tambien lloraba, pero de alegria, una alegria que nunca habia sentido y que nunca habia imaginado. Tras acabr el partido nos fuimos hacia la salida del estadio, y nos abrazabamos con gente que no conociamos. Pero lo que mas me lleno de orgullo fue, que una señora de avanzada edad con su bufanda de Osasuna me dijo: Os habeis merecido ganar, y teneis la mejor aficion del mundo!!!
Eso fue para mi lo mejor del dia casi.
A la 1 de la mañana salia el autobus camino de Sevilla; todos dormian, y soñaban con que ese dia se volviera a repetir muy pronto.
Nuestra armada invencible se habia coronado como Rey del futbol en España, y eso nadie nos lo iba a quitar. Esa armada que tanto nos hizo soñar, y que nos hizo ese sueño realidad, ese sueño que siempre buscamos.
Uno de mis mejores dias fue Madrid 2004.
Esa noche estaba con mi familia en casa de una de mis tias y el autobus salia a las 4 de la mañana para Madrid y al llegar a mi casa a la 1 de la noche no podia dormir.
A las 3.30 salimos de mi camino de Gelves, de donde salia el autobus. Habia alli 60 beticos, niños, mayores, ancianos.. pero todos con la misma ilusion, ver ganar a su Betis un titulo. A las 4 de la mañana salio el autobus camino de Madrid y todo eran canticos, buenas caras, ilusion, risas, nervios y incluso miedo, mucho miedo. Nadie dormia en ese autobus y con el disco de los Supportes a todo volumen, todos cantabamos como si ya hubieramos ganado, aunque esa final ya era, para todos, como una victoria.
Cada vez que parabamos en una venta de carretera para reponer fuerza, era una marea verdiblanca que se recibian unos a otros como si nos conocieramos de toda la vida, un buen rollo que nunca antes conoci.
Cuando pasaba de largo por una de esas ventas un autobus de beticos nos saludabamos como si nos conocieramos y el chofer pitaba; todos unidos para apoyar a nuestro Betis.
A las 12 de la mañana llegabamos a Madrid, y aquello parecia la Palmera un domingo de futbol; pero no, era Madrid, la capital de España inundada de beticos, que te saludaban como amigos, te invitaban, nos haciamos fotos juntos...
Llegamos a una avenida que desembocaba en el Vicente Calderon y aquello fue lo que mas me impresiono. Era un autentico rio verdiblanco, al que no paraba de llegar agua, agua que hablaba y que cantaba, que reia y compartia. Un rio en el que todo el mundo queria nadar, y en el que te encontrabas a muchos conocidos, a gente de toda Andalucia, incluso de toda España. Aquel rio se volvio agua salvaje cuando se asomaba por su nacimiento, un barco verde, en el que viajaban los piratas que conquistarian el corazon de los beticos, y el Vicente Calderon. A la cabeza viajaba un señor que en esos tiempos si nos sentiamos orgullosos de él, el Capitan Don Manuel Ruiz de Lopera, y a su lado el comandante Don Lorenzo Serra Ferrer, que llevaba toda su artilleria para vencer al ejercito pamplonica.
Esa artilleria se echaba las manos a la cabeza al ver como esos beticos los llevaban en volandas hacia la entrada del estadio, y el mismo gesto tenian los familiares de los jugadores, que llegaban en dos autobuses que le seguian.
Yo no entre al estadio, y vi el partido en un bar. Iba a entrar en el servicio de ese bar, y mientras estaba dentro oi como un señor le decia a un chico, de unos 17 años, y a su madre que le compraba la entrada del partido por 900€, pero el chico decia que eso no tenia precio. Su madre le decia que era mucho dinero y que se lo pensara, pero finalmente no la vendio. Yo al salir del servicio estaban la madre y el hijo, y le dije al chaval: Ole tu hue.vos, eso no se vende por nada; y el chaval comenzo a reirse.
Al comenzar el partido, el bar estaba a reventar y yo me coloque un poco apartado de mis familia por que no queria transmitir mi nerviosismo a los demas. Una chica de unos 25 años se sento al lado mia, y me pregunto que de donde era, a lo que le respondi: de Sevilla. Al preguntarle que de donde era ella, me dijo que era de Jaen, y que era betica hasta la medula.
Cuando llego el gol de Ricardo Oliveira nos abrazamos como si fueramos amigos de siempre y saltabamos como locos; la batalla frente al ejercito pamplonica estaba en nuestras manos. Pero aun nos quedaba recibir un duro golpe.
Al empatar Aloisi yo eche a llorar y todo el bar diciendome que no llorara, y yo repondia: pero es que nos han empatadoo!!!
Justo despues del gol, la chica de Jaen me dijo: Mira, tengo aqui una estampita del Gran Poder, pontela en alguna parte de tu cuerpo que te va a dar suerte. Me la coloque en la rodilla bajo el pantalon y ahi estuvo hasta el final del partido.
Segui llorando aunque un poco mas consolado, y la chica me dijo: Mira, ahora va a salir Dani, y seguro que el marca el gol de la victoria. Yo le decia: Dani??? este no va a hacer nada.
En esa jugada memorable, Dani marco el gol de la victoria, y yo salte como nunca lo habia hecho y me abrace a la chica, a mi madre, a mis tias, a mis primos, a medio bar, al camrero, a la camarera y a todo el que pasara por mi lado. Ahora tambien lloraba, pero de alegria, una alegria que nunca habia sentido y que nunca habia imaginado. Tras acabr el partido nos fuimos hacia la salida del estadio, y nos abrazabamos con gente que no conociamos. Pero lo que mas me lleno de orgullo fue, que una señora de avanzada edad con su bufanda de Osasuna me dijo: Os habeis merecido ganar, y teneis la mejor aficion del mundo!!!
Eso fue para mi lo mejor del dia casi.
A la 1 de la mañana salia el autobus camino de Sevilla; todos dormian, y soñaban con que ese dia se volviera a repetir muy pronto.
Nuestra armada invencible se habia coronado como Rey del futbol en España, y eso nadie nos lo iba a quitar. Esa armada que tanto nos hizo soñar, y que nos hizo ese sueño realidad, ese sueño que siempre buscamos.