Ihsan, si te sirve de algo míralo como yo miro todas estas necesarias declamaciones de amor al Betis... como eso que hemos perdido de nuestras manos y hemos de recuperar pronto, porque no lo hemos perdido de nuestro corazón. No es que no exista el amor al Betis, lo que no existe ahora es ese Betis que amamos...
Es muy necesario seguir con estas cosas, definir un sentimiento tan difícil de definir como el sentimiento verdiblanco sigue siendo necesario, incluso (casi que sobre todo) para quien está luchando por un Betis mejor, porque por eso mismo se está luchando... por ver ese sentimiento plenamente correspondido. Ya no es tanto, creo yo, para combatir los posts de crítica, porque estos serán necesarios mientras haya materia criticable... lo que no debería haber es motivo para hacerlas, pero por desgracia las hay... eso sí, me parece perfecto no olvidar lo que nos empuja y alimenta a todos aquí, en la salud y en la enfermedad.
Comprendo al compañero Ishan, no comparto su opinión pero la entiendo....yo solo le digo que por mucho que diga ......el veneno ya lo lleva en la sangre y de eso no está a salvo nadie que sienta la rabia que tod@s sentimos....no hay antidoto conocido para el Beticismo.....
Comprendo al compañero Ishan, no comparto su opinión pero la entiendo....yo solo le digo que por mucho que diga ......el veneno ya lo lleva en la sangre y de eso no está a salvo nadie que sienta la rabia que tod@s sentimos....no hay antidoto conocido para el Beticismo.....
Pues yo si conozco un antídoto. Rodearse de mas beticismo, empaparse de él.
Tengo la suerte de estar en un grupo, donde visitamos las peñas.
Tengo la suerte de palpar como el beticismo cala hasta los huesos de una manera que no podía llegar a imaginar.
Tengo la suerte de estar en conversaciones, donde béticos antíguos y otros que no lo son tanto, tienen la necesidad de contar sus historias, sus anécdotas, sus inquietudes...
Y te puedo asegurar que todos ellos sacan pecho de haber estado siempre al lado de su Betis, y mas aún cuando los momentos han sido malos, malísimos.
Historias donde entran en escena tranvías llenos de gente con ilusiones verdiblancas (algunos de ellos ni siquiera llegaban al estadio por culpa de "averías palanganeras"), de trenes que van a Burgos, de promociones de infausto recuerdo, de alineaciones olvidadas y de detalles del club de sus amores para con sus siempre fieles aficionados.
De la ilusión de abrir cartas de felicitación por su santo o por su cumpleaños (y sin ordenador, ni nada parecido...).
El beticismo puro y duro está ahí, intacto, sin pulir. Solo hace falta regarlo un poco, darle un poco de cariño... y florece increiblemente fresco y lleno de fuerza.
Si Chele, el veneno está ahí, pero lo único que hay que hacer es envenenarse aún mas. Yo también lo entiendo. A veces las furezas flequean, pero basta con ver, sentir y oir al BETIS, para darte cuenta lo grande que es, que es infinito y que va a volver multiplicado por 1000. Porque siempre ha sido así, porque el BETIS se hace grande cuando cuando las cosas están mal y ENORME cuando se superan.
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