Se me ocurre lo siguiente:
Por lo que dicen, a Lopera, aunque lo metieran en el trullo por el delito que fuera, nadie le puede quitar a la fuerza sus acciones porque son suyas (o de sus empresas, entiéndase) y no se le puede obligar a vender (me gustaría que alguno me rebatiera o me ratificara esto).
Propongo una alternativa: Tirar por la calle del medio, en el sentido de que si Lopera lo que no quiere es dejar de tener la voz cantante en el Consejo, que venda solo una parte de las acciones, que se quede como accionista con mayor número de acciones pero no más del 49%, o incluso menos, un 30%.
Así daría la imagen contraria a la que todos tenemos de él, un totalitarista que toma decisiones unilateralmente. Su criterio seguiría siendo el que más valiese aunque ya no sería el único, necesitaría que más gente en el consejo le apoyara, con lo que se evitarían las tropelías administrativas que hemos soportado en los últimos años y la opinión de las minorías tomarían mayor relevancia.
Querría saber qué os parecería esta opción.
Por lo que dicen, a Lopera, aunque lo metieran en el trullo por el delito que fuera, nadie le puede quitar a la fuerza sus acciones porque son suyas (o de sus empresas, entiéndase) y no se le puede obligar a vender (me gustaría que alguno me rebatiera o me ratificara esto).
Propongo una alternativa: Tirar por la calle del medio, en el sentido de que si Lopera lo que no quiere es dejar de tener la voz cantante en el Consejo, que venda solo una parte de las acciones, que se quede como accionista con mayor número de acciones pero no más del 49%, o incluso menos, un 30%.
Así daría la imagen contraria a la que todos tenemos de él, un totalitarista que toma decisiones unilateralmente. Su criterio seguiría siendo el que más valiese aunque ya no sería el único, necesitaría que más gente en el consejo le apoyara, con lo que se evitarían las tropelías administrativas que hemos soportado en los últimos años y la opinión de las minorías tomarían mayor relevancia.
Querría saber qué os parecería esta opción.
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