Hoy he descansado tras ganarle al Zaragoza. Durante casi todo el partido he vuelto a sentir como si no se fuese a ganar, como si no se saliese de esta pesadilla. Dos goles postreros han sido un bálsamo que he sentido más allá de lo que ni creía que podía sentir.

Los dos goles han sido para los béticos que tenía a mi lado una gran alegría, que nadie lo dude. Pero al terminar el partido yo mismo me he sorprendido a ver como esos mismos aficionados que han levantado al equipo hasta arriba del todo, para llevarlos en volandas al empate y después a la victoria han expresado algo más, su hastío, su hartura ante tanta división.

Yo me he acercado a la puerta de cristales y he estado allí con los 20 o 30 según algunos, los 200 o 300 según otros. Mi tiempo no ha sido sólo con el consabido LOPERA VETE YA, sino he estado mucho tiempo hablando con una pareja que, si bien hablaba algo alterada, defendía a Don Manuel a capa y espada. Y ahí me he dado cuenta de las leyendas urbanas que calan fácilmente.

Me contaban que los que ahí estaban lo hacían por dinero, jejejeje, por dinero. También que las cuentas que circulaban por ahí del club eran falsas, me contaban que la culpa de los fichajes era de la secretaría técnica, etc., etc.

De esa forma, en este Betis dividido parece que la primera víctima es la verdad, y cada vez más veo cómo surgen leyendas urbanas que sirven para eso, para separar cada vez más a la afición ante un máximo dirigente que no hace absolutamente nada porque esto no suceda.

Os invito, para reflexión de todos, a traer aquí esas leyendas urbanas en las que cada vez más se profundiza para tiranizar a otros béticos que por el simple hecho de tratar de agruparse para hacer un Betis mejor, son tratados desde antibéticos hasta sevill.istas.