Dicen que quien no conoce u olvida la Historia, está condenado a repetirla...
Desgraciadamente esta conocida frase tomó cuerpo esta noche en Heliópolis para desesperación de una hinchada tan fiel como culpable de la situación.
Culpable por la ya conocida memoria de pez, culpable por olvidar con dos goles de Edu en Santander el 0-5 que nos acababa de endosar Osasuna una semana antes y que nos ponía en la puerta del averno, culpable por terminar dando pábulo a esa creencia de que los trofeos veraniegos tienen alguna importancia, culpable por picar el anzuelo y llegar (DIOS MIO!!) a ilusionarse con mediocridades como un delantero argentino que con 26 años era desconocido hasta una racha puntual en el último torneo Clausura, el quinto mediocentro del Villareal, el eterno suplente de Zenden y conocido indisciplinado y lesionado, un central con sólo 7 partidos de bagaje profesional pero, eso sí, recomendado por Viana o un sevillista y antibético confeso con más kilos de la cuenta...
Aquellas aguas trajeron estos lodos, sí señores, y al final el tiempo está volviendo a dar la razón, desgraciadamente, a los que advertimos que tanto optimista que pululaba en agosto por aquí sólo podía deberse a las ganas de creer que todo podía cambiar pero jamás basarse en un análisis pausado de la realidad.
Una vez más, tenemos lo que nos merecemos... ¿volveremos a olvidar la Historia y permitiremos que alguien tan pobre que sólo tiene dinero siga jugando con los sentimientos de millones de corazones verdiblancos? ¿haremos la vista gorda ante la sinvergonzonería de los medios oficiales queriéndonos hacer ver lo negro blanco a cambio de 30 monedas de plata?
Desgraciadamente esta conocida frase tomó cuerpo esta noche en Heliópolis para desesperación de una hinchada tan fiel como culpable de la situación.
Culpable por la ya conocida memoria de pez, culpable por olvidar con dos goles de Edu en Santander el 0-5 que nos acababa de endosar Osasuna una semana antes y que nos ponía en la puerta del averno, culpable por terminar dando pábulo a esa creencia de que los trofeos veraniegos tienen alguna importancia, culpable por picar el anzuelo y llegar (DIOS MIO!!) a ilusionarse con mediocridades como un delantero argentino que con 26 años era desconocido hasta una racha puntual en el último torneo Clausura, el quinto mediocentro del Villareal, el eterno suplente de Zenden y conocido indisciplinado y lesionado, un central con sólo 7 partidos de bagaje profesional pero, eso sí, recomendado por Viana o un sevillista y antibético confeso con más kilos de la cuenta...
Aquellas aguas trajeron estos lodos, sí señores, y al final el tiempo está volviendo a dar la razón, desgraciadamente, a los que advertimos que tanto optimista que pululaba en agosto por aquí sólo podía deberse a las ganas de creer que todo podía cambiar pero jamás basarse en un análisis pausado de la realidad.
Una vez más, tenemos lo que nos merecemos... ¿volveremos a olvidar la Historia y permitiremos que alguien tan pobre que sólo tiene dinero siga jugando con los sentimientos de millones de corazones verdiblancos? ¿haremos la vista gorda ante la sinvergonzonería de los medios oficiales queriéndonos hacer ver lo negro blanco a cambio de 30 monedas de plata?
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