Llevamos esto días con algunas noticias de la vida extradeportiva de los jugadores de fútbol, desde las palabras de Deco diciendo que son jóvenes y tienen derecho a salir, o la última movida de Robinho que se fue de fiesta y pidió 40 preservativos.
Ya sacó un post Farusito hablando la estrecha relación de la vida de un deportista con el rendimiento en el campo. Lo que hay que dejar claro es que son profesionales por lo qué su cuerpo es su herramienta de trabajo y repercute en su empresa (nuestro club).
Ayer habló en el Larguero el Dr. Escribano (el famoso médico de las papillas) que además del Sevilla, también trabaja con el Getafe, Mallorca y ahora empieza con el Zaragoza (aprovecho estás líneas para dar mi apollo sobre las mentiras que se han vertido sobre él y el caso Puerta).
Este hombre dijo que era fundamental las comida antes del partido y las de después (para la recuperación). Entre otras cosas dijo que alcohol es contraproducente y después habló de la famosa papilla.
Lo que vino a decir es que toman un "batido de frutas y cereales" que ayuda a la recuperación de glucógeno (la gasolina del deportista) y que se lo toman durante el descanso y suele actuar a los 10 minutos de la segunda parte.
Evidentemente no es algo mágico y explicaba que lo que afecta es que al jugador este fresco, se ofrezca en jugar y llegué al final.
La diferencia en tomarla es que el jugador que no la toma empieza en la segunda mitad en un 75% de su rendimiento por el desgaste de la primera parte, mientras los que si la toman empiezan al 100%.
Asimismo, os pongo un ejemplo: Si los ciclistas que están mejor preparados físicamente, le pueden entrar PÁJARAS, pues imagínense a un futbolista con la vida que se pegan.
Casos como Arzu saliendo de costalero en Dos Hermanas, Robert con un cubata en la mano, o muchos tantos, nos ponen de manifiesto que no sólo vale con entrenar y que además esto no es un hobby sino una profesión.
Ya sacó un post Farusito hablando la estrecha relación de la vida de un deportista con el rendimiento en el campo. Lo que hay que dejar claro es que son profesionales por lo qué su cuerpo es su herramienta de trabajo y repercute en su empresa (nuestro club).
Ayer habló en el Larguero el Dr. Escribano (el famoso médico de las papillas) que además del Sevilla, también trabaja con el Getafe, Mallorca y ahora empieza con el Zaragoza (aprovecho estás líneas para dar mi apollo sobre las mentiras que se han vertido sobre él y el caso Puerta).
Este hombre dijo que era fundamental las comida antes del partido y las de después (para la recuperación). Entre otras cosas dijo que alcohol es contraproducente y después habló de la famosa papilla.
Lo que vino a decir es que toman un "batido de frutas y cereales" que ayuda a la recuperación de glucógeno (la gasolina del deportista) y que se lo toman durante el descanso y suele actuar a los 10 minutos de la segunda parte.
Evidentemente no es algo mágico y explicaba que lo que afecta es que al jugador este fresco, se ofrezca en jugar y llegué al final.
La diferencia en tomarla es que el jugador que no la toma empieza en la segunda mitad en un 75% de su rendimiento por el desgaste de la primera parte, mientras los que si la toman empiezan al 100%.
Asimismo, os pongo un ejemplo: Si los ciclistas que están mejor preparados físicamente, le pueden entrar PÁJARAS, pues imagínense a un futbolista con la vida que se pegan.
Casos como Arzu saliendo de costalero en Dos Hermanas, Robert con un cubata en la mano, o muchos tantos, nos ponen de manifiesto que no sólo vale con entrenar y que además esto no es un hobby sino una profesión.
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