El domingo celebrará su verdadero centenario.

Y no vea lo feliz que me hace. La verdad es que no llevo la cuenta pero es una cifra muy bonita. Espero que sea sólo el comienzo porque quiero que sean muchos más disfrutando de verdiblanco sobre el terreno de juego.
Se ha convertido en todo un clásico de la Liga española.

Llegué con 21 años a Vigo y ya tengo 28. El tiempo pasa muy rápido y me han ocurrido muchas cosas. En el Celta también viví momentos muy bonitos y aprendí bastante de la mano de Víctor Fernández. Tuvo compañeros como Catanha, Mostovoi o Karpin, que me enseñaron mucho.
Y en un auténtico goleador (lleva 23 con el Betis).

Ese dato sí que me pone orgulloso sobre todo porque muchas veces he jugado pegado a la banda y desde allí es difícil marcar goles. Me está usted abrumando con tantos datos. No sabía que había logrado tantas cosas.
Pues queda otro. Apunte: es el noveno brasileño con más goles en la historia de la Liga sólo por detrás de hombres como Ronaldo, Romario, Bebeto o Rivaldo.

Eso sí que no me lo esperaba. Todos ellos han sido de los mejores del mundo y han sido delanteros de los equipos más grandes. Todo esto me hace muy feliz.
¿Dónde se ve dentro de dos o tres años? ¿Le gustaría cambiar de Liga?

No me lo planteo. Me gusta vivir el presente y en el Betis soy feliz. Lo cierto es que tampoco tengo un interés especial por jugar en otra Liga, aunque he tenido ofertas muy buenas como la del Portsmouth inglés. Ahora lo que deseo es que mejoremos este año para que la alegría vuelva a esta entidad.
Pues volvamos al presente. Llega el Racing y ante ellos vivió hace unos meses un día muy especial.

Fue la semana más difícil que he vivido como futbolista. Después de perder 0-5 y cambiar el entrenador nos jugábamos no bajar a Segunda contra ellos. La tensión era enorme, pero trabajamos muy bien de la mano de Paco Chaparro que insistió en el aspecto psicológico. Gracias a Dios marqué los dos goles y me dieron una de mis mayores alegrías deportivas. Incluso una semana después aún no había recuperado la tranquilidad.
Le recordarán más por eso que por otros logros más importantes.

Es verdad. De todas formas, en mi cabeza también quedan momentos muy felices como ganar la Copa, ir a la Champions o goles como el de la previa de Liga de Campeones ante el Mónaco. Tanto con el Celta como con el Betis he conseguido estar en sus mejores momentos.
Y también por haber elegido al Betis en lugar del Sevilla.

Siempre me lo dice la gente. Es verdad que el Sevilla me llamó, pero yo preferí venirme al Betis. Soy muy feliz y no me arrepiento de la decisión.
Por cierto, usted que tiene mil y una anécdotas, ¿cómo consiguió el pasaporte comunitario?

Tengo una mezcla muy variada. Poseo el italiano porque mi bisabuela materna era de Nápoles. Además podría haber logrado también el alemán por la familia de mi padre. Provengo de sitios variados.
¿Cuándo volverá el Betis a jugar por todos esos países?

Espero que muy pronto. Tuvimos un año muy bueno, pero lo importante es consolidar los proyectos.
¿Qué siente cuando ve llegar con otros equipos a compañeros tan importantes de ese año tan bueno?

Me da alegría por verlos y tristeza porque no estén. Todos son muy buenos y se merecen los aplausos de la gente. Ahora llega Luis Fernández y dentro de poco Oliveira. Seguro que la gente les guarda cariño, porque Ricardo, por ejemplo, es de los mejores del mundo.
¿Cree que podría volver?

Ojalá, pero él tuvo problemas que yo desconozco.
¿Puede llegar Rafael Sobis a igualar su nivel?

Seguro. Es un futbolista de nivel mundial y aún tiene mucho margen de mejora.
Otro compatriota. ¿Cómo es Lima?

Apenas lo conocía, pero en los entrenamientos me ha sorprendido por su gran calidad.
Y usted, ¿con estas cifras cómo que no ha sido más veces internacional?

No lo entiendo. Tras jugar unas grandes olimpíadas, Wanderlei Luxemburgo me convocó una vez, pero llegué a Europa y se olvidaron de mí. Ya no me preocupa como antes.
¿Qué le preocupa?

Mi club y mi familia.
¿Qué hará en el futuro?

Seguiré vinculado al fútbol, pero no como entrenador. Aún no sé si me iré a Brasil o me quedaré en España.
¿Le gusta la ciudad?

Me encanta.
Entonces qué le falta.

Que el equipo pronto esté donde se merece.




QUE GRANDE ERES LUIS EDUARDO