El odio proviene del desconocimiento y el miedo.

Por mis experiencias con viajes (no sólo deportivos) he llegado a unas claves básicas.

a)Primera y principal, tontos hay en todos sitios, desde Sevilla hasta Almería pasando por Jaén.

b)El principal motivo de que aquellos que no son tontos (aunque se comporten como tal) es el desconocimiento y estar poco viajado, la gente fuera cree que los sevillanos odiamos al resto y de ahí sacan ellos su animadversión hacia lo que huela a Sevilla cuando al menos, yo pienso, que ese odio hacia fuera no existe, pero alguna excusa ha de haber y se aferran a esa. Como es evidente, en algunas ciudades hay más de este tipo que en otras.

c)Gente manipulada hasta la extenuación por los politiquillos, son los peones de un tablero en el que ni siquiera se dan cuenta que están jugando como la avanzadilla sacrificable.

d) El que no disfrute con un paseo por Sta. Cruz, admire la belleza de un atardecer en la Caleta, sepa darse el gustazo de comerse un estero en Málaga, tome unos vinos en las tabernas que rodean a la Mezquita, disfrute charlando con unos amigos a los pies de la Alhambra, etc, etc, simplemente hay que llamarlo tonto, primero por no disfrutarlo y segundo por desconocer el patrimonio no ya físico que ese es evidente, sino el intangible de sus demás hermanos andaluces.

Un saludo