Tristes noticias nos vienen de Cádiz, y es que desde el Betis, al Cádiz se le tiene mucho cariño.
Tristes porque ponen el dedo sobre una de las grandes preocupaciones de los aficionados al fútbol de este país, la realidad económica de ese invento llamado sociedades anónimas deportivas y del papel de control real de los órganos que teóricamente las vigilan, el Consejo Superior de Deportes.
Hace unos meses un ex-candidato a la presidencia del Real Madrid firmaba un contrato de compraventa de un 78 % de las acciones del Cádiz C.F. S.A.D., con el representante de la hasta entonces mayoritaria Antonio Muñoz. Por un importe de unos 10 millones de euros, y a expensas de lo que desde una auditoria de la sociedad anónima deportiva se dedujera, ese era el negocio y el precio, por lo que Baldasano solo entregó 200.000 euros hasta ver el resultado de la misma.
Ayer Baldasano manifestaba que de la auditoria se advierte no ya que la situación que las cuentas anuales mostraban no son las reales ni las que Muñoz exponía en la venta, sino que ha "aparecido" una deuda que puede derivar en una realidad de quiebra técnica para la sociedad. Deuda tasada. al parecer, en unos diez millones de euros y no reflejadas en las cuentas, en un Cádiz que, creo, no llega de capital social a los dos millones y medio de euros.
¿Cuáles son las realidades económicas de las sociedades anónimas deportivas? ¿Qué controles reales hace el Consejo Superior de Deportes? ¿Quién le va a pedir responsabilidades al CSD? ¿De qué ha servido tanto dinero público invertido desde el 92 en el saneamiento de los equipos de fútbol para que 15 años después todo esté igual o mucho peor?
Con toda la preocupación del mundo, ánimo a los cadistas de los béticos.
Tristes porque ponen el dedo sobre una de las grandes preocupaciones de los aficionados al fútbol de este país, la realidad económica de ese invento llamado sociedades anónimas deportivas y del papel de control real de los órganos que teóricamente las vigilan, el Consejo Superior de Deportes.
Hace unos meses un ex-candidato a la presidencia del Real Madrid firmaba un contrato de compraventa de un 78 % de las acciones del Cádiz C.F. S.A.D., con el representante de la hasta entonces mayoritaria Antonio Muñoz. Por un importe de unos 10 millones de euros, y a expensas de lo que desde una auditoria de la sociedad anónima deportiva se dedujera, ese era el negocio y el precio, por lo que Baldasano solo entregó 200.000 euros hasta ver el resultado de la misma.
Ayer Baldasano manifestaba que de la auditoria se advierte no ya que la situación que las cuentas anuales mostraban no son las reales ni las que Muñoz exponía en la venta, sino que ha "aparecido" una deuda que puede derivar en una realidad de quiebra técnica para la sociedad. Deuda tasada. al parecer, en unos diez millones de euros y no reflejadas en las cuentas, en un Cádiz que, creo, no llega de capital social a los dos millones y medio de euros.
¿Cuáles son las realidades económicas de las sociedades anónimas deportivas? ¿Qué controles reales hace el Consejo Superior de Deportes? ¿Quién le va a pedir responsabilidades al CSD? ¿De qué ha servido tanto dinero público invertido desde el 92 en el saneamiento de los equipos de fútbol para que 15 años después todo esté igual o mucho peor?
Con toda la preocupación del mundo, ánimo a los cadistas de los béticos.
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