El croata Marko Babic no podrá ser nacionalizado alemán para dejar un puesto de extracomunitario vacante en la plantilla del Betis.
Después de la desafortunada lesión de Nano, que le tendrá entre seis y ocho meses de baja, en el club se anda buscando un delantero. Se está oteando el mercado suramericano, hervidero de figuras en potencia pero con un hándicap: en Europa ocupan plaza de extranjeros. Por eso, muchos jóvenes futbolistas escudriñan sus raíces familiares en busca de algún lazo con el viejo continente.
La actual plantilla verdiblanca ya tiene cubiertas las tres plazas que se permiten para estos jugadores con Sobis, Mark González y Babic, futbolistas de los que salvo imprevistos, no se va a prescindir. Así, la entidad heliopolitana estudió la posibilidad de que el croata consiga la nacionalidad alemana, pues después de tres años jugando en su país, fue fichado por el Bayer Leverkusen, donde estuvo desde septiembre de 2000 hasta junio de 2007, cuando dejó a los alemanes para venirse al Betis.
Una fuente autorizada de la Embajada de Alemania en España le daba a este diario la mala noticia: "Bajo esas condiciones no hay posibilidad alguna para el jugador de conseguir la nacionalidad alemana. Estuvo jugando en Alemania durante menos de ocho años, que es el mínimo que marcan las leyes para poder optar a la nacionalización. Ni aunque el jugador volviese a Alemania y terminase por cumplir esos ocho años podría nacionalizarse pues ese periodo debe ser continuo, si vas a trabajar en otro, pierdes ese tiempo. Además, si hubiera cumplido el periodo mínimo requerido y se hubiera ido a España, tampoco podría solicitar la nacionalidad, porque ya no reside allí".
Así las cosas, el Betis tendrá que buscar un goleador que sea comunitario.
Unos requisitos muy exigentes
Tres son las premisas básicas para la obtención de la nacionalidad alemana. Ocho años de estancia legal, hablar correctamente el alemán (se debe pasar un examen) y renunciar completamente a tu nacionalidad anterior. Esta última es un requisito muy disuasorio, sobre todo para los turcos.
www.as.com, adios riquelme
Después de la desafortunada lesión de Nano, que le tendrá entre seis y ocho meses de baja, en el club se anda buscando un delantero. Se está oteando el mercado suramericano, hervidero de figuras en potencia pero con un hándicap: en Europa ocupan plaza de extranjeros. Por eso, muchos jóvenes futbolistas escudriñan sus raíces familiares en busca de algún lazo con el viejo continente.
La actual plantilla verdiblanca ya tiene cubiertas las tres plazas que se permiten para estos jugadores con Sobis, Mark González y Babic, futbolistas de los que salvo imprevistos, no se va a prescindir. Así, la entidad heliopolitana estudió la posibilidad de que el croata consiga la nacionalidad alemana, pues después de tres años jugando en su país, fue fichado por el Bayer Leverkusen, donde estuvo desde septiembre de 2000 hasta junio de 2007, cuando dejó a los alemanes para venirse al Betis.
Una fuente autorizada de la Embajada de Alemania en España le daba a este diario la mala noticia: "Bajo esas condiciones no hay posibilidad alguna para el jugador de conseguir la nacionalidad alemana. Estuvo jugando en Alemania durante menos de ocho años, que es el mínimo que marcan las leyes para poder optar a la nacionalización. Ni aunque el jugador volviese a Alemania y terminase por cumplir esos ocho años podría nacionalizarse pues ese periodo debe ser continuo, si vas a trabajar en otro, pierdes ese tiempo. Además, si hubiera cumplido el periodo mínimo requerido y se hubiera ido a España, tampoco podría solicitar la nacionalidad, porque ya no reside allí".
Así las cosas, el Betis tendrá que buscar un goleador que sea comunitario.
Unos requisitos muy exigentes
Tres son las premisas básicas para la obtención de la nacionalidad alemana. Ocho años de estancia legal, hablar correctamente el alemán (se debe pasar un examen) y renunciar completamente a tu nacionalidad anterior. Esta última es un requisito muy disuasorio, sobre todo para los turcos.
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