El Mesón El Olivo de Alcalá de Henares sirve como sede social para esta peña bética donde cada domingo se dan cita cerca de 165 personas, emigrantes andaluces e hijos de ellos que abandonaron su tierra en busca de un futuro mejor y a los que ahora une el sentimiento bético.
El sentimiento bético es algo que no se puede explicar. El bético nace, no se hace. Se pierda o se gane se es bético, en Segunda o en Primera. Seremos béticos hasta la muerte". Habla Juan Díaz, presidente de la Peña Complutense. Es la cabeza visible de este grupo de 165 personas que vive su gran afición desde el exilio. Formada en su mayoría por hijos de emigrantes andaluces, no sólo sevillanos, esta asociación tiene su sede en el Mesón El Olivo de Alcalá de Henares.

Al entrar, domina el local el susurro de la televisión, en la que está sintonizado Canal Sur. Decenas de fotos de toreros y de varios cantaores flamencos destacan sobre el color verdiblanco del que se tiñen las paredes, repletas de camisetas y bufandas del Betis y de alguna que otra bandera andaluza. Nos recibe Juan Valdivia, el propietario del bar, oriundo de Jaén. "No sé ni por qué soy bético. Simplemente lo soy. Hace falta 'musho' arte para serlo en Madrid. Tan lejos, con tanto sentimiento y con tan poca ayuda. Cuando estábamos en Segunda era casi imposible que nos televisasen un partido. Y en la UEFA, igual". Poco a poco, el local se va llenando de socios...

Juan Valdivia conversa con AS mientras sirve cañas a algún esporádico cliente: "Hace poco celebramos nuestro décimo aniversario. El teléfono suena casi todos los días. Son béticos extraviados, de Madrid, Toledo, Guadalajara... Ahora, con esto del internet, es más fácil juntarse". Aun así, sólo hay tres peñas verdiblancas en la Comunidad: la Complutense, la Pata Negra y la Valdemoro. "Intentamos ir a todos los partidos que podemos. Hace poco estuvimos en Santander, solemos ir a Zaragoza... ¡Y a donde haga falta!".

En cada metro del local se respira Andalucía. El presidente, sevillano de Lora del Río, vuelve a tomar la palabra: "Creo que no sólo venimos aquí por el fútbol. Es la única manera de sentirte más cerca de tu tierra. Fíjese el ambiente que se respira, arte, fútbol y superstición. Recuerdo que cuando vino Griguol, tan mal como íbamos, se nos ocurrió poner velas delante de una foto suya. Y nos fue peor aún. Desde entonces aquí no se reza. Y para ganar al Madrid tampoco nos hará falta". Carlos Lomas, vicepresidente, interviene: "Ninguno de los dos equipos está para tirar cohetes, así que la clave está en lo que pase en el Ruiz de Lopera". Carlillos, quizá el más forofo, hace autocrítica: "La culpa de que estemos tan mal la tiene 'Don Manué'. Es un rácano. Con la Champions, la Liga y la Copa en juego no se entiende que no se gastara ni un duro en fichajes. ¡Así nos va! Bajar a Segunda sería un desastre...".

Kosovo.
Sebastián García nos enseña un carnet de la Peña El Saco Terrero, con domicilio social en Kosovo. Su padre fue el fundador, el Capitán Boni de la Brigada Paracaidista, que murió hace poco en un accidente de tráfico. Fue uno de los socios más destacados de La Complutense y fundó El Saco Terrero para animar a las tropas. "Había soldados de otros equipos y les hizo firmar un documento de renuncia a ellos porque si no, no los dejaba entrar a ver los partidos en la tienda de campaña donde tenían instalada la tele. Le dedicaremos la victoria". Llega el momento de la foto de familia. En ella se plasman historias distintas, gentes que viajaron para buscar un futuro mejor. Están lejos de su tierra, pero a todos les une el sentimiento bético...