Magnífico artículo que Alberto García Reyes escribe hoy en las páginas de ABC Sevilla. Un derroche de recuerdos y beticismo que realmente merece la pena leer.
Os escojo y pego, con vuestro permiso, un párrafo sobrecogedor...
Llueve mucho sobre el río Betis. Y sobre tu recuerdo. La tormenta te lanza relámpagos de miseria. De años de arrastre. De tardes enfangadas contra el Sabadell o el Sestao. De goles en el descuento. De un clamor espeluznante aquella noche del Tenerife: «¡Betis, Betis!». De una llorera inconsolable cuando el árbitro pitó el final de aquella promoción ante el Coruña apenas unos días antes de que Lopera apareciera por el Villamarín por primera vez. El chaparrón tapa todas las lágrimas. Infinito caudal de llanto. Porque el Río Betis no nace en Cazorla, no. El manantial del que fluye el Betis está en los ojos de cada bético. Lágrimas por Ignacio Sánchez Mejías a las cinco en punto de la tarde. Romancero lorquiano de peloteros de mentira. Inmensa petenera. Desde el 12 de septiembre de 1907, hace ahora cien años, hay una duquela en Sevilla que te arrasa la memoria. Una pena negra que va más allá de perdomos, retameros, manueles, galeras y bajuelos. Una amargura que se ufana de la calamidad. La gran duquela del beticismo secular está, manque pierda, en sus adentros, en su esencia. Quizás has tardado cien años en descubrirlo: el Betis pierde cuando gana y gana cuando pierde. Dios lo eligió para ser así. Por eso está lloviendo tanto hoy. Por eso es tan plomizo el horizonte esta tarde. Por eso eres del Betis. Porque Dios te ha elegido. Enhorabuena.
http://sevilla.abc.es/20070913/depor...709130334.html
Os escojo y pego, con vuestro permiso, un párrafo sobrecogedor...
Llueve mucho sobre el río Betis. Y sobre tu recuerdo. La tormenta te lanza relámpagos de miseria. De años de arrastre. De tardes enfangadas contra el Sabadell o el Sestao. De goles en el descuento. De un clamor espeluznante aquella noche del Tenerife: «¡Betis, Betis!». De una llorera inconsolable cuando el árbitro pitó el final de aquella promoción ante el Coruña apenas unos días antes de que Lopera apareciera por el Villamarín por primera vez. El chaparrón tapa todas las lágrimas. Infinito caudal de llanto. Porque el Río Betis no nace en Cazorla, no. El manantial del que fluye el Betis está en los ojos de cada bético. Lágrimas por Ignacio Sánchez Mejías a las cinco en punto de la tarde. Romancero lorquiano de peloteros de mentira. Inmensa petenera. Desde el 12 de septiembre de 1907, hace ahora cien años, hay una duquela en Sevilla que te arrasa la memoria. Una pena negra que va más allá de perdomos, retameros, manueles, galeras y bajuelos. Una amargura que se ufana de la calamidad. La gran duquela del beticismo secular está, manque pierda, en sus adentros, en su esencia. Quizás has tardado cien años en descubrirlo: el Betis pierde cuando gana y gana cuando pierde. Dios lo eligió para ser así. Por eso está lloviendo tanto hoy. Por eso es tan plomizo el horizonte esta tarde. Por eso eres del Betis. Porque Dios te ha elegido. Enhorabuena.
http://sevilla.abc.es/20070913/depor...709130334.html
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