No soy de Haro y Catalán, ni de Torrecilla, ni mucho menos del tándem Lopera/Castaño con los que ahora muchos en Twitter pretenden engatusar a la desilusionada afición.

Desilusionada hoy. No en verano cuando se trayeron los fichajes que se trayeron. Ni cuando se echó a Maciá. Ni cuando se criticaba al equipo del año pasado, a pesar de hacer un temporadón (y esto es objetivo, los números lo cantan).

La culpa de que hoy todo el mundo esté amargado es de la gente que se ilusiona.

Los que se creen que vamos a quedar entre los 10 primeros por obra y gracia de HyC y de su profeta en la tierra Torrecilla, cuando tenemos peor plantilla que el año pasado.

Los que se creen que los Brasanac, Felipe, Mandi, Donk y cía iban a meternos en la pelea por la UEFA son el cáncer de este equipo.

No se pueden fijar expectativas irreales a un grupo de jugadores que dan para lo que dan. Y luego si se parten la cara y casi ganan al Sevilla, echarle en cara que son muy malos como si no lo supiéramos ya.

Pasó con Pavone, Chuli, Steinhofer, Van der Vaart y Sanabria. Aquí la gente se cree que cualquiera es bueno y va a hacer el milagro de meter un equipo mediocre entre los 8 primeros.

Cualquiera se ilusiona con Torrecilla y le aplaude el primer día.

Seamos realistas y humildes. Dejen de pensar que este equipo es una maravilla y animen cada partido hasta que se logre el verdero objetivo: LA PERMANENCIA.

Luego ya una vez lograda, critiquen, sindiquen y hagan lo que les parezca.

Pero no dejen que el Betis descienda. Hagan lo que esté en sus manos la menos para evitarlo. Desde luego, ese debería ser nuestro objetivo real, porque somos peores jugador por jugador que 14-15 equipos de Primera. A pesar de lo que nos intentó vender HyC, que no tienen ni papa de fútbol y echaron a Maciá y Merino (cuyo trabajo no se ha mejorado) por tres twitteros.

Cuando se salve el equipo ya será el momento de pedir responsabilidades.De las que excluyo por completo a Víctor, por cierto. Me parece el mejor entrenador que ha pasado por esta casa en años.

Sean más críticos, no se dejen engañar por cuatro palabras bonitas. No sean ilusos y pongan los pies en la tierra, en lo bueno y en lo malo. Ya sabíamos que hoy íbamos a perder. A mí me ha sorprendido gratamente hoy el equipo.

Los que hoy se han terminado de desilusionar con el equipo, porque son ILUSOS por naturaleza, esos son el cáncer de este equipo y los que originan inestabilidad.