El Betis ha hecho en total seis fichajes... siete con usted.
-Sí porque desgraciadamente el año pasado no pude jugar por culpa de la lesión. Sólo me queda medio pie pasa sacar e ir convocado y unas pequeñas molestias que con el paso de las semanas irán remitiendo.
¿Cómo fue la lesión?
-Por desgaste. Es una cuestión congénita porque la cabeza del fémur tiene unas chepas que me producían una rozadura en el interior de la cavidad de la articulación del coxis femoral. Muy extraña en el mundo del fútbol y encontré la solución en Estados Unidos. El doctor me dijo que para estar recuperado de la lesión son siete meses y hasta los 12 meses puedes tener molestias, aunque puedo jugar.
Le recuerdo de su etapa en el Barcelona y pensaba ¡hay que ver cómo corre este hombre en la banda derecha!
-Y no le quepa ninguna duda de que voy a estar igual y seré el jugador que era antes.
¿Donde se forjó como futbolista?
-Estaba en el Figueras y fiché por el Barcelona en el equipo de Segunda B. Hubo una racha de lesiones. No se si se acuerda de Larsson, Motta, Edmilson, Gabri... Rijkaard me subió y ya me quedé ahí. Fue una gran temporada. Encima ganamos la Liga tras tres años.
Y del Barcelona, pasa al Racing...
-En el mes de diciembre. Ahí empezaron las molestias. Tuve que jugar cada partido infiltrado y no sé si en esto hice bien. A lo mejor no se hubiera prolongado tanto la lesión.
¿Por qué se decidió por el Betis?
-Porque desde pequeño siempre me gustó este equipo. Parece un tópico pero es verdad. El conserje del colegio donde yo estudiaba, el Salvador Dalí de Figueres me llamaba 'Betis'. Me decía ¡Betis! porque siempre estaba jugando al fútbol. Era bético. Y encima es un equipo que en España cae muy bien a cualquier aficionado al fútbol.
¿En este tiempo que ha estado apartado de la actividad futbolística me imagino que habrá notado el apoyo de la gente.
-Afortunadamente, todo el mundo me ha apoyado. Cuando uno se encuentra en esta situación, necesita el apoyo familiar y de tu gente cercana; también de la entidad y de los aficionados que en mi caso no tengo ninguna queja.
¿Qué le ha dicho Cúper?
-Habló conmigo y me dijo que confiaba en mí, que me tomase mi tiempo para seguir en este proceso. He estado entrenándome como interior, como lateral...
¿Y dónde preferiría jugar en el Betis?
-Yo soy un futbolista de recorrido. Depende cómo juguemos. Casi prefiero ir de abajo para arriba, como lateral, porque no tengo un desborde especial en corto. Entonces me puede favorecer jugar más de lateral, pero de interior también me siento cómodo. No hay problema.
¿Qué laterales derechos le gustan?
-El otro día vi el partido del Milán y me encantó Oddo, al que no conocía mucho. Es un portento físico. Sube cuando tiene que subir. También me gusta Daniel Alves, aunque es un poco más anárquico.
¿A quién le recuerda Cúper?
-A un entrenador que tuve en juveniles que se llamaba Alberto Pola. Era muy exigente. En Primera no he tenido ninguno así.
-Sí porque desgraciadamente el año pasado no pude jugar por culpa de la lesión. Sólo me queda medio pie pasa sacar e ir convocado y unas pequeñas molestias que con el paso de las semanas irán remitiendo.
¿Cómo fue la lesión?
-Por desgaste. Es una cuestión congénita porque la cabeza del fémur tiene unas chepas que me producían una rozadura en el interior de la cavidad de la articulación del coxis femoral. Muy extraña en el mundo del fútbol y encontré la solución en Estados Unidos. El doctor me dijo que para estar recuperado de la lesión son siete meses y hasta los 12 meses puedes tener molestias, aunque puedo jugar.
Le recuerdo de su etapa en el Barcelona y pensaba ¡hay que ver cómo corre este hombre en la banda derecha!
-Y no le quepa ninguna duda de que voy a estar igual y seré el jugador que era antes.
¿Donde se forjó como futbolista?
-Estaba en el Figueras y fiché por el Barcelona en el equipo de Segunda B. Hubo una racha de lesiones. No se si se acuerda de Larsson, Motta, Edmilson, Gabri... Rijkaard me subió y ya me quedé ahí. Fue una gran temporada. Encima ganamos la Liga tras tres años.
Y del Barcelona, pasa al Racing...
-En el mes de diciembre. Ahí empezaron las molestias. Tuve que jugar cada partido infiltrado y no sé si en esto hice bien. A lo mejor no se hubiera prolongado tanto la lesión.
¿Por qué se decidió por el Betis?
-Porque desde pequeño siempre me gustó este equipo. Parece un tópico pero es verdad. El conserje del colegio donde yo estudiaba, el Salvador Dalí de Figueres me llamaba 'Betis'. Me decía ¡Betis! porque siempre estaba jugando al fútbol. Era bético. Y encima es un equipo que en España cae muy bien a cualquier aficionado al fútbol.
¿En este tiempo que ha estado apartado de la actividad futbolística me imagino que habrá notado el apoyo de la gente.
-Afortunadamente, todo el mundo me ha apoyado. Cuando uno se encuentra en esta situación, necesita el apoyo familiar y de tu gente cercana; también de la entidad y de los aficionados que en mi caso no tengo ninguna queja.
¿Qué le ha dicho Cúper?
-Habló conmigo y me dijo que confiaba en mí, que me tomase mi tiempo para seguir en este proceso. He estado entrenándome como interior, como lateral...
¿Y dónde preferiría jugar en el Betis?
-Yo soy un futbolista de recorrido. Depende cómo juguemos. Casi prefiero ir de abajo para arriba, como lateral, porque no tengo un desborde especial en corto. Entonces me puede favorecer jugar más de lateral, pero de interior también me siento cómodo. No hay problema.
¿Qué laterales derechos le gustan?
-El otro día vi el partido del Milán y me encantó Oddo, al que no conocía mucho. Es un portento físico. Sube cuando tiene que subir. También me gusta Daniel Alves, aunque es un poco más anárquico.
¿A quién le recuerda Cúper?
-A un entrenador que tuve en juveniles que se llamaba Alberto Pola. Era muy exigente. En Primera no he tenido ninguno así.
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