El equipo de Víctor volvió a dejarse dos puntos por tercera jornada consecutiva en casa en un partido donde mereció ganar, tuvo más de media docena de ocasiones claras, pero también pudo perder ante un Valencia que mejoró notablemente sus prestaciones tras la debacle ante el Éibar. Ceballos lideró a un equipo donde Rubén volvió a no estar atinado de cara a puerta. Los cambios empeoraron, una vez más, al equipo.
Volvía el Betis al Villamarín por tercer partido consecutivo con el objetivo de, por fin, despegarse de la cola de la tabla que lidera y engancharse a la parte noble o tranquila y por cuarta semana consecutiva se quedó en el intento. En un intento donde realmente se vio a un buen Betis, mejor versión que ante el Sporting y que en muchas de las victorias en casa de esta temporada, pero donde los palos, los cambios y un Valencia más que digno hicieron que el marcador no se moviera.
Hoy el Betis, como ante el Barcelona, fue lo contrario de lo que nos ha acostumbrado mediocremente esta temporada: hoy el Betis puso fútbol y falló en pegada, cuando durante toda la temporada ha sido al revés. Con Rubén Pardo por delante de los defensas, liberando a Ceballos en salida de balón, el equipo en fases ofensivas crece a ritmos agigantados y crea muchas ocasiones de gol, no hace mucho recordamos a un Betis que le costaba crear hasta media ocasión de gol. Además de crecer en fases ofensivas, la línea de tres defensas se hace gigante ante el rival y ahora mismo al Betis es muy difícil marcarle gol.
Víctor repitió alineación, la misma que asfixio y volvió mortal al Barcelona, pero hoy sin esa presión tan agresiva a los jugadores rivales esperando que no hiciera falta ante un Valencia con necesidad de sumar de tres en tres. Se esperaba a un Valencia nervioso con el balón, tras el último varapalo pero sorprendentemente se encontró una versión del conjunto che bastante serena y con un buen manejo del balón en zona creativa. Lo que igualó un choque bastante atractivo por momentos, donde chocaban dos estilos distintos pero dos buenas versiones de los dos, y donde hubo muchos ratos de buen fútbol.
El Betis, que fue superior en el completo general, entró peor al partido que su rival pero comenzó a crear ocasiones sin necesitar mucho juego y eso le hizo mejorar y crecer en el partido. El remate a la cruceta de Rubén despertó al Betis que a partir de ahí dominó salvo unos momentos de la primera mitad donde del Valencia reclamó un penalti claro de Pezzella.
El Betis volvió a salir apretando al Valencia en la segunda mitad y se volvió a encontrar con el poste en una buena acción de Piccini y Petros y gozó de varias ocasiones de gol en los primeros 20 minutos. La lesión de Santi Mina frenó ese ímpetu y los cambios que, en vez de dar un respiro al equipo, le terminaron de ahogar hicieron ver a un Betis más vulnerable y cansado al final del encuentro.
Es el Betis más completo de la temporada y aun así los resultados, aunque no son malos, no están acompañando la buena dinámica de juego del equipo. Y hace que el Betis tenga que seguir mirando al precipicio en vez de respirar tranquilos en una posición donde por juego actual merecería estar pero en conjunto global de la temporada no le correspondería.
El uno a uno:
Volvía el Betis al Villamarín por tercer partido consecutivo con el objetivo de, por fin, despegarse de la cola de la tabla que lidera y engancharse a la parte noble o tranquila y por cuarta semana consecutiva se quedó en el intento. En un intento donde realmente se vio a un buen Betis, mejor versión que ante el Sporting y que en muchas de las victorias en casa de esta temporada, pero donde los palos, los cambios y un Valencia más que digno hicieron que el marcador no se moviera.
Hoy el Betis, como ante el Barcelona, fue lo contrario de lo que nos ha acostumbrado mediocremente esta temporada: hoy el Betis puso fútbol y falló en pegada, cuando durante toda la temporada ha sido al revés. Con Rubén Pardo por delante de los defensas, liberando a Ceballos en salida de balón, el equipo en fases ofensivas crece a ritmos agigantados y crea muchas ocasiones de gol, no hace mucho recordamos a un Betis que le costaba crear hasta media ocasión de gol. Además de crecer en fases ofensivas, la línea de tres defensas se hace gigante ante el rival y ahora mismo al Betis es muy difícil marcarle gol.
Víctor repitió alineación, la misma que asfixio y volvió mortal al Barcelona, pero hoy sin esa presión tan agresiva a los jugadores rivales esperando que no hiciera falta ante un Valencia con necesidad de sumar de tres en tres. Se esperaba a un Valencia nervioso con el balón, tras el último varapalo pero sorprendentemente se encontró una versión del conjunto che bastante serena y con un buen manejo del balón en zona creativa. Lo que igualó un choque bastante atractivo por momentos, donde chocaban dos estilos distintos pero dos buenas versiones de los dos, y donde hubo muchos ratos de buen fútbol.
El Betis, que fue superior en el completo general, entró peor al partido que su rival pero comenzó a crear ocasiones sin necesitar mucho juego y eso le hizo mejorar y crecer en el partido. El remate a la cruceta de Rubén despertó al Betis que a partir de ahí dominó salvo unos momentos de la primera mitad donde del Valencia reclamó un penalti claro de Pezzella.
El Betis volvió a salir apretando al Valencia en la segunda mitad y se volvió a encontrar con el poste en una buena acción de Piccini y Petros y gozó de varias ocasiones de gol en los primeros 20 minutos. La lesión de Santi Mina frenó ese ímpetu y los cambios que, en vez de dar un respiro al equipo, le terminaron de ahogar hicieron ver a un Betis más vulnerable y cansado al final del encuentro.
Es el Betis más completo de la temporada y aun así los resultados, aunque no son malos, no están acompañando la buena dinámica de juego del equipo. Y hace que el Betis tenga que seguir mirando al precipicio en vez de respirar tranquilos en una posición donde por juego actual merecería estar pero en conjunto global de la temporada no le correspondería.
El uno a uno:
Comentario