re: Úna mala gestión que cuesta dos puntos 1-1. Crónica Deportivo Coruña - Real Betis
El Betis tiró dos puntos cuando se veía vencedor en Riazor por dos motivos: un error arbitral (no hubo penalti en la acción del empate) y la excesiva tacañería de Víctor (terminó con siete defensas sobre el campo). En un partido sin mucho brillo por parte de ambos equipos, el verdiblanco se adelantó por mediación de Piccini, pero la invitación a atacar por parte de los béticos le dio motivos para soñar con el empate al Deportivo.
Víctor repitió con el 5-4-1 que venció en Málaga, aunque con vuelta a las rotaciones. Brasanac y Donk volvieron al once con Sanabria solo en la punta y Ceballos en la creación. Los primeros minutos de los béticos fueron muy alentadores, dominando la posesión y con mucha presencia en campo rival.
Abriendo mucho el campo, el Betis empezó a llegar con peligro al área rival, sobre todo de la mano de Durmisi. Brasanac también fue de los mejores con balón, colándose entre los defensas. Fue precisamente el serbio el que dispuso de la primera del partido, con un buen remate tras pase de Ceballos que detuvo Lux.
Este dominio se fue diluyendo poco a poco, cuando el equipo verdiblanco empezó a jugar más en largo. El Dépor empezó a triangular cada vez más cerca del área bética, lo que provocó que el la presencia local en el área de Adán fuese cada vez mayor. Andone fue el que tuvo la mejor del primer tiempo, con un remate que se estrelló en el palo tras tocar en Mandi.
Poco después, fue Adán el que tuvo que lucirse al detener el buen disparo de Juanfran. Ceballos se erigía como el único que hacía algo con sentido con la posesión, por lo que el Betis pidió como agua de mayo el descanso para reestructurarse y volver a hacerse con el control del partido.
El inicio del segundo fue una continuación del primero, un Betis apoltronado atrás y dejándole la posesión al Deportivo. El cuadro de Pepe Mel dispuso de otra buena ocasión para adelantarse, gracias a un duro disparo de Çolak al que respondió bien el meta verdiblanco.
Fue cuando el partido se igualó, el Betis encontró el gol. Córner que prolonga Borges y que recoge Piccini, que remata al fondo de las mallas después de que el balón tocara en el propio costarricense. Sin hacer mucho, el equipo de Víctor se vio por delante en Riazor.
El técnico madrileño quiso amarrar estos tres puntos reforzando la defensa con otros dos laterales, entregando la cuchara en los 20 minutos restantes de partido. Los deportivistas se lanzaron al ataque buscando el empate, aunque la acumulación de hombres béticos dificultaba esta tarea. Andone casi lo encuentra con un remate que se marchó lamiendo el palo a falta de cinco minutos.
Fue en el 92' cuando el Betis tiró por la borda la victoria. Centro al área superpoblada y el árbitro señaló penalti por codazo de Pezzella a Borges (no lo pareció). El centrocampista costarricense estableció el empate y puso justicia a lo visto durante los noventa minutos. Un partido en el que el equipo heliopolitano pudo dar un salto en la clasificación se vio lastrado por otra mala gestión de los cambios. Sigue habiendo liga (por desgracia).
El Betis tiró dos puntos cuando se veía vencedor en Riazor por dos motivos: un error arbitral (no hubo penalti en la acción del empate) y la excesiva tacañería de Víctor (terminó con siete defensas sobre el campo). En un partido sin mucho brillo por parte de ambos equipos, el verdiblanco se adelantó por mediación de Piccini, pero la invitación a atacar por parte de los béticos le dio motivos para soñar con el empate al Deportivo.
Víctor repitió con el 5-4-1 que venció en Málaga, aunque con vuelta a las rotaciones. Brasanac y Donk volvieron al once con Sanabria solo en la punta y Ceballos en la creación. Los primeros minutos de los béticos fueron muy alentadores, dominando la posesión y con mucha presencia en campo rival.
Abriendo mucho el campo, el Betis empezó a llegar con peligro al área rival, sobre todo de la mano de Durmisi. Brasanac también fue de los mejores con balón, colándose entre los defensas. Fue precisamente el serbio el que dispuso de la primera del partido, con un buen remate tras pase de Ceballos que detuvo Lux.
Este dominio se fue diluyendo poco a poco, cuando el equipo verdiblanco empezó a jugar más en largo. El Dépor empezó a triangular cada vez más cerca del área bética, lo que provocó que el la presencia local en el área de Adán fuese cada vez mayor. Andone fue el que tuvo la mejor del primer tiempo, con un remate que se estrelló en el palo tras tocar en Mandi.
Poco después, fue Adán el que tuvo que lucirse al detener el buen disparo de Juanfran. Ceballos se erigía como el único que hacía algo con sentido con la posesión, por lo que el Betis pidió como agua de mayo el descanso para reestructurarse y volver a hacerse con el control del partido.
El inicio del segundo fue una continuación del primero, un Betis apoltronado atrás y dejándole la posesión al Deportivo. El cuadro de Pepe Mel dispuso de otra buena ocasión para adelantarse, gracias a un duro disparo de Çolak al que respondió bien el meta verdiblanco.
Fue cuando el partido se igualó, el Betis encontró el gol. Córner que prolonga Borges y que recoge Piccini, que remata al fondo de las mallas después de que el balón tocara en el propio costarricense. Sin hacer mucho, el equipo de Víctor se vio por delante en Riazor.
El técnico madrileño quiso amarrar estos tres puntos reforzando la defensa con otros dos laterales, entregando la cuchara en los 20 minutos restantes de partido. Los deportivistas se lanzaron al ataque buscando el empate, aunque la acumulación de hombres béticos dificultaba esta tarea. Andone casi lo encuentra con un remate que se marchó lamiendo el palo a falta de cinco minutos.
Fue en el 92' cuando el Betis tiró por la borda la victoria. Centro al área superpoblada y el árbitro señaló penalti por codazo de Pezzella a Borges (no lo pareció). El centrocampista costarricense estableció el empate y puso justicia a lo visto durante los noventa minutos. Un partido en el que el equipo heliopolitano pudo dar un salto en la clasificación se vio lastrado por otra mala gestión de los cambios. Sigue habiendo liga (por desgracia).
Comentario