Llega el mes de Enero y la experiencia nos dice que es un periodo de intranquilidad, de temor ante lo que pueda perpetrar el director deportivo de turno. No voy a recordar los nombres de los fichajes de Torrecilla; está claro que no conoce el mercado. Recuerdo que hace unos meses, el prestigioso hombre de fútbol Roberto Dale (antiguo intermediario que conoce el fútbol por dentro), declaró a Radio Sevilla que en Vigo los que sabían de fútbol eran algunos directivos, especialmente el presidente; esto no tendría importancia si hubiésemos comprobado que aquí, el ex director del Celta hubiese realizado fichajes de nivel. Pero no enterarse de que Piccini es una ruina, de que hacía falta al menos un central de categoría, amén de los Zozulya y demás cracks que nos ha traído confirma la apreciación de Dale.
Por eso, este mes es de intranquilidad, porque sabemos que la nave no la dirige gente de fiar en la gestión deportiva. Es perfectamente imaginable que, por ejemplo, se marche Petros y te traigan un sustituto de nivel de Segunda División; como lo es que estén pendientes de Muniesa durante todo el mes de Enero para que al final no fructifique y te traigan otro Pezzzela o similar. Otro tema es el de las salidas: ahora dicen por ahí que quieren recuperar a Nahuel, que por algo no ha jugado nada. Da que pensar.
Repito que la experiencia, año tras año, invita a la preocupación. Dicho lo cual, espero que traigan a tres o cuatro jugadores de una categoría tal que veamos que, con ellos, se corrigen deficiencias que tiene el equipo. Si no son capaces, pueden provocar una catástrofe deportiva.