Incertidumbres en el Betis de Víctor
El triunfo del Deportivo en el cierre de la jornada deja a los verdiblancos a tres puntos del descenso
Por Juan Arbide, 6 de diciembre de 2016 4:23 h.
Hace justo un mes que la etapa del anterior entrenador bético, Gustavo Poyet, quedó vista para sentencia. El equipo verdiblanco había perdido de manera clara por dos a cero en Villarreal. El enfado entre los aficionados era patente y los encargados de mandar en el club se vieron obligados a actuar. Después de una semana desconcertante, el presidente bético, Ángel Haro, y el director deportivo, Miguel Torrecilla, le dieron las llaves del vestuario a Víctor. El madrileño llegó a Sevilla el domingo 13 de noviembre y cinco días más tarde se estrenó con un triunfo liguero frente a Las Palmas. Disputadas catorce jornadas, el Betis tiene 15 puntos. Poyet dejó al equipo con sólo dos puntos de distancia sobre el descenso. Ahora, después de la victoria de anoche del Deportivo de La Coruña, tiene sólo tres de ventaja respecto al Sporting. Hace un año, los verdiblancos contaban con 19 puntos, estaban en mitad de la tabla y le sacaban ocho de diferencia al tercero por la cola.
Dos victorias, un empate y sólo una derrota
La euforia inicial generada por los goles de Bruno y Mandi ante el cuadro canario sufrió un frenazo en seco con la visita a Eibar, cita condicionada por la actuación del árbitro. Con Víctor se abrió también la página copera del Betis en la temporada. Ganaron los verdiblancos por la mínima al Deportivo de La Coruña días antes de que la visita de otro equipo gallego, el Celta, acabara en empate tras 90 minutos plagados de alternativas. Cuatro partidos. Dos triunfos, un empate y una derrota. 360 minutos que han dejado muchas cosas para analizar. Cierta mejoría en algunos aspectos comparados con el triste bagaje de la era Poyet. Pero también la certeza de que Víctor tiene varios frentes abiertos a mejorar. Algunos, con urgencia.
Algún rastro de buen fútbol
En positivo, el Betis ha demostrado que, con sus limitaciones a cuestas, es capaz de presentarle a sus aficionados varios minutos de fútbol digno. El arranque de la segunda parte ante el Celta sirvió de ejemplo. Intensidad, velocidad y fútbol directo se dieron la mano, aunque no hubo la continuidad necesaria para cerrar el marcador a favor. La prioridad de Víctor parece estar clara. Dar la pelota al rival y tratar de robar en el centro del campo para salir a la contra.
Rubén Castro y Sanabria entran en escena
Una de las noticias más esperanzadoras que ha dejado la llegada de Víctor afecta al ataque. Rubén Castro lleva dos jornadas seguidas marcando. Además, el canario parece disfrutar de nuevo del fútbol. Ubicado cerca del área, alejado de las bandas, Rubén se sintió cómodo ante el Celta. Estableció conexiones con otros compañeros de ataque. Dani Ceballos le ofreció un buen pase entre líneas que el canario convirtió en un remate al palo. Poco después, fue el propio Rubén el que asistió a Sanabria en el arranque del segundo gol bético. El paraguayo podría convertirse en un buen aliado para el fútbol de Rubén.
Acierto a través de la estrategia
De los siete goles que ha anotado el Betis con Víctor, tres llegaron a través de acciones a balón parado. Tres centrales, Bruno, Mandi y Pezzella, sacaron provecho de los óptimos lanzamientos desde la esquina de Joaquín. Para los equipos en construcción como el Betis actual, la estrategia se presenta como uno de los caminos más corto para ganar en confianza y resultados.
Fragilidad defensiva
A pocos se le escapa el grave problema que arrastra el Betis desde hace tiempo en defensa. Las malas sensaciones se corroboran con los números. 28 goles ha encajado el equipo verdiblanco, los mismos que el Sporting. Sólo los dos últimos, Granada y Osasuna, con 30 y 29 respectivamente, han encajado más. La media bética es terrible. Dos goles por partido, lo que obliga a marcar tres si se quiere ganar. Y ni haciéndolo, como pasó el domingo, se garantiza la victoria.
El problema de empezar mal
Ante el Celta, los verdiblancos regalaron la primera media hora. Por fortuna para ellos, los de Berizzo no ampliaron su ventaja y dejaron el partido abierto. En Eibar pasó algo similar, aunque siempre queda la coartada de la expulsión de Piccini. Pero Víctor debe hacer ver a los futbolistas que regalar minutos es el camino más corto para perder.
Un sistema planteado para no sufrir atrás
Varios equipos de la Primera división se han apuntado a la moda de jugar con una defensa de tres centrales y dos laterales. Víctor ya ha utilizado a todos sus efectivos en el centro de la zaga, incluido el canterano José Carlos. Cierto es que ante Las Palmas el equipo no sufrió mucho acoso. Pero Eibar, Celta y, en menor medida, el Deportivo, crearon peligro. En ocasiones, el equipo recula muchos metros y los once futbolistas quedan por detrás del balón. Luego está el asunto de las marcas individuales. Los defensas se han especializado en otorgar ventaja a los delanteros rivales. Pasó en Eibar, pero ante el Celta se agravó de manera alarmante. Los centrales quedaron retratados en los tres tantos gallegos. La imagen del primer gol del partido, con la pelota paseándose por el área pequeña sin que nadie hiciera nada, será complicada de olvidar.
Enganchar dos triunfos de manera consecutiva
El objetivo marcado por los que mandan en el club habla de acabar la temporada entre los diez primeros. Con la media actual de puntos tan sólo se podría hablar de permanencia a secas. El Betis, a día de hoy, vive en el vagón de cola de LaLiga. Lo dicen los números. Para cambiarle la cara a las estadísticas, los verdiblancos tienen que empezar por sumar de seis en seis, es decir, intentar lograr dos victorias consecutivas, algo que no ocurre desde los inicios de la pasada temporada.
El triunfo del Deportivo en el cierre de la jornada deja a los verdiblancos a tres puntos del descenso
Por Juan Arbide, 6 de diciembre de 2016 4:23 h.
Hace justo un mes que la etapa del anterior entrenador bético, Gustavo Poyet, quedó vista para sentencia. El equipo verdiblanco había perdido de manera clara por dos a cero en Villarreal. El enfado entre los aficionados era patente y los encargados de mandar en el club se vieron obligados a actuar. Después de una semana desconcertante, el presidente bético, Ángel Haro, y el director deportivo, Miguel Torrecilla, le dieron las llaves del vestuario a Víctor. El madrileño llegó a Sevilla el domingo 13 de noviembre y cinco días más tarde se estrenó con un triunfo liguero frente a Las Palmas. Disputadas catorce jornadas, el Betis tiene 15 puntos. Poyet dejó al equipo con sólo dos puntos de distancia sobre el descenso. Ahora, después de la victoria de anoche del Deportivo de La Coruña, tiene sólo tres de ventaja respecto al Sporting. Hace un año, los verdiblancos contaban con 19 puntos, estaban en mitad de la tabla y le sacaban ocho de diferencia al tercero por la cola.
Dos victorias, un empate y sólo una derrota
La euforia inicial generada por los goles de Bruno y Mandi ante el cuadro canario sufrió un frenazo en seco con la visita a Eibar, cita condicionada por la actuación del árbitro. Con Víctor se abrió también la página copera del Betis en la temporada. Ganaron los verdiblancos por la mínima al Deportivo de La Coruña días antes de que la visita de otro equipo gallego, el Celta, acabara en empate tras 90 minutos plagados de alternativas. Cuatro partidos. Dos triunfos, un empate y una derrota. 360 minutos que han dejado muchas cosas para analizar. Cierta mejoría en algunos aspectos comparados con el triste bagaje de la era Poyet. Pero también la certeza de que Víctor tiene varios frentes abiertos a mejorar. Algunos, con urgencia.
Algún rastro de buen fútbol
En positivo, el Betis ha demostrado que, con sus limitaciones a cuestas, es capaz de presentarle a sus aficionados varios minutos de fútbol digno. El arranque de la segunda parte ante el Celta sirvió de ejemplo. Intensidad, velocidad y fútbol directo se dieron la mano, aunque no hubo la continuidad necesaria para cerrar el marcador a favor. La prioridad de Víctor parece estar clara. Dar la pelota al rival y tratar de robar en el centro del campo para salir a la contra.
Rubén Castro y Sanabria entran en escena
Una de las noticias más esperanzadoras que ha dejado la llegada de Víctor afecta al ataque. Rubén Castro lleva dos jornadas seguidas marcando. Además, el canario parece disfrutar de nuevo del fútbol. Ubicado cerca del área, alejado de las bandas, Rubén se sintió cómodo ante el Celta. Estableció conexiones con otros compañeros de ataque. Dani Ceballos le ofreció un buen pase entre líneas que el canario convirtió en un remate al palo. Poco después, fue el propio Rubén el que asistió a Sanabria en el arranque del segundo gol bético. El paraguayo podría convertirse en un buen aliado para el fútbol de Rubén.
Acierto a través de la estrategia
De los siete goles que ha anotado el Betis con Víctor, tres llegaron a través de acciones a balón parado. Tres centrales, Bruno, Mandi y Pezzella, sacaron provecho de los óptimos lanzamientos desde la esquina de Joaquín. Para los equipos en construcción como el Betis actual, la estrategia se presenta como uno de los caminos más corto para ganar en confianza y resultados.
Fragilidad defensiva
A pocos se le escapa el grave problema que arrastra el Betis desde hace tiempo en defensa. Las malas sensaciones se corroboran con los números. 28 goles ha encajado el equipo verdiblanco, los mismos que el Sporting. Sólo los dos últimos, Granada y Osasuna, con 30 y 29 respectivamente, han encajado más. La media bética es terrible. Dos goles por partido, lo que obliga a marcar tres si se quiere ganar. Y ni haciéndolo, como pasó el domingo, se garantiza la victoria.
El problema de empezar mal
Ante el Celta, los verdiblancos regalaron la primera media hora. Por fortuna para ellos, los de Berizzo no ampliaron su ventaja y dejaron el partido abierto. En Eibar pasó algo similar, aunque siempre queda la coartada de la expulsión de Piccini. Pero Víctor debe hacer ver a los futbolistas que regalar minutos es el camino más corto para perder.
Un sistema planteado para no sufrir atrás
Varios equipos de la Primera división se han apuntado a la moda de jugar con una defensa de tres centrales y dos laterales. Víctor ya ha utilizado a todos sus efectivos en el centro de la zaga, incluido el canterano José Carlos. Cierto es que ante Las Palmas el equipo no sufrió mucho acoso. Pero Eibar, Celta y, en menor medida, el Deportivo, crearon peligro. En ocasiones, el equipo recula muchos metros y los once futbolistas quedan por detrás del balón. Luego está el asunto de las marcas individuales. Los defensas se han especializado en otorgar ventaja a los delanteros rivales. Pasó en Eibar, pero ante el Celta se agravó de manera alarmante. Los centrales quedaron retratados en los tres tantos gallegos. La imagen del primer gol del partido, con la pelota paseándose por el área pequeña sin que nadie hiciera nada, será complicada de olvidar.
Enganchar dos triunfos de manera consecutiva
El objetivo marcado por los que mandan en el club habla de acabar la temporada entre los diez primeros. Con la media actual de puntos tan sólo se podría hablar de permanencia a secas. El Betis, a día de hoy, vive en el vagón de cola de LaLiga. Lo dicen los números. Para cambiarle la cara a las estadísticas, los verdiblancos tienen que empezar por sumar de seis en seis, es decir, intentar lograr dos victorias consecutivas, algo que no ocurre desde los inicios de la pasada temporada.
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