Víctor Sánchez del Amo llegó a Sevilla con la fama de ser un técnico camaleónico, que adaptaba su equipo en función de las circunstancias y el rival. Hasta ahora, se había mantenido fiel a un 5-3-2 que había dado más resultados que fútbol, pero hoy ha cambiado el esquema durante el partido a un 4-3-3 que desató los mejores minutos de los verdiblancos en toda la temporada.
El Betis inició el partido agazapado, totalmente a merced a un Celta que le costó muy poco adelantarse en el marcador por un despiste defensivo. La grada agarró por la solapa a los suyos y les hizo ver que tenían que irse arriba para sacar algo positivo. Y eso hicieron, de mano de un excelso Dani Ceballos que se conectó a las mil maravillas con el ataque y un Petros que supo constantemente qué cable tocar. Los locales terminaron el primer tiempo en el área rival en busca de la victoria.
Víctor leyó esto y cambió el esquema a cuatro defensas para cerrar el agujero por la derecha que había creado Bongonda y dar más presencia arriba a un equipo lanzado. Con un juego directo y muy agresivo en la presión, encerró a los de Berizzo atrás (incluso perdonando en varias oportunidades), pero la fragilidad atrás de los verdiblancos terminó siendo un acicate demasiado pesado. Después de este cambio de estilo, toca ver cómo evoluciona el equipo a partir de ahora.
Uno a uno
El Betis inició el partido agazapado, totalmente a merced a un Celta que le costó muy poco adelantarse en el marcador por un despiste defensivo. La grada agarró por la solapa a los suyos y les hizo ver que tenían que irse arriba para sacar algo positivo. Y eso hicieron, de mano de un excelso Dani Ceballos que se conectó a las mil maravillas con el ataque y un Petros que supo constantemente qué cable tocar. Los locales terminaron el primer tiempo en el área rival en busca de la victoria.
Víctor leyó esto y cambió el esquema a cuatro defensas para cerrar el agujero por la derecha que había creado Bongonda y dar más presencia arriba a un equipo lanzado. Con un juego directo y muy agresivo en la presión, encerró a los de Berizzo atrás (incluso perdonando en varias oportunidades), pero la fragilidad atrás de los verdiblancos terminó siendo un acicate demasiado pesado. Después de este cambio de estilo, toca ver cómo evoluciona el equipo a partir de ahora.
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