Israel, campeón de Copa en 2005, anuncia su retirada del fútbol a los 29 años

Sólo tiene 29 años, se encuentra actualmente en el que debería de ser el periodo de madurez de un futbolista, pero la dura realidad en forma de lesiones ha dictado sentencia. Israel Bascón, que debutó en el Betis con sólo 17 años, formando parte de la plantilla que en 2005 ganó la Copa del Rey y que consiguió la histórica clasificación para la Liga de Campeones, se retira del fútbol, y no lo hace ni mucho menos por decisión propia, son los médicos los que aseguran que su rodilla izquierda no está en condiciones de aguantar la exigencia física que requiere el fútbol de alto nivel.


Los dos últimos años no han sido fáciles para el utrerano, cuyo último club ha sido el Albacete. Ha soportando tres operaciones en todo este periodo, causadas por dos roturas seguidas en el ligamento cruzado que lo han tenido dos temporadas enteras sin disputar ni un solo partido oficial.
“No es la noticia que quería escuchar porque soy un deportista joven al que todavía le podían quedar cuatro o cinco temporadas de fútbol, poco a poco lo he ido asimilando“, explica Israel. En cualquier caso al utrerano no le quedará la duda de haber puesto todo de su parte para recuperarse y tratar de volver a los terrenos de juego, como él mismo cuenta: “He intentado por todos los medios volver a jugar pero ha sido imposible, a poco que hacía un esfuerzo comenzaban los dolores y las inflamaciones en la rodilla, lo hemos probado todo”.
Ahora es el momento para que el utrerano comience a perseguir el que es otro de sus sueños, convertirse en entrenador y de esta manera poder seguir vinculado al mundo del fútbol. Ya ha completado el nivel 1 del curso de entrenador, por lo que puede entrenar a equipos de categorías inferiores, aunque no piensa quedarse ahí y seguir adelante en el camino que lo lleve a los banquillos.
A la hora de elegir un momento emotivo en su carrera, se queda con sus comienzos en el primer equipo del Betis: “Ahora es cuando me doy cuenta del valor que tiene haber debutado al máximo nivel con sólo 17 años y de poder haber ganado un título con mi equipo de toda la vida. Tengo las camisetas de aquella Champions guardadas como recuerdo. Lo que más me pesa es no haberme podido retirar como todo el mundo sueña, sobre el terreno de juego y ovacionado por el público”.