Increíble día de presentación de un nuevo entrenador del Real Betis Balompié.
Un día que en cualquier club normal del mundo es para dar la bienvenida a los nuevos técnicos, analizar su propuesta de fútbol, sopesar si aportará positivamente o no, desentrañar los problemas de la plantilla y por qué se ha cesado el antiguo mister, etc. Aquí por arte de magia y de los periodistas, ayudados por el presidente, se convierte en un duelo de orgullos y de titulares como "Carne fresca para la trituradora", que aunque en el fondo viene a llamar por la unidad, deja claro lo que vende en este club.
Increíble que periodistas, por encima del deber de informar sobre la noticia del día, se dediquen a defender sus puntos de vista y a justificar sus críticas feroces.
Todo ello, según mi punto de vista, porque su atacado orgullo les importa más que el Betis, porque este no les duele, por las razones que sean.
Es cierto que el presidente tampoco ayuda, pero al menos él llama a la unidad del beticismo; pero nosotros damos por sentado que solo lo mueven intereses personales, y le seguimos el juego a la prensa.
Así es imposible que haya unidad, es imposible que ningún entrenador triunfe, que ningún jugador se sienta a gusto, si arrastran el nombre de nuestro club diariamente por un lodazal y la mitad del estadio lo ve normal.
Poyet merecía ser destituido, perfecto. Pero no que cualquier hecho criticable, se convierta en una campaña de desestabilización contra un signo tan importante de la ciudad como es el Betis. ¿Os imagináis que la prensa se dedicara a criticar La Giralda a diario porque la hicieron los árabes?.
Victor seré yo el que te dé la bienvenida al club, ya que otros no se dignan, esperemos que los resultados sean positivos en contra del ambiente general, y que desaparezcan los fantasmas que vemos a diario.
A Torrecilla ya tendremos tiempo de analizarlo a final de temporada, y las intenciones de los dirigentes ya las averiguaremos con Hechos.
Mucho Betis!.
Un día que en cualquier club normal del mundo es para dar la bienvenida a los nuevos técnicos, analizar su propuesta de fútbol, sopesar si aportará positivamente o no, desentrañar los problemas de la plantilla y por qué se ha cesado el antiguo mister, etc. Aquí por arte de magia y de los periodistas, ayudados por el presidente, se convierte en un duelo de orgullos y de titulares como "Carne fresca para la trituradora", que aunque en el fondo viene a llamar por la unidad, deja claro lo que vende en este club.
Increíble que periodistas, por encima del deber de informar sobre la noticia del día, se dediquen a defender sus puntos de vista y a justificar sus críticas feroces.
Todo ello, según mi punto de vista, porque su atacado orgullo les importa más que el Betis, porque este no les duele, por las razones que sean.
Es cierto que el presidente tampoco ayuda, pero al menos él llama a la unidad del beticismo; pero nosotros damos por sentado que solo lo mueven intereses personales, y le seguimos el juego a la prensa.
Así es imposible que haya unidad, es imposible que ningún entrenador triunfe, que ningún jugador se sienta a gusto, si arrastran el nombre de nuestro club diariamente por un lodazal y la mitad del estadio lo ve normal.
Poyet merecía ser destituido, perfecto. Pero no que cualquier hecho criticable, se convierta en una campaña de desestabilización contra un signo tan importante de la ciudad como es el Betis. ¿Os imagináis que la prensa se dedicara a criticar La Giralda a diario porque la hicieron los árabes?.
Victor seré yo el que te dé la bienvenida al club, ya que otros no se dignan, esperemos que los resultados sean positivos en contra del ambiente general, y que desaparezcan los fantasmas que vemos a diario.
A Torrecilla ya tendremos tiempo de analizarlo a final de temporada, y las intenciones de los dirigentes ya las averiguaremos con Hechos.
Mucho Betis!.
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