Mandi, Felipe, Jonas y Sanabria, intocables para Poyet, todavía no han rendido por diferentes motivos
Gustavo Poyet utilizó, como todos los entrenadores, la pretemporada para buscar su once tipo. Fue moldeando el equipo durante los amistosos veraniegos hasta que llegó el partido del Barcelona de la primera jornada de LaLiga. Ahí puso Poyet algo parecido a lo que tenía en mente, con el matiz de que enfrente estaba el Barcelona y varió la línea defensiva. Pero el equipo fue el siguiente: Adán; Cejudo, Bruno, Pezzella, Mandi, Durmisi; Petros, Felipe, Jonas; Sanabria y Rubén Castro. Desde un primer instante el uruguayo tuvo claro que su pareja de centrales sería la formada por Pezzella y Mandi, así como que Felipe Gutiérrez y Jonas serían clave en el centro del campo, con Sanabria fijo arriba. Pero por unas cosas y otras (lesiones y bajo nivel), lo cierto es que esos que estaban llamados a ser pesos pesados no lo han sido todavía.
Empezando por la defensa, Mandi, la gran apuesta, no ha demostrado esa contundencia y solvencia de la que se hablaba. En el centro del campo no llegó ese sustituto de Ndiaye por lo que Petros, aunque al principio no fuera del gusto de Poyet, es fijo pero sus compañeros no han estado finos. Ni Felipe Gutiérrez, prácticamente intocable para el técnico, ni Jonas Martin, quien ha estado lesionado y tras recuperarse ha desentonado bastante. Arriba, para Poyet Sanabria era el hombre referencia, como ya ha demostrado colocando a Rubén Castro en la izquierda y dejándolo, incluso, en el banquillo. Pero las lesiones han lastrado el nivel de un Sanabria que, aunque en los dos últimos partidos ha sido titular, está lejos del rendimiento que debe dar el fichaje más caro de esta temporada. Hay tiempo por delante, pero al menos los que son fijos para Poyet deben comenzar a rendir, aparte de que el entrenador también debería meter en la dinámica a Ceballos y otros fichajes como Donk, Zozulia o Nahuel, quienes prácticamente no han aparecido.
Gustavo Poyet utilizó, como todos los entrenadores, la pretemporada para buscar su once tipo. Fue moldeando el equipo durante los amistosos veraniegos hasta que llegó el partido del Barcelona de la primera jornada de LaLiga. Ahí puso Poyet algo parecido a lo que tenía en mente, con el matiz de que enfrente estaba el Barcelona y varió la línea defensiva. Pero el equipo fue el siguiente: Adán; Cejudo, Bruno, Pezzella, Mandi, Durmisi; Petros, Felipe, Jonas; Sanabria y Rubén Castro. Desde un primer instante el uruguayo tuvo claro que su pareja de centrales sería la formada por Pezzella y Mandi, así como que Felipe Gutiérrez y Jonas serían clave en el centro del campo, con Sanabria fijo arriba. Pero por unas cosas y otras (lesiones y bajo nivel), lo cierto es que esos que estaban llamados a ser pesos pesados no lo han sido todavía.
Empezando por la defensa, Mandi, la gran apuesta, no ha demostrado esa contundencia y solvencia de la que se hablaba. En el centro del campo no llegó ese sustituto de Ndiaye por lo que Petros, aunque al principio no fuera del gusto de Poyet, es fijo pero sus compañeros no han estado finos. Ni Felipe Gutiérrez, prácticamente intocable para el técnico, ni Jonas Martin, quien ha estado lesionado y tras recuperarse ha desentonado bastante. Arriba, para Poyet Sanabria era el hombre referencia, como ya ha demostrado colocando a Rubén Castro en la izquierda y dejándolo, incluso, en el banquillo. Pero las lesiones han lastrado el nivel de un Sanabria que, aunque en los dos últimos partidos ha sido titular, está lejos del rendimiento que debe dar el fichaje más caro de esta temporada. Hay tiempo por delante, pero al menos los que son fijos para Poyet deben comenzar a rendir, aparte de que el entrenador también debería meter en la dinámica a Ceballos y otros fichajes como Donk, Zozulia o Nahuel, quienes prácticamente no han aparecido.
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