La operación urbanística del Betis no dará beneficios

Una mayoría política se muestra a favor siempre que se use para hacer el estadio

La operación urbanística que actualmente negocian el gobierno de la ciudad y el Real Betis Balompié, adelantada ayer por este periódico, contaría con el beneplácito de la mayoría de partidos políticos del Ayuntamiento siempre que se garantice que la transferencia del solar de Preferencia al club no genere beneficios para la entidad, sino que sirva exclusivamente para sufragar la conclusión del estadio Benito Villamarín siguiendo el proyecto de Antonio González Cordón.Por el momento, los contactos son incipientes y se han mantenido varias reuniones para plantear la fórmula y los plazos. Fuentes municipales reiteran que la filosofía que se aplicará es la recogida en el convenio de 2008 que desarrolló Emilio Carrillo, aunque habrá que actualizar muchos aspectos.

En todo caso, la donación de la explanada será la última fase de un proceso que comenzará oficialmente cuando el Betis presente el proyecto modificado de Gol Sur.

Según pudo saber ayer ABC, el club plantea la posibilidad de cambiar la idea original de la llamada Torre Betis por una reforma de la nueva grada que le permita incluir usos terciarios en la planta baja y la primera, donde se ubicaría un gimnasio para socios. Posteriormente, una vez que se hayan dado los pasos para construir la nueva grada de Preferencia, los terrenos anexos, que ya son urbanizables, pasarían al Betis. La operación, que no generaría dividendos para el club, es bien vista por una amplia mayoría de concejales.


La tasación del suelo será clave

Urbanismo tiene actualmente hecha una tasación de los suelos, como ocurre con todos los que son de su titularidad, para que la operación tenga una valoración económica cuando se lleve a cabo. Eso no quiere decir que la cantidad de dicha tasación sea la real del mercado, sino la que se aplicará oficialmente para el convenio definitivo y a efectos fiscales. No obstante, esa cifra todavía se tiene que negociar y el Betis aportará su propia tasación cuando llegue el momento, ya que el proceso no es urgente y hasta que se ejecute todavía tendrán que pasar varios años. Desde el Ayuntamiento aseguran que «esta fase todavía está muy verde», aunque ya está sobre la mesa.

La operación urbanística del Betis no dará beneficios

El delegado de Hábitat Urbano del Ayuntamiento, Antonio Muñoz, confirmó ayer oficialmente la noticia adelantada por ABC sobre la reapertura de las conversaciones para desbloquear el solar de aparcamientos que hay junto a la grada de Preferencia del estadio Benito Villamarín, aunque pidió prudencia porque el proceso es muy complejo y todavía está todo por dirimir en la mesa de contactos.

Muñoz ratificó públicamente que las conversaciones se han producido tras la solicitud realizada por el Real Betis Balompié para retomar una recalificación que lleva años enquistada y que ha visto caducar ya dos convenios urbanísticos, uno en 2003 y otro en 2008. Aunque las posturas todavía son de tanteo, como también avanzó este periódico, ya que para llegar a ese punto hay que superar una larga tramitación administrativa y política, el club heliopolitano sí ha presentado ya documentación para obtener la licencia del Gol Sur incluyendo cambios sustanciales.

Muñoz explicó que el Betis tiene que presentar ahora el nuevo proyecto modificado, en el que se dotaría de usos terciarios a parte de la nueva edificación. Este es el único movimiento oficial que se ha producido hasta ahora, como viene informando ABC. La intención de los verdiblancos es que las plantas baja y primera de la nueva grada acojan un gimnasio para socios y distintos espacios comerciales, para lo que se requiere la presentación de un proyecto de reforma del diseño original del arquitecto Antonio González Cordón. Durante esas reuniones, que se vienen celebrando desde el mes de mayo, también se ha retomado el proyecto de recalificación del solar, que sigue pendiente y que continúa siendo de titularidad municipal. Muñoz recalcó que se trata de una operación «muy compleja» y que el gobierno socialista no tomará decisiones a la ligera.