Alex Alegría cerró una semana mágica con una actuación brillante en la primera victoria del Betis en el Villamarín gracias al gol de Joaquín. Partido muy accidentado, otra vez, donde los jugadores del Betis llegaron muy justos a los últimos veinte minutos.
El Betis completó el ciclo de tres partidos en siete días con una victoria muy trabajada pese a las muchas bajas con las que contaba y pese a las consecuencias del sobreesfuerzo del derbi. Por primera vez en la temporada, se vio a un Betis más controlador, sabiendo manejar los tempos del partido, sobre todo, a partir del gol de Joaquín.
El equipo de Poyet contaba con varios hándicaps como los nervios de días atrás y la obsesión por conseguir la victoria pero los jugadores supieron manejarlos con criterio.
Se vio la imagen de un Betis, que a partir de gol, supo cerrar la brecha donde Juanpi hacía estragos en la primera media hora y se hizo mucho más fuerte atrás. La entrada de Donk, además reforzó la seguridad defensiva e hizo mejorar a su compañero en la zaga, Bruno.
Con una seguridad defensiva fuerte y con un hombre como Alex Alegría transformando pelotazos en bombas de oxígeno para sus compañeros el Betis sobrevivió a un Málaga, que está muy lejos de lo que puede ser, pese a los contratiempos y lesiones.
Antes del gol el Betis, que se situó en el campo con un claro 4-2-3-1, se expuso demasiado a los hombres creativos del Málaga de tres cuartos para poder generar superioridad en ataque. Se situaban Petros y Felipe en el doble pivote en tareas defensivas pero con balón, Felipe se descolgada para generar un 2 vs 1 en el centro y dejar siempre a uno de los bandas del Betis con ventaja ante su marcador. Esto le funcionó al Betis llegando bien y provocando no pocos saques de esquina pero cada jugada sin acabar era un ataque peligroso del Málaga que no supo aprovechar.
El gol de Joaquín, precedido de una jugada donde hay falta a Sandro, hizo justicia en el marcador. A partir de ahí, salvo por el susto del disparo cruzado de Kuzmanovic tras una asistencia maravillosa de Juanpi, el Betis supo sufrir y cerró bien los ataques de los malagueños, sabiendo, además, manejar los nervios y el cansancio del equipo visitante que solo a balón parado pareció tener la ocasión de meterse en el partido.
El Betis, por fin, consiguió la victoria en el Villamarín que se le resistió, aunque la mereció ante Deportivo y Granada, y continua invicto en lo que debe ser un fortín esta temporada. El Betis cada partido va mejorando su versión, cada vez más competitiva pese a las bajas, y va dejando mejor sabor de boca a una afición que comienza a creer en este equipo.
El uno a uno:
El Betis completó el ciclo de tres partidos en siete días con una victoria muy trabajada pese a las muchas bajas con las que contaba y pese a las consecuencias del sobreesfuerzo del derbi. Por primera vez en la temporada, se vio a un Betis más controlador, sabiendo manejar los tempos del partido, sobre todo, a partir del gol de Joaquín.
El equipo de Poyet contaba con varios hándicaps como los nervios de días atrás y la obsesión por conseguir la victoria pero los jugadores supieron manejarlos con criterio.
Se vio la imagen de un Betis, que a partir de gol, supo cerrar la brecha donde Juanpi hacía estragos en la primera media hora y se hizo mucho más fuerte atrás. La entrada de Donk, además reforzó la seguridad defensiva e hizo mejorar a su compañero en la zaga, Bruno.
Con una seguridad defensiva fuerte y con un hombre como Alex Alegría transformando pelotazos en bombas de oxígeno para sus compañeros el Betis sobrevivió a un Málaga, que está muy lejos de lo que puede ser, pese a los contratiempos y lesiones.
Antes del gol el Betis, que se situó en el campo con un claro 4-2-3-1, se expuso demasiado a los hombres creativos del Málaga de tres cuartos para poder generar superioridad en ataque. Se situaban Petros y Felipe en el doble pivote en tareas defensivas pero con balón, Felipe se descolgada para generar un 2 vs 1 en el centro y dejar siempre a uno de los bandas del Betis con ventaja ante su marcador. Esto le funcionó al Betis llegando bien y provocando no pocos saques de esquina pero cada jugada sin acabar era un ataque peligroso del Málaga que no supo aprovechar.
El gol de Joaquín, precedido de una jugada donde hay falta a Sandro, hizo justicia en el marcador. A partir de ahí, salvo por el susto del disparo cruzado de Kuzmanovic tras una asistencia maravillosa de Juanpi, el Betis supo sufrir y cerró bien los ataques de los malagueños, sabiendo, además, manejar los nervios y el cansancio del equipo visitante que solo a balón parado pareció tener la ocasión de meterse en el partido.
El Betis, por fin, consiguió la victoria en el Villamarín que se le resistió, aunque la mereció ante Deportivo y Granada, y continua invicto en lo que debe ser un fortín esta temporada. El Betis cada partido va mejorando su versión, cada vez más competitiva pese a las bajas, y va dejando mejor sabor de boca a una afición que comienza a creer en este equipo.
El uno a uno:
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