El acuerdo urbanístico entre el Ayuntamiento y el Real Betis Balompié ha dado varios pasos al frente en el último mes y, tras varias reuniones entre miembros del gobierno municipal y responsables del club, el proyecto de desarrollo del estadio Benito Villamarín y su entorno está ya en manos de los servicios jurídicos del Ayuntamiento, que tiene que estudiar ahora si la propuesta que ha realizado el Betis es viable. Las conversaciones entre ambas partes todavía no han dado ningún resultado concreto, pero sí han servido para aclarar las posturas de los dos interesados. El Betis solicita al Ayuntamiento la cesión del solar anexo al estadio, actualmente un aparcamiento en superficie, pero la administración local le plantea una permuta, de manera que se pueda llegar a un acuerdo intercambiándose activos que tengan el mismo valor que el suelo que el club pretende.

Todo el proceso lo está coordinando el despacho de abogados Cuatrecasas, pero en las últimas semanas también se han producido reuniones directas entre el Ayuntamiento y el Betis. La última de ellas, donde se trató de forma concreta los términos de la futura permuta, se celebró hace un par de semanas y participaron el secretario municipal, Luis Enrique Flores, y dos consejeros verdiblancos: el arquitecto Tomás Solano, responsable de las cuestiones urbanísticas en el club, y el abogado Ernesto Sanguino.

El gobierno municipal ha confirmado a este periódico que las negociaciones están en marcha, aunque todavía no hay ningún acuerdo concreto. No obstante, fuentes del Ayuntamiento aseguran que la propuesta de permuta que actualmente se está barajando cuenta con el beneplácito del gobierno de Juan Espadas, por lo que estaría simplemente a expensas del dictamen jurídico que hagan los funcionarios municipales. Desde el Betis también confirmaron ayer oficialmente estos contactos a ABC, aunque recalcaron que no se ha llegado todavía a ningún convenio y por el momento no hay nada firmado.

El proyecto que quiere llevar a cabo el club parte de la iniciativa denominada «Complejo Heliópolis» que ya se presentó cuando era responsable de Urbanismo en el Ayuntamiento el socialista Emilio Carrillo. Sin embargo, los términos se están renegociando. En aquel plan firmado en 2008 se contemplaba la cesión de la explanada que hay junto a la grada de Preferencia a la sociedad verdiblanca por parte de Urbanismo. Pero antes el Betis tenía que cumplir una serie de requisitos, entre ellos la culminación de las obras del estadio. Tras solicitar la licencia para derribar el antiguo Gol Sur y construir el nuevo, el actual presidente de la entidad helipolitana, Ángel Haro, planteó al alcalde la posibilidad de retomar aquel viejo acuerdo. Y en ese punto comenzaron los contactos, que se han producido desde el mes de julio y que han llegado ya a una fase de trabajo de campo que podría culminar a lo largo de este año.

El plan ha sufrido varias modificaciones importantes en todo este proceso. El Betis cumplió con la exigencia que le hizo la Gerencia de Urbanismo de presentar el proyecto modificado de la nueva grada de Gol Sur y, a partir de ahí, se sentó a escuchar las opciones que planteaba el club. La hora de ruta incluye la reconstrucción también de la grada de Preferencia para culminar el estadio que diseñó el arquitecto Antonio González Cordón, incluida la cubierta. Pero esta operación no condiciona la de la permuta del solar, ya que en estos momentos su propietario, que es el Ayuntamiento, no tiene dinero para urbanizar ese espacio y entre las posibilidades que se han puesto sobre la mesa de negociación está la opción de que el Betis ceda algunos locales del futuro edificio que se construirá ahí para uso municipal.

Todo está, de todas formas, en una fase incipiente, pero la predisposición por las dos partes para llegar a un punto común está clara. El Betis tiene el anhelo histórico de incluir esa parcela en una misma unidad registrar, urbanística y patrimonial junto con el estadio y de construir ahí oficinas, un gimnasio y un centro comercial, entre otras cosas. El suelo tiene, según el PGOU, una edificabilidad de un 20 por ciento de espacios lucrativos y un 80 por ciento de espacios deportivos. La explotación del recinto y el incremento del valor patrimonial del club le permitirían dar un salto cualitativo de primer nivel, pero el Ayuntamiento también tiene que tener su contraprestación para que la operación pueda ser aprobada por el Pleno.

La permuta es por el momento la alternativa más viable. De hecho, la negociación se centra en estos momentos en esa posibilidad y la administración local espera la oferta del Betis para cerrar el pacto, de manera que, más de una década después de que se comenzara a hablar de este asunto, Espadas está más cerca que nunca de desbloquearlo.