Empate y dos puntos que vuelan de casa en un partido muy loco, de esos que por regla general no gustan a los entrenadores porque en ningún momento pudieron controlar al rival. De este partido seguramente habrá dos lecturas o más (como en casi todo). Unos dirán que no saben como no se ganó el partido con la cantidad de oportunidades y el acoso constante al que sometió al Granada y otros dirán que han volado dos puntos ante un rival con diez jugadores y ambas son correctas. Las dudas que nos pueden quedar es por qué. ¿Por qué el equipo mostró esa debilidad para encajar dos goles en media hora? ¿Por qué un simple cambio le dio otra cara al equipo y por qué Poyet no planteó el partido ya con ese cambio de origen, más ofensivo aprovechando el jugar de local?
La verdad es que aunque estoy descontento con el resultado y pienso que eran tres puntos que no se deberían haber escapado, no estoy descontento con el partido del equipo ni con su actitud. Por supuesto hubo errores, para mí el principal es la falta de acierto ante el gol que fue casi insultante. El Betis tiró 22 veces, por 15 del equipo granadino y sin embargo a puerta el rival tiró más que el Betis. Y al final eso fue lo que decidió el partido. La pegada.
La pegada que tuvo Carcela-González al quebrar a Durmisi y batir a Adán. Podemos pedirle a Durmisi que debía estar más cerca del habilidoso extremo en el cambio de juego o que en lugar de cerrarle la banda como hizo, le cerrara el centro, hacia donde tiene su pierna buena y podríamos hacerlo con razón pero lo cierto es que el control, el cambio de ritmo y el disparo fueron muy buenos. Pegada. Aprovechó que Brasanac se unía con fuerza a la presión adelantada que el Betis intentaba y no estaba en zona defensiva, unido a que Pezzella se acerca a Mandi para tapar un posible desmarque de Ponce y Fabián tapa su zona en el centro. En el segundo gol, el Betis con la lección aprendida tapa hasta con tres hombres a Carcela (Durmisi, Fabián y Pezzella), pero un rechace le cae a Alberto Bueno encimado por Piccini que le cierra y engancha una volea a la primera con la derecha que se convierte en el segundo. De nuevo esa pegada. Un duro palo para el Betis que en mi opinión, era inmerecido.
Por suerte, este Betis al que aún le queda trabajo pero que (en mi humilde opinión) tiene también aspectos muy positivos, es un equipo que va arriba con todo, al que no le importa acumular hasta siete jugadores en el último cuarto de campo y zonas de remate. Durmisi y Piccini ocupan los extremos haciendo que Rubén o Joaquín se sumen con Alex Alegría además de sumar al menos uno de los tres jugadores de medio campo. Igual que subió Brasanac en Valencia en el primer gol de Rubén, atrayendo la marca de Garay, ante el Granada fue Fabián quien se incorpora y atrae la marca de Gastón Silva. Tabanou, lateral izquierdo es quien debe tapar a Alegría rápidamente y Rubén aprovecha ese momento de soledad del delantero centro para ponerle un balón medido que cabeceó con fuerza y puntería.
Incluso con el 2-1, el Granada CF de Paco Jémez no cambió su estilo, ni el sistema ni la forma de jugar o el rol de alguno de sus jugadores mientras que Poyet si movió el banquillo y dio entrada a Musonda. Con el belga, el equipo cambió del 4-3-3 (o 4-1-4-1 durante la presión) a un 4-2-3-1 con Joaquín mediapunta y Musonda en la derecha. Un cambio que convirtió al equipo en mucho más ofensivo pues Joaquín, que a veces permutaba con Musonda, se sumaba con más asiduidad por el centro a las jugadas de ataque del Betis. Así tuvo la del empate que ni él ni Rubén fueron capaces de culminar. Musonda revolucionó el partido y la cara más ofensiva del Betis se dejó ver.
En la segunda parte y viendo lo que se le venía encima, Paco Jémez si cambió y encerró a su granada con un 4-5-1 que defendía en menos metros, más cerrados. El Betis siguió acumulando atacantes haciendo que Rubén trazara diagonales, Alegría y Joaquín lo acompañasen sumando rematadores, Musonda y Brasanac combinasen en la frontal y Piccini y Durmisi abrieron el campo. El italiano puso el balón en un pase de Musonda a Alex Alegría y así llego el empate. Hubo un penalti que no fue y que sí se señaló pero no entró, otro que si fue y no se señaló y ocasiones de todo tipo, Mandi solo ante el portero, falta al palo de Joaquín, cabezazo al palo de Mandi, los uno contra uno de Rubén que esta vez no metió, la de Musonda sin portero... Pero no, esta vez no hubo pegada. Volaron dos puntos del Villamarín aunque las sensaciones, las mías al menos no son malas. Veremos en los siguientes encuentros si salen mejor las cosas. Ahora, a pensar en el derbi.
Adán: Esta vez no parecía un partido tan salvador como en otras ocasiones. Dos de las tres primeras claras del Granada fueron dentro y el partido se complicó. Aún así, le pitaron un penalti que no fue y en el que la sacó limpia y él se encargó de recordarnos a todos por qué es uno de los pilares de este equipo.
Piccini: Un error en un saque de esquina del rival fue el único pero a su partido. Estuvo siempre en ataque, no permitió el peligro por su banda, cerró bien cuando el peligro venía desde el otro costado y volvió a asistir para un gol verdiblanco. Ese es el camino que debe seguir.
Mandi: Volvió a ser el jugador que más interceptó del Betis y ya van tres consecutivos. Estuvo bien en defensa, no dejó pasar a nadie por su lado y quiso participar en ataque. Es una pena que no tuviese acierto ante la meta contraria porque tuvo dos ocasiones que debían haber terminado en gol, una al palo y la otra un tiro demasiado inocente. Una pena aunque su partido en defensa fue bueno.
Pezzella: Su partido no fue nada malo al corte y con buen posicionamiento aunque bascula tal vez demasiado en el primer gol y se separa mucho de Durmisi. En la salida de balón alternó errores y aciertos. Ahí, aunque ha mejorado con respecto al año pasado, debe poner el esfuerzo.
Durmisi: Como siempre, tuvo al menos un par de jugadas peligrosas en ataque. Rápido y efectivo con balón aunque dejó demasiado espacio a Carcela-González en el primero. Por lo demás le tocó bailar con las más fea y no se puede decir que saliese victorioso.
Fabian: Parece el gran señalado tras el cambio pero lo cierto es que no fue solo un cambio de piezas sino de sistema sobre el terreno de juego. No lo hizo tan mal en el tiempo que estuvo sobre el campo pero si es verdad que el trío Fabian-Petros-Brasanac parece penalizar un poco la velocidad en zona de creación.
Petros: Hizo un muy buen partido con un trabajo bastante gris. Brasanac se descuelga mucho más en tareas de presión o incluso pisando área y Petros guardó su sitio haciendo coberturas muy efectivas a los laterales. Mucho trabajo y acierto en su labor.
Brasanac: Se le vio menos acierto que en Mestalla. Quiso mostrarse participativo y se sumó en alguna ocasión arriba pero pareció faltarle un poco de chispa en ocasiones. Trabajó mucho en la presión también pero le faltó mayor rapidez/acierto en el pase.
Joaquin: En general lo vi muy desacertado en acciones individuales. Trabajó bastante durante el partido e incluso tuvo oportunidades para anotar pero no lo consiguió. No fue su mejor partido pero no se escondió y lo intentó siempre.
Rubén Castro: Trabajó mucho también. Apoyó atrás cuando pudo y se descolgó mucho facilitando las contras del equipo. Esta vez no tuvo el acierto de otros partidos y se encontró con Ochoa en las que tuvo.
Alex Alegría: Si ya fue tremendo su trabajo en Valencia, estuvo genial el viernes. Arrastró rivales cayendo a banda y tuvo donde tenía que estar para anotar los dos goles de su equipo. Uno con un gran cabezazo, una de sus grandes virtudes, y otro tras un amago y una definición perfecta. Se ganó ponérselo difícil a Poyet para el derbi.
Musonda: Su entrada cambió el partido para bien. Se movió entre líneas, intentó anotar, filtró pases en profundidad y entró por su banda con habilidad. Criticamos su juego en Valencia por ser más efectista que efectivo y sin embargo el viernes ocurrió lo contrario. Las filigranas dejaron paso al beneficio del equipo. El Musonda del viernes es un futbolista sensacional.
Zozulya: No tuvo gran incidencia en el partido durante el cuarto de hora que estuvo sobre el campo.
Felipe Gutiérrez: Sin tiempo para mucho. Un penalti en el que si bien está buscándolo, el contacto existe. Poco más.
Gustavo Poyet: Personalmente el trivote que eligió me parece defensivo para jugar en casa aunque al equipo si le veo más su trabajo en estos últimos partidos. En ataque sí fue ofensivo y valiente sumando muchos jugadores aunque esta vez no salieron las cosas por el acierto del Granada.
El cambio de Fabián por Musonda y variar el sistema de juego al 4-2-3-1 dio resultado y el equipo mostró una cara mucho más ofensiva y mereció llevarse el partido pero no tuvo acierto ante la portería rival.
La verdad es que aunque estoy descontento con el resultado y pienso que eran tres puntos que no se deberían haber escapado, no estoy descontento con el partido del equipo ni con su actitud. Por supuesto hubo errores, para mí el principal es la falta de acierto ante el gol que fue casi insultante. El Betis tiró 22 veces, por 15 del equipo granadino y sin embargo a puerta el rival tiró más que el Betis. Y al final eso fue lo que decidió el partido. La pegada.
La pegada que tuvo Carcela-González al quebrar a Durmisi y batir a Adán. Podemos pedirle a Durmisi que debía estar más cerca del habilidoso extremo en el cambio de juego o que en lugar de cerrarle la banda como hizo, le cerrara el centro, hacia donde tiene su pierna buena y podríamos hacerlo con razón pero lo cierto es que el control, el cambio de ritmo y el disparo fueron muy buenos. Pegada. Aprovechó que Brasanac se unía con fuerza a la presión adelantada que el Betis intentaba y no estaba en zona defensiva, unido a que Pezzella se acerca a Mandi para tapar un posible desmarque de Ponce y Fabián tapa su zona en el centro. En el segundo gol, el Betis con la lección aprendida tapa hasta con tres hombres a Carcela (Durmisi, Fabián y Pezzella), pero un rechace le cae a Alberto Bueno encimado por Piccini que le cierra y engancha una volea a la primera con la derecha que se convierte en el segundo. De nuevo esa pegada. Un duro palo para el Betis que en mi opinión, era inmerecido.
Por suerte, este Betis al que aún le queda trabajo pero que (en mi humilde opinión) tiene también aspectos muy positivos, es un equipo que va arriba con todo, al que no le importa acumular hasta siete jugadores en el último cuarto de campo y zonas de remate. Durmisi y Piccini ocupan los extremos haciendo que Rubén o Joaquín se sumen con Alex Alegría además de sumar al menos uno de los tres jugadores de medio campo. Igual que subió Brasanac en Valencia en el primer gol de Rubén, atrayendo la marca de Garay, ante el Granada fue Fabián quien se incorpora y atrae la marca de Gastón Silva. Tabanou, lateral izquierdo es quien debe tapar a Alegría rápidamente y Rubén aprovecha ese momento de soledad del delantero centro para ponerle un balón medido que cabeceó con fuerza y puntería.
Incluso con el 2-1, el Granada CF de Paco Jémez no cambió su estilo, ni el sistema ni la forma de jugar o el rol de alguno de sus jugadores mientras que Poyet si movió el banquillo y dio entrada a Musonda. Con el belga, el equipo cambió del 4-3-3 (o 4-1-4-1 durante la presión) a un 4-2-3-1 con Joaquín mediapunta y Musonda en la derecha. Un cambio que convirtió al equipo en mucho más ofensivo pues Joaquín, que a veces permutaba con Musonda, se sumaba con más asiduidad por el centro a las jugadas de ataque del Betis. Así tuvo la del empate que ni él ni Rubén fueron capaces de culminar. Musonda revolucionó el partido y la cara más ofensiva del Betis se dejó ver.
En la segunda parte y viendo lo que se le venía encima, Paco Jémez si cambió y encerró a su granada con un 4-5-1 que defendía en menos metros, más cerrados. El Betis siguió acumulando atacantes haciendo que Rubén trazara diagonales, Alegría y Joaquín lo acompañasen sumando rematadores, Musonda y Brasanac combinasen en la frontal y Piccini y Durmisi abrieron el campo. El italiano puso el balón en un pase de Musonda a Alex Alegría y así llego el empate. Hubo un penalti que no fue y que sí se señaló pero no entró, otro que si fue y no se señaló y ocasiones de todo tipo, Mandi solo ante el portero, falta al palo de Joaquín, cabezazo al palo de Mandi, los uno contra uno de Rubén que esta vez no metió, la de Musonda sin portero... Pero no, esta vez no hubo pegada. Volaron dos puntos del Villamarín aunque las sensaciones, las mías al menos no son malas. Veremos en los siguientes encuentros si salen mejor las cosas. Ahora, a pensar en el derbi.
Adán: Esta vez no parecía un partido tan salvador como en otras ocasiones. Dos de las tres primeras claras del Granada fueron dentro y el partido se complicó. Aún así, le pitaron un penalti que no fue y en el que la sacó limpia y él se encargó de recordarnos a todos por qué es uno de los pilares de este equipo.
Piccini: Un error en un saque de esquina del rival fue el único pero a su partido. Estuvo siempre en ataque, no permitió el peligro por su banda, cerró bien cuando el peligro venía desde el otro costado y volvió a asistir para un gol verdiblanco. Ese es el camino que debe seguir.
Mandi: Volvió a ser el jugador que más interceptó del Betis y ya van tres consecutivos. Estuvo bien en defensa, no dejó pasar a nadie por su lado y quiso participar en ataque. Es una pena que no tuviese acierto ante la meta contraria porque tuvo dos ocasiones que debían haber terminado en gol, una al palo y la otra un tiro demasiado inocente. Una pena aunque su partido en defensa fue bueno.
Pezzella: Su partido no fue nada malo al corte y con buen posicionamiento aunque bascula tal vez demasiado en el primer gol y se separa mucho de Durmisi. En la salida de balón alternó errores y aciertos. Ahí, aunque ha mejorado con respecto al año pasado, debe poner el esfuerzo.
Durmisi: Como siempre, tuvo al menos un par de jugadas peligrosas en ataque. Rápido y efectivo con balón aunque dejó demasiado espacio a Carcela-González en el primero. Por lo demás le tocó bailar con las más fea y no se puede decir que saliese victorioso.
Fabian: Parece el gran señalado tras el cambio pero lo cierto es que no fue solo un cambio de piezas sino de sistema sobre el terreno de juego. No lo hizo tan mal en el tiempo que estuvo sobre el campo pero si es verdad que el trío Fabian-Petros-Brasanac parece penalizar un poco la velocidad en zona de creación.
Petros: Hizo un muy buen partido con un trabajo bastante gris. Brasanac se descuelga mucho más en tareas de presión o incluso pisando área y Petros guardó su sitio haciendo coberturas muy efectivas a los laterales. Mucho trabajo y acierto en su labor.
Brasanac: Se le vio menos acierto que en Mestalla. Quiso mostrarse participativo y se sumó en alguna ocasión arriba pero pareció faltarle un poco de chispa en ocasiones. Trabajó mucho en la presión también pero le faltó mayor rapidez/acierto en el pase.
Joaquin: En general lo vi muy desacertado en acciones individuales. Trabajó bastante durante el partido e incluso tuvo oportunidades para anotar pero no lo consiguió. No fue su mejor partido pero no se escondió y lo intentó siempre.
Rubén Castro: Trabajó mucho también. Apoyó atrás cuando pudo y se descolgó mucho facilitando las contras del equipo. Esta vez no tuvo el acierto de otros partidos y se encontró con Ochoa en las que tuvo.
Alex Alegría: Si ya fue tremendo su trabajo en Valencia, estuvo genial el viernes. Arrastró rivales cayendo a banda y tuvo donde tenía que estar para anotar los dos goles de su equipo. Uno con un gran cabezazo, una de sus grandes virtudes, y otro tras un amago y una definición perfecta. Se ganó ponérselo difícil a Poyet para el derbi.
Musonda: Su entrada cambió el partido para bien. Se movió entre líneas, intentó anotar, filtró pases en profundidad y entró por su banda con habilidad. Criticamos su juego en Valencia por ser más efectista que efectivo y sin embargo el viernes ocurrió lo contrario. Las filigranas dejaron paso al beneficio del equipo. El Musonda del viernes es un futbolista sensacional.
Zozulya: No tuvo gran incidencia en el partido durante el cuarto de hora que estuvo sobre el campo.
Felipe Gutiérrez: Sin tiempo para mucho. Un penalti en el que si bien está buscándolo, el contacto existe. Poco más.
Gustavo Poyet: Personalmente el trivote que eligió me parece defensivo para jugar en casa aunque al equipo si le veo más su trabajo en estos últimos partidos. En ataque sí fue ofensivo y valiente sumando muchos jugadores aunque esta vez no salieron las cosas por el acierto del Granada.
El cambio de Fabián por Musonda y variar el sistema de juego al 4-2-3-1 dio resultado y el equipo mostró una cara mucho más ofensiva y mereció llevarse el partido pero no tuvo acierto ante la portería rival.
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