Yo soy optimista con respecto a la piedra angular del nuevo proyecto, que no es Torrecilla (sin restarle importancia), sino Poyet.

Un entrenador joven, muy implicado, con hambre de triunfo, apasionado del fútbol, rodeado de colaboradores técnicos cualificados... No será perfecto porque nadie lo es (anda que si llega a venir Juande y nos hace un Juande... ), pero posee bazas suficientes como para acabar triunfando en el Real Betis... si le dejamos. Y por nosotros me refiero no ya a la afición, que también, sino a la prensa buitre, que se abalanza al más mínimo atisbo de aroma a carroña.

Al Betis de Poyet se le ven ya cosas positivas, como también defectos por pulir, y se nota a legua que a estas alturas es un equipo en construcción, aún por terminar de perfilarse. Así las cosas, más que capacidad, que se le va ya entreviendo, bajo mi punto de vista, los dos elementos que precisará Gus para triunfar aquí serán la paciencia y la suerte. Paciencia, porque se precisará tiempo para engrasar bien los engranajes del equipo, y suerte, porque ya está para competir, pero la necesitará hasta la completa puesta a punto de su sistema. Si, con confianza y algo de fortuna, conseguimos mantenernos en la zona media tranquila de la tabla la primera vuelta, yo apostaría por una segunda vuelta potente que nos permitirá luchar por entrar en EL.

Recordemos que venimos de un papafrita vividor de vuelta de tó y de un entrenador voluntarioso pero muy limitado de capacidades. No creo que sea tan difícil mejorarlos. Aunque sea a intervalos, al Betis ofensivamente se le ve ya mucho más de lo que se le vio en toda la temporada pasada. Y se le intuye mucho margen de mejora, por lo que, por mi parte, nuestro técnico merece confianza. Ojalá esa mijita (o miajón) de suerte que nos acompañó el año pasado perdure al menos hasta que esté asentado Gus en el puesto y pueda apreciarse su trabajo con perspectiva.

Optimismo, sí. Confianza ciega, no. Idolatrías, ni de coña. Si le otorgamos nuestra confianza, ha de ser para que se lo curre a tope y demuestre si realmente vale.

Que no, que no son ratitos nefastos. Que no son desconexiones. Que se llama defensa de tercera. Que ayer, con 10 el Granada, nos sacó un penalti porque nadie le encimó al jugador y se metió hasta la cocina. No se puede conceder más que concede esta defensa de risa. Nos tiran de todos sitios, y nuestros centrales y laterales lo único que saben hacer es recular. En los balones parados nos lo rematan todo y siempre concedemos la segunda jugada porque no hay contundencia ninguna defendiendo y despejando balones de peligro.

No se trata de falta de concentración, se trata de falta de calidad pura y dura. De jugadores defendiendo mediocres.

Yo soy optimista con respecto a la piedra angular del nuevo proyecto, que no es Torrecilla (sin restarle importancia), sino Poyet.

Un entrenador joven, muy implicado, con hambre de triunfo, apasionado del fútbol, rodeado de colaboradores técnicos cualificados... No será perfecto porque nadie lo es (anda que si llega a venir Juande y nos hace un Juande... ), pero posee bazas suficientes como para acabar triunfando en el Real Betis... si le dejamos. Y por nosotros me refiero no ya a la afición, que también, sino a la prensa buitre, que se abalanza al más mínimo atisbo de aroma a carroña.

Al Betis de Poyet se le ven ya cosas positivas, como también defectos por pulir, y se nota a legua que a estas alturas es un equipo en construcción, aún por terminar de perfilarse. Así las cosas, más que capacidad, que se le va ya entreviendo, bajo mi punto de vista, los dos elementos que precisará Gus para triunfar aquí serán la paciencia y la suerte. Paciencia, porque se precisará tiempo para engrasar bien los engranajes del equipo, y suerte, porque ya está para competir, pero la necesitará hasta la completa puesta a punto de su sistema. Si, con confianza y algo de fortuna, conseguimos mantenernos en la zona media tranquila de la tabla la primera vuelta, yo apostaría por una segunda vuelta potente que nos permitirá luchar por entrar en EL.

Recordemos que venimos de un papafrita vividor de vuelta de tó y de un entrenador voluntarioso pero muy limitado de capacidades. No creo que sea tan difícil mejorarlos. Aunque sea a intervalos, al Betis ofensivamente se le ve ya mucho más de lo que se le vio en toda la temporada pasada. Y se le intuye mucho margen de mejora, por lo que, por mi parte, nuestro técnico merece confianza. Ojalá esa mijita (o miajón) de suerte que nos acompañó el año pasado perdure al menos hasta que esté asentado Gus en el puesto y pueda apreciarse su trabajo con perspectiva.

Optimismo, sí. Confianza ciega, no. Idolatrías, ni de coña. Si le otorgamos nuestra confianza, ha de ser para que se lo curre a tope y demuestre si realmente vale.

Vamos a ver si mañana nos dan razones para el optimismo en la ramona o no.

Me conformo con que no me den más razones para ser pesimista.

Creo que lo que falla, que es el sistema defensivo, falla durante todo el partido.