Primer partido de la temporada en el Benito Villamarín en el que tras la derrota en el Camp Nou había que salir a ganar con todo y en el que el equipo no pudo pasar de un pobre empate a cero. Un partido que puso a los de Gustavo Poyet sobre un contexto totalmente opuesto al que vivió días atrás en Barcelona.
Mientras los culés encerraron al equipo en 35 metros evitando que apenas salieran al ataque (un partido en el que el Betis se encerró en exceso, jugó muy atrás y propició esas estadísticas de equipo que menos corrió) el Deportivo hizo todo lo contrario. Ofrecer el balón a los verdiblancos y defender con todo.
Llegaba el Depor en horas bajas a Heliópolis, con la marcha de Lucas Pérez (la clave del juego coruñés) a punto de producirse y por tanto con un descenso enorme de su potencial ofensivo. Los gallegos plantearon un partido para defender con nueve hombres y dejar solo como una isla a Andone para que sacara petróleo aguantando la llegada o provocando una falta. En base a estos, debo reconocer que esperé un Betis mucho más ofensivo del que vimos sobre el terreno de juego. El técnico verdiblanco volvió al 4-3-3 como era de esperar, escorando a Rubén para darle cabida junto a Sanabria y acompañados por Joaquín. En el centro del campo buscó el trabajo de Petros junto a Fabián para suplir la importante baja de Jonas Martin y Felipe Gutiérrez para aportar más con balón.
El resultado fue un partido plano, sin ideas. El Deportivo basaba su juego en buscar a Andone que recibía pero a 40 metros de los centrocampistas que tardaban en venir a apoyar. Fruto de este ultradefensivo planteamiento, el Depor no creo peligro prácticamente (salvo los dos remates que encontró Bruno Gama o alguna falta a favor) y a cambio, el Betis tampoco encontró huecos para meterle mano al cuadro gallego. Muchos corners a favor, algo de juego por banda (con el paso de los minutos Durmisi fue encontrando espacios para penetrar) pero poco peligro. El danés tuvo la opción más peligrosa del partido en una jugada individual.
El Betis fue un equipo plano y sin ideas. Las transiciones eran muy lentas, lo que daba aún más tiempo a colocarse a un ya de por sí replegado Deportivo y ante la propuesta gallega el equipo se volvió tan previsible que de ser acolchados los asientos del Villamarín más de uno hubiese sucumbido a las intenciones de Morfeo. Solo Joaquín se atrevió a encarar y a superar líneas con una conducción regalando espacios a sus compañeros en un par de jugadas que no fueron finalizadas. La entrada de Musonda otorgó movilidad al equipo con sus movimientos entre líneas y una combinación del belga acabó en casi la única jugada trenzada del partido que no terminó con remate a puerta. Por contra el Betis adoleció de esa presión intensa que pudimos ver en algunos tramos de pretemporada o de cierto disparo desde la segunda línea que tal vez habría sacudido el aburrimiento general. De momento muy poco fútbol el que se ve en el equipo. Esperemos que vaya apareciendo la chispa y que la propuesta sea más valiente porque mi sensación es que se perdió la posibilidad de sumar ante un equipo en horas bajas.
Adán: No tuvo mucho trabajo porque el Deportivo esperó muy atrás. Las ocasiones contrarias se podrían contar con los dedos de una mano.
Piccini: Estuvo poco exigido y sus subidas no generaron gran peligro salvo un par de internadas. Lo catalogaría como un partido discreto del italiano. Mi sensación es que no está al 100%.
Mandi: Se anticipó bien y fue de lo mejor en defensa del partido. No en vano fue el jugador que más balones interceptó e incluso se permitió subir una vez por banda para buscar el centro viendo lo poco exigido que estaba atrás y sacar el balón jugado superando líneas en alguna ocasión.
Pezzella: Estuvo seguro y bien colocado, muy fuerte y eficaz en los duelos aunque en general no fue un partido complicado para la línea defensiva.
Durmisi: Estuvo bastante bien y me confirmó lo que ya pensaba, no es un jugador que vaya a necesitar mucho tiempo de adaptación. No replegó mal en defensa, ganó a su par más de una vez por velocidad y en la segunda parte se creció sacando balones desde atrás y generando la oportunidad más clara del partido en una individualidad. Estuvo bien.
Petros: De lo mejor del partido. En encuentros de este tipo, con poco juego generado y ante un rival que se pensaba mucho salir estaba en uno de los contextos que le gustan al brasileño. Su indice de acierto en el pase es altísimo, si bien es verdad que no arriesgó nada con balón y fue el jugador que más duelos individuales ganó durante el partido. Mucho trabajo, como siempre y bastante acertado en sus acciones.
Fabián: Creo que siempre he sido bastante crítico con Fabián porque no lo veía preparado para según que cosas, especialmente una velocidad en sus acciones en la mediapunta de la que creo que carecía, pero me atrevería a decir que uno de los grandes aciertos de Poyet es olvidarse de incrustarlo en la mediapunta y darle minutos cerca del mediocentro. He leído muchas críticas al jugador por el partido pero creo que discreparé con muchos. A mi no me disgustó. Es cierto que perdió un par de balones algo peligrosos, pero también lo es que fue el único en la línea de tres capaz de coger el balón y cambiar el juego a la banda contraria dando espacio y velocidad al juego del equipo. Petros lo intentó tres veces, Felipe Gutiérrez una y Fabián lo hizo hasta diez veces intentando desahogar el juego del equipo y cambiar ese ritmo tan lento. Personalmente yo lo agradecí además de estar involucrado defensivamente.
Felipe Gutiérrez: Empezó un poco frío, y al final de la primera parte parecía más entonado. En la segunda volvió a bajar algo sus prestaciones. Da la impresión de ser un jugador que va a sufrir más la adaptación por la velocidad con la que se juega en España, o tal vez sea que aún le falta algo de chispa. Debe dar más porque puede hacerlo.
Joaquín: Como ya he comentado, no es que estuviese muy acertado en los centros ni que fuera decisivo, pero sí fue el único capaz de superar líneas con balón y eliminar marcas a sus compañeros, lo que lleva a generar un relativo peligro. Le faltó probar más el disparo en alguna ocasión. Personalmente creo que en la izquierda haría más peligro porque esas diagonales habrían acabado seguramente con disparo.
Sanabria: Peleón y ganando balones con una conducción potente. Algo desasistido, apenas recibió balones en posiciones de peligro y su partido casi se redujo a jugar de espaldas. Su verticalidad creo que vendrá bien al equipo en el futuro. Este no fue un partido para él.
Rubén Castro: Estuvo algo desaparecido, por momentos pareció desquiciado. Es un jugador al que gusta recibir mucho y ante el Depor encerrado tuvo menos el balón de lo que querría. Esta vez no acertó con la que tuvo y le dio mordida, precipitándose. La confianza del equipo en general le haría mucho bien.
Musonda: Cambió algo el partido. Viendo al Depor, se echaba de menos un jugador que se moviera entre líneas y en cierto modo, Musonda ejerció de eso. El equipo se vio beneficiado por su dinamismo y velocidad. Eché de menos que entrase mucho antes.
Cejudo: Entró en el mediocentro aunque no parecía la mejor opción y acabó en banda. Lo intentó y peleó aunque sin acierto.
Dani Ceballos: Por la razón que sea, parece no estar bien y Poyet lo está reservando y quitando presión. Poco a poco debe entrar en el equipo y dar lo que sabemos y él sabe que puede dar.
Gustavo Poyet: Personalmente el equipo me dejó algo frío. No estuvo mal colocado pero se les vio lento en lo que a generar juego se refiere. No vi esa presión de otras veces, ni esa verticalidad que el equipo tuvo en otras ocasiones. Eché de menos una mayor valentía.
No ya en el planteamiento, sino viendo que el Depor iba a defender con todo y solo Andone arriba, tal vez haber pasado a un 3-5-2, haber metido antes un jugador entre líneas que les complicara la vida... En definitiva, opciones tácticas que hubiesen supuesto ir a por el partido con más ganas ante un equipo que claramente vino a empatar. Esperemos una mejora en el juego en futuros partidos, de momento es un parón con muchas dudas.
Mientras los culés encerraron al equipo en 35 metros evitando que apenas salieran al ataque (un partido en el que el Betis se encerró en exceso, jugó muy atrás y propició esas estadísticas de equipo que menos corrió) el Deportivo hizo todo lo contrario. Ofrecer el balón a los verdiblancos y defender con todo.
Llegaba el Depor en horas bajas a Heliópolis, con la marcha de Lucas Pérez (la clave del juego coruñés) a punto de producirse y por tanto con un descenso enorme de su potencial ofensivo. Los gallegos plantearon un partido para defender con nueve hombres y dejar solo como una isla a Andone para que sacara petróleo aguantando la llegada o provocando una falta. En base a estos, debo reconocer que esperé un Betis mucho más ofensivo del que vimos sobre el terreno de juego. El técnico verdiblanco volvió al 4-3-3 como era de esperar, escorando a Rubén para darle cabida junto a Sanabria y acompañados por Joaquín. En el centro del campo buscó el trabajo de Petros junto a Fabián para suplir la importante baja de Jonas Martin y Felipe Gutiérrez para aportar más con balón.
El resultado fue un partido plano, sin ideas. El Deportivo basaba su juego en buscar a Andone que recibía pero a 40 metros de los centrocampistas que tardaban en venir a apoyar. Fruto de este ultradefensivo planteamiento, el Depor no creo peligro prácticamente (salvo los dos remates que encontró Bruno Gama o alguna falta a favor) y a cambio, el Betis tampoco encontró huecos para meterle mano al cuadro gallego. Muchos corners a favor, algo de juego por banda (con el paso de los minutos Durmisi fue encontrando espacios para penetrar) pero poco peligro. El danés tuvo la opción más peligrosa del partido en una jugada individual.
El Betis fue un equipo plano y sin ideas. Las transiciones eran muy lentas, lo que daba aún más tiempo a colocarse a un ya de por sí replegado Deportivo y ante la propuesta gallega el equipo se volvió tan previsible que de ser acolchados los asientos del Villamarín más de uno hubiese sucumbido a las intenciones de Morfeo. Solo Joaquín se atrevió a encarar y a superar líneas con una conducción regalando espacios a sus compañeros en un par de jugadas que no fueron finalizadas. La entrada de Musonda otorgó movilidad al equipo con sus movimientos entre líneas y una combinación del belga acabó en casi la única jugada trenzada del partido que no terminó con remate a puerta. Por contra el Betis adoleció de esa presión intensa que pudimos ver en algunos tramos de pretemporada o de cierto disparo desde la segunda línea que tal vez habría sacudido el aburrimiento general. De momento muy poco fútbol el que se ve en el equipo. Esperemos que vaya apareciendo la chispa y que la propuesta sea más valiente porque mi sensación es que se perdió la posibilidad de sumar ante un equipo en horas bajas.
Adán: No tuvo mucho trabajo porque el Deportivo esperó muy atrás. Las ocasiones contrarias se podrían contar con los dedos de una mano.
Piccini: Estuvo poco exigido y sus subidas no generaron gran peligro salvo un par de internadas. Lo catalogaría como un partido discreto del italiano. Mi sensación es que no está al 100%.
Mandi: Se anticipó bien y fue de lo mejor en defensa del partido. No en vano fue el jugador que más balones interceptó e incluso se permitió subir una vez por banda para buscar el centro viendo lo poco exigido que estaba atrás y sacar el balón jugado superando líneas en alguna ocasión.
Pezzella: Estuvo seguro y bien colocado, muy fuerte y eficaz en los duelos aunque en general no fue un partido complicado para la línea defensiva.
Durmisi: Estuvo bastante bien y me confirmó lo que ya pensaba, no es un jugador que vaya a necesitar mucho tiempo de adaptación. No replegó mal en defensa, ganó a su par más de una vez por velocidad y en la segunda parte se creció sacando balones desde atrás y generando la oportunidad más clara del partido en una individualidad. Estuvo bien.
Petros: De lo mejor del partido. En encuentros de este tipo, con poco juego generado y ante un rival que se pensaba mucho salir estaba en uno de los contextos que le gustan al brasileño. Su indice de acierto en el pase es altísimo, si bien es verdad que no arriesgó nada con balón y fue el jugador que más duelos individuales ganó durante el partido. Mucho trabajo, como siempre y bastante acertado en sus acciones.
Fabián: Creo que siempre he sido bastante crítico con Fabián porque no lo veía preparado para según que cosas, especialmente una velocidad en sus acciones en la mediapunta de la que creo que carecía, pero me atrevería a decir que uno de los grandes aciertos de Poyet es olvidarse de incrustarlo en la mediapunta y darle minutos cerca del mediocentro. He leído muchas críticas al jugador por el partido pero creo que discreparé con muchos. A mi no me disgustó. Es cierto que perdió un par de balones algo peligrosos, pero también lo es que fue el único en la línea de tres capaz de coger el balón y cambiar el juego a la banda contraria dando espacio y velocidad al juego del equipo. Petros lo intentó tres veces, Felipe Gutiérrez una y Fabián lo hizo hasta diez veces intentando desahogar el juego del equipo y cambiar ese ritmo tan lento. Personalmente yo lo agradecí además de estar involucrado defensivamente.
Felipe Gutiérrez: Empezó un poco frío, y al final de la primera parte parecía más entonado. En la segunda volvió a bajar algo sus prestaciones. Da la impresión de ser un jugador que va a sufrir más la adaptación por la velocidad con la que se juega en España, o tal vez sea que aún le falta algo de chispa. Debe dar más porque puede hacerlo.
Joaquín: Como ya he comentado, no es que estuviese muy acertado en los centros ni que fuera decisivo, pero sí fue el único capaz de superar líneas con balón y eliminar marcas a sus compañeros, lo que lleva a generar un relativo peligro. Le faltó probar más el disparo en alguna ocasión. Personalmente creo que en la izquierda haría más peligro porque esas diagonales habrían acabado seguramente con disparo.
Sanabria: Peleón y ganando balones con una conducción potente. Algo desasistido, apenas recibió balones en posiciones de peligro y su partido casi se redujo a jugar de espaldas. Su verticalidad creo que vendrá bien al equipo en el futuro. Este no fue un partido para él.
Rubén Castro: Estuvo algo desaparecido, por momentos pareció desquiciado. Es un jugador al que gusta recibir mucho y ante el Depor encerrado tuvo menos el balón de lo que querría. Esta vez no acertó con la que tuvo y le dio mordida, precipitándose. La confianza del equipo en general le haría mucho bien.
Musonda: Cambió algo el partido. Viendo al Depor, se echaba de menos un jugador que se moviera entre líneas y en cierto modo, Musonda ejerció de eso. El equipo se vio beneficiado por su dinamismo y velocidad. Eché de menos que entrase mucho antes.
Cejudo: Entró en el mediocentro aunque no parecía la mejor opción y acabó en banda. Lo intentó y peleó aunque sin acierto.
Dani Ceballos: Por la razón que sea, parece no estar bien y Poyet lo está reservando y quitando presión. Poco a poco debe entrar en el equipo y dar lo que sabemos y él sabe que puede dar.
Gustavo Poyet: Personalmente el equipo me dejó algo frío. No estuvo mal colocado pero se les vio lento en lo que a generar juego se refiere. No vi esa presión de otras veces, ni esa verticalidad que el equipo tuvo en otras ocasiones. Eché de menos una mayor valentía.
No ya en el planteamiento, sino viendo que el Depor iba a defender con todo y solo Andone arriba, tal vez haber pasado a un 3-5-2, haber metido antes un jugador entre líneas que les complicara la vida... En definitiva, opciones tácticas que hubiesen supuesto ir a por el partido con más ganas ante un equipo que claramente vino a empatar. Esperemos una mejora en el juego en futuros partidos, de momento es un parón con muchas dudas.
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