El siguiente paso en los fichajes sería la llegada de un central, siempre y cuando el Betis dispusiera de capacidad económica para afrontarlo una vez que resuelva la situación de los descartes. La idea de los técnicos es la de apostar por un defensa zurdo que pueda desenvolverse también en el lateral -o en el sistema con tres centrales que ha venido ensayando Poyet- y el nombre de Gastón Silva, de 22 años y 185 centímetros, está sobre la mesa.

Tras dos temporadas sin demasiada participación en el Torino, el uruguayo, que disputó la pasada Copa América formando en la zaga como lateral junto a Godín y Giménez, pretende buscar más minutos, una cuestión que no le garantiza Sinisa Mihajlovic, el técnico del Torino. Ayer, Gastón Silva sí participó en el amistoso ante el Hull City, en lo que se tildó en Italia como una última oportunidad para convencer al entrenador, aunque los contactos con el Betis ya existen y es una alternativa que gusta.

Tras sondear la posibilidad de Lucas Orban, al que el Valencia pretende dar salida, y recibir el ofrecimiento de Diego Polenta, otro central zurdo uruguayo con pasaporte italiano, Gastón Silva reúne el perfil que pretenden los técnicos. Además, Poyet conoce a la perfección al central, internacional en las categorías inferiores de Uruguay y ya asentado en la absoluta, con lo que estaría satisfecho con su incorporación, si finalmente el club verdiblanco cuenta con disponibilidad.

Gastón Silva, un central en la recámara