La llegada de tres extremos replantea la situación del portuense en el equipo.
En las manos de Poyet están el protagonismo y la ubicación en el campo del veterano jugador.
El Betis comenzará la pretemporada en poco más de dos semanas con los deberes muy avanzados. Son ya cuatro los fichajes que se han cerrado (Durmisi, Jonas Martin, Nahuel y Musonda) y el de Willian José está muy cercano, con lo que Gustavo Poyet va a poder arrancar su etapa como técnico verdiblanco con buena parte de la columna vertebral del equipo en liza.
Pero también va a empezar el uruguayo este periplo con el problema de los descartes, que no acaba de solucionarse, y comiéndose la cabeza sobre el papel que debe tener Joaquín Sánchez la próxima temporada. Con respecto al asunto del portuense, las dudas surgen tras las contrataciones de dos extremos (Nahuel y Musonda), y la próxima llegada de un tercero como confirmó Miguel Torrecilla días atrás.
Sobre el papel, estas tres caras nuevas pueden cerrar las puertas a Joaquín para jugar en su posición natural, sobre todo porque físicamente su nivel ya no es el de antaño y su desborde va a menos, tal y como ya se comprobó durante la pasada campaña. No obstante, la calidad del ex de la Fiorentina (que tiene 34 años y acaba contrato en junio de 2017) sigue intacta y en eso continúan creyendo tanto Torrecilla como Poyet.
Ya Juan Merino apostó el curso anterior en algunos partidos por situar a Joaquín como segundo delantero, limitando así su recorrido y para aprovechar su calidad de cara a puerta. Una idea que Poyet también maneja, aunque tampoco va a jugar a favor del gaditano el que el Betis vaya a contar con cuatro atacantes muy pronto (Rubén Castro, Álex Alegría, presumiblemente Willian José y un cuarto delantero en el que se van a gastar la cantidad económica más importante).
Fuente: Marca.Betis
En las manos de Poyet están el protagonismo y la ubicación en el campo del veterano jugador.
El Betis comenzará la pretemporada en poco más de dos semanas con los deberes muy avanzados. Son ya cuatro los fichajes que se han cerrado (Durmisi, Jonas Martin, Nahuel y Musonda) y el de Willian José está muy cercano, con lo que Gustavo Poyet va a poder arrancar su etapa como técnico verdiblanco con buena parte de la columna vertebral del equipo en liza.
Pero también va a empezar el uruguayo este periplo con el problema de los descartes, que no acaba de solucionarse, y comiéndose la cabeza sobre el papel que debe tener Joaquín Sánchez la próxima temporada. Con respecto al asunto del portuense, las dudas surgen tras las contrataciones de dos extremos (Nahuel y Musonda), y la próxima llegada de un tercero como confirmó Miguel Torrecilla días atrás.
Sobre el papel, estas tres caras nuevas pueden cerrar las puertas a Joaquín para jugar en su posición natural, sobre todo porque físicamente su nivel ya no es el de antaño y su desborde va a menos, tal y como ya se comprobó durante la pasada campaña. No obstante, la calidad del ex de la Fiorentina (que tiene 34 años y acaba contrato en junio de 2017) sigue intacta y en eso continúan creyendo tanto Torrecilla como Poyet.
Ya Juan Merino apostó el curso anterior en algunos partidos por situar a Joaquín como segundo delantero, limitando así su recorrido y para aprovechar su calidad de cara a puerta. Una idea que Poyet también maneja, aunque tampoco va a jugar a favor del gaditano el que el Betis vaya a contar con cuatro atacantes muy pronto (Rubén Castro, Álex Alegría, presumiblemente Willian José y un cuarto delantero en el que se van a gastar la cantidad económica más importante).
Fuente: Marca.Betis
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