El Betis recibe el interés de varios clubes por los servicios del mediocentro, revalorizado tras la última temporada.
Alfred Ndiaye es uno de los jugadores que más se ha revalorizado en la última temporada en el Betis. Tras la buena experiencia de su cesión, llegó al Betis de manera defintiva en 2014 procedente del Sunderland por 1,5 millones de euros abonados en función del ascenso. En enero ya fue tasado por clubes chinos en cinco millones, primero, y diez, después. Ambas propuestas fueron rechazadas por el Betis ante la inoportunidad del momento debido a que la permanencia no estaba garantizada y Ndiaye era un pilar fundamental en el equipo bético. Ahora los sondeos por Ndiaye han regresado desde diferentes equipos para conocer las condiciones de un jugador que, con 26 años, se encuentra asentado en la Liga y con perspectivas de crecimiento. Miguel Torrecilla incluyó a Ndiaye entre los jugadores con los que cuenta para su proyecto de la 2016-17 pero consciente del valor de mercado que está tomando el parisino es posible que acceda a una venta si la oferta que llegue supera los diez millones de euros. Yes que en el Betis tienen claro que no existen los futbolistas intransferibles y que lo que puedan ingresar por Ndiaye si el mercado lo tasa en cifras tan altas puede emplearse en reforzar varias posiciones del cuadro que dirigirá Gustavo Poyet.
Las propuestas que llegaron por Ndiaye en enero fueron de la liga china pero en estos momentos los sondeos por el centrocampista nacido en París y que juega con la selección de Senegal son de otras competiciones emergentes. El valor de Ndiaye ha crecido muchísimo en las dos últimas temporadas hasta el punto de haberse convertido en fundamental tanto en el esquema de Pepe Mel como de Juan Merino. Ahora Torrecilla está buscando y mantiene a jugadores que para el centro del campo puedan actuar como interiores (Jonas Martin, Felipe Gutiérrez, Ceballos, Petros, Fabián) ya que Poyet quiere a un medio de cierre anclado por delante de la defensa, una posición en la que ha actuado Ndiaye esta temporada pero que le resta una de sus grandes virtudes:la movilidad. Poyet conoce a la perfección a Ndiaye y su potencial pero en el club tienen claro que si llega una oferta seria que alcance cantidades que, al menos, superen los diez millones de euros, Ndiaye puede ser vendido para emplear ese ingreso en reforzar al equipo con otros jugadores que busque Torrecilla.
Ndiaye tiene en el Betis una cláusula de rescisión de 20 millones de euros y contrato hasta junio de 2019. La mejora de su rendimiento ha ido acorde a su óptimo estado físico durante gran parte de la temporada y de ahí el incremento de su valor en el mercado. El Betis, en principio, no pone a Ndiaye en el escaparate pero los sondeos llegan y se esperan ofertas formales en las próximas semanas para tratar de hacerse con los servicios del jugador. Su hermano y agente es el que vehicula todas estas cuestiones mientras Ndiaye descansa durante sus vacaciones.
Ya en enero el jugador estuvo cerca de salir. De hecho, en el Betis reconocían que si la propuesta de la liga china hubiera llegado en estas fechas estivales la predisposición hubiera sido bien diferente. Entonces podría haber afectado a la dinámica del equipo en un momento delicado tras el cambio de entrenador y con la figura del director deportivo discutiéndose, mientras que en estos momentos un fuerte ingreso por Ndiaye provocaría la pérdida de un jugador importante para la estructura verdiblanca pero también un margen económico que puede contribuir a reforzar la plantilla para esta exigente temporada.
Ndiaye ha jugado esta temporada en el Betis más de 3.000 minutos repartidos en 34 encuentros ligueros y dos de la Copa del Rey. Su aportación anotadora ha sido de dos tantos y ha sido empleado en diferentes posiciones, ya sea de pivote defensivo como de mediocentro o, incluso, de mediapunta. En las últimas jornadas jugó también de central. Donde sí ha perdido protagonismo en los últimos tiempos Ndiaye ha sido en las convocatoria con la selección de Senegal.
Mientras, el club trata de intensificar en estos momentos en la salida de los descartes. Torrecilla ya anunció los jugadores con los que no cuenta en el proyecto del Betis 2016-17 pero todavía no ha encontrado destino ninguno de los futbolistas señalados. Digard es el que más cerca ha estado de concretar una salida al lograr la propuesta del Angers, que fue desestimada por el Betis al considerarla insuficiente. Kadir también tiene contactos con clubes franceses para continuar su carrera, mientras que la mayor preocupación se centra ahora en Rafael Van der Vaart, que se resiste a aceptar las posibilidades que se le presentan encima de la mesa para abandonar el Betis de una manera satisfactoria para las partes y exige una compensación económica por las dos temporadas que tiene aún firmadas. Con Varela existe un principio de acuerdo para su salida, que no tendrá un elevado coste dado que sólo le resta un año de contrato y es uno de los jugadores con ficha más baja. El agente de Vargas trata de encontrar una oferta que satisfaga a todos mientras que Westermann ha sido tocado por un club italiano, además de recibir el interés de la MLS estadounidense. En cuanto a Portillo puede haber novedades en los próximos días.
Alfred Ndiaye es uno de los jugadores que más se ha revalorizado en la última temporada en el Betis. Tras la buena experiencia de su cesión, llegó al Betis de manera defintiva en 2014 procedente del Sunderland por 1,5 millones de euros abonados en función del ascenso. En enero ya fue tasado por clubes chinos en cinco millones, primero, y diez, después. Ambas propuestas fueron rechazadas por el Betis ante la inoportunidad del momento debido a que la permanencia no estaba garantizada y Ndiaye era un pilar fundamental en el equipo bético. Ahora los sondeos por Ndiaye han regresado desde diferentes equipos para conocer las condiciones de un jugador que, con 26 años, se encuentra asentado en la Liga y con perspectivas de crecimiento. Miguel Torrecilla incluyó a Ndiaye entre los jugadores con los que cuenta para su proyecto de la 2016-17 pero consciente del valor de mercado que está tomando el parisino es posible que acceda a una venta si la oferta que llegue supera los diez millones de euros. Yes que en el Betis tienen claro que no existen los futbolistas intransferibles y que lo que puedan ingresar por Ndiaye si el mercado lo tasa en cifras tan altas puede emplearse en reforzar varias posiciones del cuadro que dirigirá Gustavo Poyet.
Las propuestas que llegaron por Ndiaye en enero fueron de la liga china pero en estos momentos los sondeos por el centrocampista nacido en París y que juega con la selección de Senegal son de otras competiciones emergentes. El valor de Ndiaye ha crecido muchísimo en las dos últimas temporadas hasta el punto de haberse convertido en fundamental tanto en el esquema de Pepe Mel como de Juan Merino. Ahora Torrecilla está buscando y mantiene a jugadores que para el centro del campo puedan actuar como interiores (Jonas Martin, Felipe Gutiérrez, Ceballos, Petros, Fabián) ya que Poyet quiere a un medio de cierre anclado por delante de la defensa, una posición en la que ha actuado Ndiaye esta temporada pero que le resta una de sus grandes virtudes:la movilidad. Poyet conoce a la perfección a Ndiaye y su potencial pero en el club tienen claro que si llega una oferta seria que alcance cantidades que, al menos, superen los diez millones de euros, Ndiaye puede ser vendido para emplear ese ingreso en reforzar al equipo con otros jugadores que busque Torrecilla.
Ndiaye tiene en el Betis una cláusula de rescisión de 20 millones de euros y contrato hasta junio de 2019. La mejora de su rendimiento ha ido acorde a su óptimo estado físico durante gran parte de la temporada y de ahí el incremento de su valor en el mercado. El Betis, en principio, no pone a Ndiaye en el escaparate pero los sondeos llegan y se esperan ofertas formales en las próximas semanas para tratar de hacerse con los servicios del jugador. Su hermano y agente es el que vehicula todas estas cuestiones mientras Ndiaye descansa durante sus vacaciones.
Ya en enero el jugador estuvo cerca de salir. De hecho, en el Betis reconocían que si la propuesta de la liga china hubiera llegado en estas fechas estivales la predisposición hubiera sido bien diferente. Entonces podría haber afectado a la dinámica del equipo en un momento delicado tras el cambio de entrenador y con la figura del director deportivo discutiéndose, mientras que en estos momentos un fuerte ingreso por Ndiaye provocaría la pérdida de un jugador importante para la estructura verdiblanca pero también un margen económico que puede contribuir a reforzar la plantilla para esta exigente temporada.
Ndiaye ha jugado esta temporada en el Betis más de 3.000 minutos repartidos en 34 encuentros ligueros y dos de la Copa del Rey. Su aportación anotadora ha sido de dos tantos y ha sido empleado en diferentes posiciones, ya sea de pivote defensivo como de mediocentro o, incluso, de mediapunta. En las últimas jornadas jugó también de central. Donde sí ha perdido protagonismo en los últimos tiempos Ndiaye ha sido en las convocatoria con la selección de Senegal.
Mientras, el club trata de intensificar en estos momentos en la salida de los descartes. Torrecilla ya anunció los jugadores con los que no cuenta en el proyecto del Betis 2016-17 pero todavía no ha encontrado destino ninguno de los futbolistas señalados. Digard es el que más cerca ha estado de concretar una salida al lograr la propuesta del Angers, que fue desestimada por el Betis al considerarla insuficiente. Kadir también tiene contactos con clubes franceses para continuar su carrera, mientras que la mayor preocupación se centra ahora en Rafael Van der Vaart, que se resiste a aceptar las posibilidades que se le presentan encima de la mesa para abandonar el Betis de una manera satisfactoria para las partes y exige una compensación económica por las dos temporadas que tiene aún firmadas. Con Varela existe un principio de acuerdo para su salida, que no tendrá un elevado coste dado que sólo le resta un año de contrato y es uno de los jugadores con ficha más baja. El agente de Vargas trata de encontrar una oferta que satisfaga a todos mientras que Westermann ha sido tocado por un club italiano, además de recibir el interés de la MLS estadounidense. En cuanto a Portillo puede haber novedades en los próximos días.
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