Para jugar mejor a la contra que Castro, Lu, me vale cualquier futbolista que sea más rápido que él. No necesito un tío con la definición de Castro, ni mucho menos. Me vale uno que marque 1 de cada 10, pero que genere esas 10 (que es algo que no hace Castro).
En cuanto a lo último, yo estoy de acuerdo contigo. Puedo demostrar que mi camiseta del Betis lleva el 24 y Castro arriba. Lo que no estoy dispuesto es a admitir más beatificaciones. Lo intenté evitar con Lopera y Mel, contribuí por desgracia en la de Maciá, y me he tenido que tragar la de Molina, por lo que intento evitar ya antes de tiempo la de Castro.
En cuanto a Gameiro, sé que es fallón y que falla mucho de lo que Castro metería, pero también saca muchas ocasiones de donde Castro no sacaría nada (que es lo que yo echo de menos).

Además, pa qué te voy a engañar, muchas veces lo hago a posta. Te propongo que hagas una prueba y escribas cualquier aspecto negativo sobre Castro (que también los tiene). En menos de 5 minutos, tendrás mínimo 3 citas.
Lo hago más como experimento social que porque yo odie a Rubén.
Y mi conclusión es la siguiente: esta afición no está tranquila si no endiosa a alguien.

Para decir que Castro es bueno, no hace falta decir que es un delantero TOP y perfecto, ni otras cosas exageradas.
Se pueden o deberían comentar sus defectos sin problema (que también los tiene).

Yo es que estoy cansadísimo de que los delanteros del Betis no generen ni una mísera ocasión por sí solos. Preferiría uno que en vez de 19, marcara solo 10, pero que creara por sí solo 40 ocasiones al año. De esas 40, fijo que otras 10 terminarían dentro.
Pero eso de esperar el último pase, y si los medios se atascan, que ni tiremos a portería, me revienta.

pues yo quiero muchos rubenes, oliveiras y alfonsos.
y es que no entiendo que para decir que te guste uno tengas que minimizar a los otros.
y sobre lo del padrino malo de Rubén...no se, como si a Alfonso y Oliveira los hubiese traido otro que no fuese el que metió en el betis a ese padrino malo.
por esa regla de tres, asco a cualquier jugador del 2010 patrás.

De Castro sabemos lo que podemos esperar como máximo. De Diaby, Calleri o cualquiera no. De ellos podemos esperar lo que queramos porque no los conocemos. A partir de ahí, Castro pierde en expectativas pero gana en hartazgo. La novelería se pone en marcha, el no haber sido fichado por alguien que sea "defendible"...

Nadie ha dicho una cosa.
Oliveira en el contexto 'actual' lo pudimos ver en 2009.
6 goles en 16 partidos. Y tenía al compañero que tuvo más adelante Rubén Castro, Emaná. Además que seguía Edú (aunque un poco acabado) y Sergio García.

En fin, ahí hay una pequeña muestra de lo que es igualarlos contextualmente, que cada uno saque sus conclusiones.

¿El gol al Levante es de empujarla? ¿el gol al Valencia es de empujarla? ¿el gol al Sporting de Gijón en El Molinón es de empujarla? ¿Los goles de cabeza en plancha ante Villareal y Real son de empujarla? Lo digo por aclararme que lo mismo lo estoy alucinando sin motivo. Y menciono goles de esta temporada porque como haga memoria de goles en primera de quitarse el sombrero como ante el Barca de Guardiola, el Zaragoza, etc. De empujarla es un tronco tipo Salinas. Castro tiene una calidad superior.

Si es que sólo hay que empujarla...

Hombre, el del Sporting es un golazo.

Los otros son goles de listo, de desmarque. No son remates de calidad con el balón -que Rubén es perfectamente capaz de hacerlos- sino de calidad de desmarque.

A mí que un jugador meta los goles a un toque o a dos o se regatee a veinte, nunca me ha dicho nada. Lo importante es su presencia en el juego y lo que el equipo consiga con esos goles.

(Por cierto, Salinas de empujarla nada. Lo característico de él era precisamente meter goles donde no había nada, dándose la vuelta o recortando y dándole mal, pero entrando. Empujándola era bastante peor.)

Cierto, le tengo cierta inquina a Salinas desde un España-Italia en 1994. Es injusto, lo sé.

Esto es lo que yo veo en el campo:
No presiona.
No va a ningún balón dividido.
No disputa los balones que van por alto, alejándose un metro para ver si falla el contrario.
No se fabrica el solo algún gol.
Está casi siempre en fuera de juego.
A veces peca de egoísta (esto es perdonable en cualquier delantero centro).
Y debido a todo ello, el Betis tiene que jugar con un segundo delantero para suplir todas estas deficiencias, debilitando por tanto el centro del campo.

Tiene una virtud y esa no se adquiere, esa se tiene o no se tiene, que es el olfato de estar en el sitio oportuno para empujarla.