Instalada la lápida de Don Patricio en Kilburn.
La Fundación que lleva su nombre honra la memoria de una figura para el beticismo.
El fútbol ha empezado a devolverle a Patrick O'Connell todo lo que este extraordinario personaje, vital para entender la historia del Betis, le dio a principios del pasado siglo. Don Patricio, como se le conocía en sus años en Sevilla, fue jugador de equipos como el Belfast City, el Sheffield Wednesday o el Manchester United, internacional por la selección de Irlanda y entrenador de Racing de Santander, Oviedo, Betis, Barcelona y Sevilla.
Protagonizó encuentros históricos que aún se recuerdan en las Islas Británicas, como el famoso Partido de los nueve hombres y medio, en el que Irlanda logró la Triple Corona tras empatar en casa con Escocia después de quedarse con un jugador menos -en 1914 aún no había cambios- y de que el propio O'Connell se fracturara un brazo.
También estuvo en el recordado The fixed match. En este histórico choque, varios jugadores del United y el Liverpool, reunidos en la taberna Dog and Partridge, pactaron un resultado que les permitiría obtener una importante suma de dinero en las apuestas con la que obtener provisiones para la guerra. Algunos jugadores fueron suspendidos de por vida, pero O'Connell, que falló un penalti, fue exonerado.
Su viaje a España
Con una vida personal muy ajetreada, Don Patricio dejó mujer y cuatro hijos en Reino Unido antes de comenzar una nueva etapa en España. A su muerte, fue enterrado en el Cementerio Católico de Santa María, en Kilburn, Londres, en una tumba sin lápida ni una sola inscripción que recordara quién yacía allí.
Sus descendientes, hace algo más de un año, pusieron en marcha la Fundación Patrick O'Connell para construirle un memorial. En ella colaboraron prestigiosos futbolistas de todo el mundo y varios de los clubes por los que pasó, como el Betis. Esta semana, por fin, ha llegado el primer resultado del gran trabajo realizado.
Una lápida con su nombre, en una tumba construida en piedra con césped que simula al de un campo de fútbol, con la que honrar su memoria. Será presentada este mes. Don Patricio, por fin, podrá descansar en paz.
Una figura legendaria en el Betis
Patrick O'Connell (Dublín, Irlanda, 1887) guió al Betis al mayor éxito deportivo de su historia. Con sus métodos revolucionarios de entrenamiento, Don Patricio convirtió en campeón de Liga a un equipo con el que nadie contaba para el título en la temporada 1934-35.
Antes, en 1932, había ascendido al equipo a Primera división, aplicando conceptos tácticos heredados de las Islas Británicas que causaron furor en el por aquel entonces arcaico fútbol español. Su éxito en Heliópolis le abrió las puertas del Barcelona, donde también es recordado con cariño al salvar al club de la desaparición con una gira durante la Guerra Civil.
La Fundación que lleva su nombre honra la memoria de una figura para el beticismo.
El fútbol ha empezado a devolverle a Patrick O'Connell todo lo que este extraordinario personaje, vital para entender la historia del Betis, le dio a principios del pasado siglo. Don Patricio, como se le conocía en sus años en Sevilla, fue jugador de equipos como el Belfast City, el Sheffield Wednesday o el Manchester United, internacional por la selección de Irlanda y entrenador de Racing de Santander, Oviedo, Betis, Barcelona y Sevilla.
Protagonizó encuentros históricos que aún se recuerdan en las Islas Británicas, como el famoso Partido de los nueve hombres y medio, en el que Irlanda logró la Triple Corona tras empatar en casa con Escocia después de quedarse con un jugador menos -en 1914 aún no había cambios- y de que el propio O'Connell se fracturara un brazo.
También estuvo en el recordado The fixed match. En este histórico choque, varios jugadores del United y el Liverpool, reunidos en la taberna Dog and Partridge, pactaron un resultado que les permitiría obtener una importante suma de dinero en las apuestas con la que obtener provisiones para la guerra. Algunos jugadores fueron suspendidos de por vida, pero O'Connell, que falló un penalti, fue exonerado.
Su viaje a España
Con una vida personal muy ajetreada, Don Patricio dejó mujer y cuatro hijos en Reino Unido antes de comenzar una nueva etapa en España. A su muerte, fue enterrado en el Cementerio Católico de Santa María, en Kilburn, Londres, en una tumba sin lápida ni una sola inscripción que recordara quién yacía allí.
Sus descendientes, hace algo más de un año, pusieron en marcha la Fundación Patrick O'Connell para construirle un memorial. En ella colaboraron prestigiosos futbolistas de todo el mundo y varios de los clubes por los que pasó, como el Betis. Esta semana, por fin, ha llegado el primer resultado del gran trabajo realizado.
Una lápida con su nombre, en una tumba construida en piedra con césped que simula al de un campo de fútbol, con la que honrar su memoria. Será presentada este mes. Don Patricio, por fin, podrá descansar en paz.
Una figura legendaria en el Betis
Patrick O'Connell (Dublín, Irlanda, 1887) guió al Betis al mayor éxito deportivo de su historia. Con sus métodos revolucionarios de entrenamiento, Don Patricio convirtió en campeón de Liga a un equipo con el que nadie contaba para el título en la temporada 1934-35.
Antes, en 1932, había ascendido al equipo a Primera división, aplicando conceptos tácticos heredados de las Islas Británicas que causaron furor en el por aquel entonces arcaico fútbol español. Su éxito en Heliópolis le abrió las puertas del Barcelona, donde también es recordado con cariño al salvar al club de la desaparición con una gira durante la Guerra Civil.
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