Rápido que voy tarde y esta noche vuelve a jugar su majestad. Debo admitir que salí con sensaciones contrapuestas del partido de Vigo. Por una parte el Real Betis sumó un punto que no me esperaba. Tenía la esperanza pero la temporada del Celta no invitaba al optimismo y sabía que no sería fácil puntuar allí. De hecho, el partido fue más o menos lo que imaginaba en principio. El Betis ya nos tiene acostumbrados a no querer el balón y pronto se lo entregó al conjunto gallego que quiso el gol con más insistencia y mostró una diferencia abrumadora en su fútbol ofensivo con respecto al juego atacante verdiblanco.
No obstante, el fútbol es acierto, es gol. Es la verdadera diferencia y en eso no hubo tanta. El RC Celta de Vigo no estuvo tan acertado, en parte porque Pezzella-Bruno se volvieron a mostrar muy seguros, rápidos al cruce, trabajadores en las coberturas y batalladores incansables del talento celeste que desbordan los Orellana, Nolito, Aspas (que salió al terreno de juego más tarde) o Guidetti. Y sí, el Real Betis cedió el balón pero esta vez si se pudieron observar un interés en buscar el contragolpe y no solo permanecer a expensas del rival como en otros partidos. Esta vez si se buscó a Rubén Castro al límite del fuera de juego aunque el canario tuviese la pólvora mojada, si se buscó a Musonda, aunque no estuviese tan desequilibrante esta vez, y se buscó a Joaquín al que Merino buscó dar más protagonismo por dentro. El portuense no es ese jugador desbordante pegado a la cal que era cuando tenía 20 años pero sigue atesorando una gran calidad y una capacidad para el golpeo preciso que pocos tienen en este equipo.
Una jugada de Montoya por la izquierda acabó con una asistencia a N'Diaye que el senegalés, que no es demasiado goleador, acertó a convertir. A partir de ahí, el partido continuó igual. El Betis defendiéndose con uñas y dientes, el Celta buscando algún camino que los llevase a superar a Adán y los verdiblancos pudiendo hacer daño a la contra. "Ay, Rubén, si la picadita va dentro en ese uno contra uno". Por desgracia, no toda la segunda parte fue así. Hubo un momento en el que Merino rechazó la posibilidad de buscar un contragolpe. Retiró a Ceballos y Joaquín del campo, los jugadores que probablemente más criterio tienen para ofrecerse y sacar el balón de forma eficaz, y no sacó a un jugador como Portillo que pudiese suplir esa misma labor. Se buscó trabajo con Cejudo y Xavi Torres. El Betis se encerró, comenzó a jugar a no perder y cuando eso pasa, lo normal es tener el efecto contrario. Los vigueses vieron el cielo abierto, pudieron lanzarse al ataque a pecho descubierto sin ese miedo a recibir daño a la contra y en una de esas llegó el gol.
A partir de ahí, alguna ocasión por cada bando, otra en la que grité gol viendo el balón dentro para descubrir en la repetición que Rubén parecía obsesionado con su vaselina, característica del canario por otra parte y un punto que veo positivo aunque con cierta pena por haber tenido la victoria tan cerca. Al menos lo que si se ve cerca es la permanencia, habrá que rubricarla en compromisos venideros.
Adán: Esta vez no fue el salvador total, aunque hizo una parada en la primera mitad con una estirada que me hizo deshacerme en elogios hacia su persona. Creo que pudo hacer más en el gol, salió vencido y no pudo reaccionar con el pie pero fue víctima del cambio de planteamiento y el miedo a perder.
Molinero: Le tocó bailar con la más fea y tanto Orellana como Nolito, especialmente Nolito, lo puso en bastantes problemas. Aún así no estuvo mal y salvó el partido con corrección.
Pezzella: Gran trabajo el suyo. Muy bien al corte y al cruce. No fue un partido sencillo por la avalancha de ataques del Celta pero estuvo muy bien. Se le ve mucho más seguro y adaptado a la compañía de Bruno.
Bruno: Buen partido el suyo, en un nivel similar a Pezzella. Estuvo rápido al cruce, fuerte al contacto y bastante contundente. No era un partido fácil para ser central porque un error probablemente habría penalizado al equipo ante la calidad arriba del rival.
Montoya: Sumó y se le vio más suelto en ataque, aunque tampoco en exceso. Consiguió asistir a N'Diaye en una de esas subidas que peleó y defensivamente no estuvo nada mal.
N'Diaye: Batalló en el centro del campo, aunque con cierto orden, algo que hemos echado de menos en él muchas veces. Sumó su segundo gol en la temporada.
Petros: Incansable y trabajador siempre. A veces me da la impresión de que está en todos los "fregaos" y busca demasiado al rival. Incluso sacó de sus casillas a Guidetti. Tal y como estaba planteado el partido, hizo su trabajo de lucha a la perfección.
Ceballos: Aunque a veces se fue al centro, durante gran parte del partido jugó en la izquierda. Cuando recibe la pelota da la impresión de que es de los que saben manejar el juego del equipo y este Betis lo necesita más de lo que parece. Tanto cambio de posición está haciendo que aparezca menos en posiciones cercanas al área pero su participación en el juego del equipo es casi siempre positiva.
Joaquín: El partido anterior ya estuvo mejor que otras veces y en este se vio aún más claro. En mi opinión, ya no tiene ese físico extraordinario y esa velocidad para desbordar a su par desde la banda derecha pero sigue siendo desequilibrante en el regate y hace mucho más daño desde la izquierda, desbordando hacia el centro y aprovechando esos segundos en el que lateral y central dudan. Esta vez jugó por el centro pero fueron las veces que se escoró a la izquierda cuando más daño hizo. Así rindió en Florencia y parece que hemos tardado 32 jornadas en verlo por aquí.
Musonda: Me gustaría destacar el partido de Musonda ahora que la visión general es que ha pegado un bajón. Y es cierto, es menos decisivo, menos incisivo, menos determinante... en ataque. Las defensas de la liga ya lo conocen, ya no coge a nadie por sorpresa su calidad en el uno contra uno y las marcas actúan acorde a eso. Sin embargo, no es el típico chaval que desconecta cuando no le salen las cosas en uno de esos errores de juventud. El lo sigue intentando, se sigue desmarcando. Si no puede encarar la juega con bastante criterio y su compromiso es verlo en el 82' corriendo hacia atrás a cerrar al lateral como si le fuera la vida en ello. Esfuerzo y más esfuerzo. Trabajo para el equipo y no en su lucimiento personal, eso es lo que saco en claro tras este partido en el que su nombre huirá de papeles protagonistas. Para mi hizo un buen partido.
Rubén Castro: Esta vez no. Tuvo un par de oportunidades para que el Betis se llevase el partido pero no estuvo acertado y no pudo ser. Se mantuvo fresco arriba, buscando esas oportunidades y las tuvo. Es lo que se le puede pedir jugando solo arriba y con toda la zaga pendiente a sus movimientos.
Cejudo: Trabajador, como siempre. Tuvo un par de acciones acertadas y otras en las que volvió a tardar demasiado o elegir mal. En cuanto a actitud nada que reprochar.
Xavi Torres: Pasó desapercibido. Ya de por sí su fútbol últimamente es más táctico que con balón, más posicional que protagonista, pero si me dicen que no estuvo en Galicia me lo creo. En cualquier caso lo peor no es su actuación sino que probablemente no era ese el papel que debía hacer. Con su equivocada sustitución el equipo dejó de tener una alternativa en la salida clara del balón, dejó de tener hombres entre líneas que la apoyasen y el mensaje al Celta fue, podéis atacar porque nosotros lo que vamos a hacer es defendernos con uñas y dientes. Eso hicieron y tal vez es una de las causas de no sumar algo más.
Portillo: Dar un par de balones en horizontal es lo que pudo hacer en el poco tiempo que estuvo. Se le recordará más por el cambio de camiseta que por un partido en el que tuvo poco protagonismo.7
Juan Merino: Esta vez el planteamiento inicial no fue erróneo. Colocó un centro del campo batallador y talento con balón en tres cuartos, lo que hizo que el equipo no solo estuviese encerrado, sino que tuviese alguna posibilidad de estirarse y pegar algún zarpazo arriba para hacer daño. Los cambios no solo empeoraron al equipo sino que cambiaron el planteamiento y el trabajo se vino abajo por lo ya explicado. Se fue a conservar y se concedió un gol. Creo que todos coincidiremos con esa lectura.
No obstante, el fútbol es acierto, es gol. Es la verdadera diferencia y en eso no hubo tanta. El RC Celta de Vigo no estuvo tan acertado, en parte porque Pezzella-Bruno se volvieron a mostrar muy seguros, rápidos al cruce, trabajadores en las coberturas y batalladores incansables del talento celeste que desbordan los Orellana, Nolito, Aspas (que salió al terreno de juego más tarde) o Guidetti. Y sí, el Real Betis cedió el balón pero esta vez si se pudieron observar un interés en buscar el contragolpe y no solo permanecer a expensas del rival como en otros partidos. Esta vez si se buscó a Rubén Castro al límite del fuera de juego aunque el canario tuviese la pólvora mojada, si se buscó a Musonda, aunque no estuviese tan desequilibrante esta vez, y se buscó a Joaquín al que Merino buscó dar más protagonismo por dentro. El portuense no es ese jugador desbordante pegado a la cal que era cuando tenía 20 años pero sigue atesorando una gran calidad y una capacidad para el golpeo preciso que pocos tienen en este equipo.
Una jugada de Montoya por la izquierda acabó con una asistencia a N'Diaye que el senegalés, que no es demasiado goleador, acertó a convertir. A partir de ahí, el partido continuó igual. El Betis defendiéndose con uñas y dientes, el Celta buscando algún camino que los llevase a superar a Adán y los verdiblancos pudiendo hacer daño a la contra. "Ay, Rubén, si la picadita va dentro en ese uno contra uno". Por desgracia, no toda la segunda parte fue así. Hubo un momento en el que Merino rechazó la posibilidad de buscar un contragolpe. Retiró a Ceballos y Joaquín del campo, los jugadores que probablemente más criterio tienen para ofrecerse y sacar el balón de forma eficaz, y no sacó a un jugador como Portillo que pudiese suplir esa misma labor. Se buscó trabajo con Cejudo y Xavi Torres. El Betis se encerró, comenzó a jugar a no perder y cuando eso pasa, lo normal es tener el efecto contrario. Los vigueses vieron el cielo abierto, pudieron lanzarse al ataque a pecho descubierto sin ese miedo a recibir daño a la contra y en una de esas llegó el gol.
A partir de ahí, alguna ocasión por cada bando, otra en la que grité gol viendo el balón dentro para descubrir en la repetición que Rubén parecía obsesionado con su vaselina, característica del canario por otra parte y un punto que veo positivo aunque con cierta pena por haber tenido la victoria tan cerca. Al menos lo que si se ve cerca es la permanencia, habrá que rubricarla en compromisos venideros.
Adán: Esta vez no fue el salvador total, aunque hizo una parada en la primera mitad con una estirada que me hizo deshacerme en elogios hacia su persona. Creo que pudo hacer más en el gol, salió vencido y no pudo reaccionar con el pie pero fue víctima del cambio de planteamiento y el miedo a perder.
Molinero: Le tocó bailar con la más fea y tanto Orellana como Nolito, especialmente Nolito, lo puso en bastantes problemas. Aún así no estuvo mal y salvó el partido con corrección.
Pezzella: Gran trabajo el suyo. Muy bien al corte y al cruce. No fue un partido sencillo por la avalancha de ataques del Celta pero estuvo muy bien. Se le ve mucho más seguro y adaptado a la compañía de Bruno.
Bruno: Buen partido el suyo, en un nivel similar a Pezzella. Estuvo rápido al cruce, fuerte al contacto y bastante contundente. No era un partido fácil para ser central porque un error probablemente habría penalizado al equipo ante la calidad arriba del rival.
Montoya: Sumó y se le vio más suelto en ataque, aunque tampoco en exceso. Consiguió asistir a N'Diaye en una de esas subidas que peleó y defensivamente no estuvo nada mal.
N'Diaye: Batalló en el centro del campo, aunque con cierto orden, algo que hemos echado de menos en él muchas veces. Sumó su segundo gol en la temporada.
Petros: Incansable y trabajador siempre. A veces me da la impresión de que está en todos los "fregaos" y busca demasiado al rival. Incluso sacó de sus casillas a Guidetti. Tal y como estaba planteado el partido, hizo su trabajo de lucha a la perfección.
Ceballos: Aunque a veces se fue al centro, durante gran parte del partido jugó en la izquierda. Cuando recibe la pelota da la impresión de que es de los que saben manejar el juego del equipo y este Betis lo necesita más de lo que parece. Tanto cambio de posición está haciendo que aparezca menos en posiciones cercanas al área pero su participación en el juego del equipo es casi siempre positiva.
Joaquín: El partido anterior ya estuvo mejor que otras veces y en este se vio aún más claro. En mi opinión, ya no tiene ese físico extraordinario y esa velocidad para desbordar a su par desde la banda derecha pero sigue siendo desequilibrante en el regate y hace mucho más daño desde la izquierda, desbordando hacia el centro y aprovechando esos segundos en el que lateral y central dudan. Esta vez jugó por el centro pero fueron las veces que se escoró a la izquierda cuando más daño hizo. Así rindió en Florencia y parece que hemos tardado 32 jornadas en verlo por aquí.
Musonda: Me gustaría destacar el partido de Musonda ahora que la visión general es que ha pegado un bajón. Y es cierto, es menos decisivo, menos incisivo, menos determinante... en ataque. Las defensas de la liga ya lo conocen, ya no coge a nadie por sorpresa su calidad en el uno contra uno y las marcas actúan acorde a eso. Sin embargo, no es el típico chaval que desconecta cuando no le salen las cosas en uno de esos errores de juventud. El lo sigue intentando, se sigue desmarcando. Si no puede encarar la juega con bastante criterio y su compromiso es verlo en el 82' corriendo hacia atrás a cerrar al lateral como si le fuera la vida en ello. Esfuerzo y más esfuerzo. Trabajo para el equipo y no en su lucimiento personal, eso es lo que saco en claro tras este partido en el que su nombre huirá de papeles protagonistas. Para mi hizo un buen partido.
Rubén Castro: Esta vez no. Tuvo un par de oportunidades para que el Betis se llevase el partido pero no estuvo acertado y no pudo ser. Se mantuvo fresco arriba, buscando esas oportunidades y las tuvo. Es lo que se le puede pedir jugando solo arriba y con toda la zaga pendiente a sus movimientos.
Cejudo: Trabajador, como siempre. Tuvo un par de acciones acertadas y otras en las que volvió a tardar demasiado o elegir mal. En cuanto a actitud nada que reprochar.
Xavi Torres: Pasó desapercibido. Ya de por sí su fútbol últimamente es más táctico que con balón, más posicional que protagonista, pero si me dicen que no estuvo en Galicia me lo creo. En cualquier caso lo peor no es su actuación sino que probablemente no era ese el papel que debía hacer. Con su equivocada sustitución el equipo dejó de tener una alternativa en la salida clara del balón, dejó de tener hombres entre líneas que la apoyasen y el mensaje al Celta fue, podéis atacar porque nosotros lo que vamos a hacer es defendernos con uñas y dientes. Eso hicieron y tal vez es una de las causas de no sumar algo más.
Portillo: Dar un par de balones en horizontal es lo que pudo hacer en el poco tiempo que estuvo. Se le recordará más por el cambio de camiseta que por un partido en el que tuvo poco protagonismo.7
Juan Merino: Esta vez el planteamiento inicial no fue erróneo. Colocó un centro del campo batallador y talento con balón en tres cuartos, lo que hizo que el equipo no solo estuviese encerrado, sino que tuviese alguna posibilidad de estirarse y pegar algún zarpazo arriba para hacer daño. Los cambios no solo empeoraron al equipo sino que cambiaron el planteamiento y el trabajo se vino abajo por lo ya explicado. Se fue a conservar y se concedió un gol. Creo que todos coincidiremos con esa lectura.