Haro se 'olvida' del consejo
- El presidente, con el único sostén de López Catalán, toma decisiones de calado sin consultar .
- El órgano rector apenas se reúne y desconoce la hoja de ruta
El actual máximo mandatario del Betis, Ángel Haro, ha emprendido, desde su aterrizaje en la presidencia el 4 de febrero, un régimen presidencialista en el Betis en el que se ha olvidado del principal órgano consultimo del club, el consejo de administración, que sólo ha celebrado una reunión durante un espacio de tiempo superior a un mesa, algo que contrasta con la época de la presidencia de Juan Carlos Ollero, en la que estas citas eran quincenales e incluso semanales.
En una postura similar a la seguida en su día por José Antonio Bosch o Manuel Ruiz de Lopera, aunque éstos de una u otra manera ostentaban el 51,34% de las acciones que los facultaba, Haro ha decidido gobernar el Betis en solitario con el único sostén de José Miguel López Catalán, vicepresidente y, al igual que él, consejero delegado de la entidad verdiblanca desde la misma toma de posesión hace dos meses. La criticada comisión ejecutiva de las dos últimas semanas de Juan Carlos Ollero, compuesta por cinco miembros, entre ellos Haro y Catalán, quedó en la teoría reducida a dos.
En la teoría y en la práctica, ya que desde entonces el consejo de administración del Betis sólo ha celebrado una reunión -en épocas pasadas eran quincenales y, con Ollero, hasta semanales a veces-, hace ya más de un mes, al punto de que hay consejeros que están meditando su continuidad al desconocer decisiones en las que no tienen absolutamente nada que ver por la falta de comunicación.
Tal vez el quid de la cuestión reside en el auto de la sección quinta de la Audiencia de Sevilla, de 11 de noviembre de 2015, en el que viene a declarar nulo el auto de medidas cautelares de 30 de julio de 2015 dictado por Javier Carretero, juez del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Sevilla, sobre el 31,38% del paquete de acciones de Farusa.
La Audiencia estimó el recurso presentado al estar el juez recurrido (éste archivó su propia recusación) y dictó que "el recusado nunca puede intervenir en el incidente de recusación, y menos decidir que no se tramite el incidente, por cuanto va en contra de las citadas disposiciones y de las que regula la materia en la Ley Orgánica del Poder Judicial".
Aunque conminó al propio juez a evacuar su defensa y, en su caso, a pronunciarse al titular de ese juzgado, Eduardo Gómez López, de momento no hay noticias al respecto, lo que no quita la situación de provisionalidad en la que está gobernando Haro, quien ha emprendido empresas como la de Gol Sur que, quizá, necesitarían ser debatidas en una Junta General.
Ítem más: el club tiene licencia para derribar esa grada según una resolución de 27 de febrero de 2007 a instancias de Lopera, pero aún no ha presentado proyecto ni tiene licencia de obras. En este sentido hay quien interpreta que Haro y Catalán están hablando de un proyecto que iría para largo en el tiempo.
Otros accionistas de peso e incluso algún consejero piensan que no es el momento de emprender una obra de ese calado, con el primer equipo aún sin asegurar la permanencia, con el segundo con un pie en Tercera División y con una crisis en la dirección deportiva.
Mientras, Haro sigue tomando de manera personal otras decisiones, como la de fichar para la televisión del club a un profesional, periodista, pero ajeno al Betis y al mundo del fútbol.
Haro se 'olvida' del consejo
Esto es lo que tenemos amigos.
- El presidente, con el único sostén de López Catalán, toma decisiones de calado sin consultar .
- El órgano rector apenas se reúne y desconoce la hoja de ruta
El actual máximo mandatario del Betis, Ángel Haro, ha emprendido, desde su aterrizaje en la presidencia el 4 de febrero, un régimen presidencialista en el Betis en el que se ha olvidado del principal órgano consultimo del club, el consejo de administración, que sólo ha celebrado una reunión durante un espacio de tiempo superior a un mesa, algo que contrasta con la época de la presidencia de Juan Carlos Ollero, en la que estas citas eran quincenales e incluso semanales.
En una postura similar a la seguida en su día por José Antonio Bosch o Manuel Ruiz de Lopera, aunque éstos de una u otra manera ostentaban el 51,34% de las acciones que los facultaba, Haro ha decidido gobernar el Betis en solitario con el único sostén de José Miguel López Catalán, vicepresidente y, al igual que él, consejero delegado de la entidad verdiblanca desde la misma toma de posesión hace dos meses. La criticada comisión ejecutiva de las dos últimas semanas de Juan Carlos Ollero, compuesta por cinco miembros, entre ellos Haro y Catalán, quedó en la teoría reducida a dos.
En la teoría y en la práctica, ya que desde entonces el consejo de administración del Betis sólo ha celebrado una reunión -en épocas pasadas eran quincenales y, con Ollero, hasta semanales a veces-, hace ya más de un mes, al punto de que hay consejeros que están meditando su continuidad al desconocer decisiones en las que no tienen absolutamente nada que ver por la falta de comunicación.
Tal vez el quid de la cuestión reside en el auto de la sección quinta de la Audiencia de Sevilla, de 11 de noviembre de 2015, en el que viene a declarar nulo el auto de medidas cautelares de 30 de julio de 2015 dictado por Javier Carretero, juez del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Sevilla, sobre el 31,38% del paquete de acciones de Farusa.
La Audiencia estimó el recurso presentado al estar el juez recurrido (éste archivó su propia recusación) y dictó que "el recusado nunca puede intervenir en el incidente de recusación, y menos decidir que no se tramite el incidente, por cuanto va en contra de las citadas disposiciones y de las que regula la materia en la Ley Orgánica del Poder Judicial".
Aunque conminó al propio juez a evacuar su defensa y, en su caso, a pronunciarse al titular de ese juzgado, Eduardo Gómez López, de momento no hay noticias al respecto, lo que no quita la situación de provisionalidad en la que está gobernando Haro, quien ha emprendido empresas como la de Gol Sur que, quizá, necesitarían ser debatidas en una Junta General.
Ítem más: el club tiene licencia para derribar esa grada según una resolución de 27 de febrero de 2007 a instancias de Lopera, pero aún no ha presentado proyecto ni tiene licencia de obras. En este sentido hay quien interpreta que Haro y Catalán están hablando de un proyecto que iría para largo en el tiempo.
Otros accionistas de peso e incluso algún consejero piensan que no es el momento de emprender una obra de ese calado, con el primer equipo aún sin asegurar la permanencia, con el segundo con un pie en Tercera División y con una crisis en la dirección deportiva.
Mientras, Haro sigue tomando de manera personal otras decisiones, como la de fichar para la televisión del club a un profesional, periodista, pero ajeno al Betis y al mundo del fútbol.
Haro se 'olvida' del consejo
Esto es lo que tenemos amigos.
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