Cuando tenía el partido ganado, el Betis decidió dar vida a un Rayo que en dos fogonazos empató el partido. El equipo de Merino pudo sentenciar en una buena primera mitad y se convirtió en un manojo de nervios en la segunda parte. Dos puntos que vuelven a volar lejos del Villamarín.
El Betis va a sufrir hasta final de temporada. Y mucho. Hoy volvió a dejar marchar otra oportunidad de dejar el descenso a seis puntos en otro alarde de mediocridad en la segunda mitad. El equipo de Merino acabó la primera parte en auge, siendo uno de los mejores momentos del Betis como local esta temporada, entró en la segunda con la sensación de que el trabajo ya estaba hecho y la soberbia le hizo caer. La soberbia y el rival que cuenta con un entrenador que sí sabe de qué va esto.
Hoy el Betis salió, por fin, sin el doble pivote de siempre, aunque fuera por suspensión, y el Betis dejó una imagen positiva en lo que se refiere a la primera mitad. Le costó al equipo de Merino, y a Ceballos, entrar al partido pero tras el gol de Rubén, el Betis, sin hacer un futbol virtuoso, creó multitud de ocasiones y pudo sentenciar el partido. Por fin el Betis era quien creaba y atacaba, aunque no tuviera la posesión. Y el Betis mereció más. Aunque obviamente seguía muy lejos de la mejor versión, el Betis ganaba y tenía el control del partido.
Pero claro, los rivales juegan. Se preveía un arreón inicial del Rayo en la segunda parte, y más con los dos cambios que Paco Jémez realizó. Dos cambios que el Betis debía conocer antes del inicio de la segunda mitad como también debería conocer que el Rayo pasaba a defensa de tres. Merino no movió ficha y Jémez volvió a rescatar puntos con un movimiento suicida si hubiera salido mal pero maestro si salía bien. Y salió bien.
Con esos cambios del Rayo, el partido pedía un cambio en el Betis, pedía a Fabián por Joaquín o Molina, pedía apuntalar el centro del campo, pedía mantener el control del balón, pedía el pase de seguridad… y todas esas características las reunía un Fabián que salió demasiado tarde. Los partidos se ganan en el campo y en el banquillo. Y hoy se ha perdido, porque no nos equivoquemos el empate ante el Rayo es una derrota, desde el banquillo primero y segundo por la falta de reacción de unos jugadores que tras gol en contra se convierten en un manojo de nervios insostenible.
El uno a uno:
El Betis va a sufrir hasta final de temporada. Y mucho. Hoy volvió a dejar marchar otra oportunidad de dejar el descenso a seis puntos en otro alarde de mediocridad en la segunda mitad. El equipo de Merino acabó la primera parte en auge, siendo uno de los mejores momentos del Betis como local esta temporada, entró en la segunda con la sensación de que el trabajo ya estaba hecho y la soberbia le hizo caer. La soberbia y el rival que cuenta con un entrenador que sí sabe de qué va esto.
Hoy el Betis salió, por fin, sin el doble pivote de siempre, aunque fuera por suspensión, y el Betis dejó una imagen positiva en lo que se refiere a la primera mitad. Le costó al equipo de Merino, y a Ceballos, entrar al partido pero tras el gol de Rubén, el Betis, sin hacer un futbol virtuoso, creó multitud de ocasiones y pudo sentenciar el partido. Por fin el Betis era quien creaba y atacaba, aunque no tuviera la posesión. Y el Betis mereció más. Aunque obviamente seguía muy lejos de la mejor versión, el Betis ganaba y tenía el control del partido.
Pero claro, los rivales juegan. Se preveía un arreón inicial del Rayo en la segunda parte, y más con los dos cambios que Paco Jémez realizó. Dos cambios que el Betis debía conocer antes del inicio de la segunda mitad como también debería conocer que el Rayo pasaba a defensa de tres. Merino no movió ficha y Jémez volvió a rescatar puntos con un movimiento suicida si hubiera salido mal pero maestro si salía bien. Y salió bien.
Con esos cambios del Rayo, el partido pedía un cambio en el Betis, pedía a Fabián por Joaquín o Molina, pedía apuntalar el centro del campo, pedía mantener el control del balón, pedía el pase de seguridad… y todas esas características las reunía un Fabián que salió demasiado tarde. Los partidos se ganan en el campo y en el banquillo. Y hoy se ha perdido, porque no nos equivoquemos el empate ante el Rayo es una derrota, desde el banquillo primero y segundo por la falta de reacción de unos jugadores que tras gol en contra se convierten en un manojo de nervios insostenible.
El uno a uno:
Adán: Poco pudo hacer en los dos goles del Rayo. Manucho le remató a bocajarro dentro del área. Por lo demás, tuvo un partido tranquilo y solventó cualquier disparo sin mucho peligro de los madrileños. Ficha de Adán |
|
Molinero: Comenzó el partido con muchas ganas, dejando un gran centro, pero se acabó viniendo abajo y siendo superado constantemente por Embarba. Ficha de Molinero |
|
Vargas: Sigue a un nivel por encima de sus compañeros en la zaga. El mejor de la línea de cuatro aunque no ha mostrado su mejor versión. En balón parado, cada vez es más importante. Ficha de Vargas |
|
Bruno: Con el partido de cara, es un central con carácter y contundencia pero cuando el partido comienza a peligrar es el máximo exponente de las dudas del equipo. Ficha de Bruno |
|
Pezzella: Otro que se vino abajo en la segunda mitad. Incapaz de sostener a Manucho que le ganó en la mayoría de duelos individuales. Pedía a gritos una ayuda que nunca llegó. Ficha de Pezzella |
|
Petros: Primer partido como único pivote defensivo, o mejor dicho, con una responsabilidad mayor en tareas defensivas, y mostró su mejor cara. Volvió a verse al mejor Petros en el campo. Aun así, se vio superado en muchas ocasiones por la acumulación de jugadores del Rayo en tres cuartos. Ficha de Petros |
|
Joaquín: Se le vio mejor que otras tardes pero aun así sigue lejos de su mejor nivel. El Betis necesitará al mejor Joaquín para salvar esta temporada. Ficha de Joaquín |
|
Musonda: Sigue siendo el punto desequilibrante del Betis. Hoy más que por sus regates, fueron sus pases los que crearon ocasiones de gol. Sigue equivocándose en la mayoría de toma de decisiones aunque es lo normal. Su principal pero, hoy y ante el Sporting, es que tiende a desaparecer en tramos realmente importantes del partido. Ficha de Musonda |
|
Jorge Molina: La principal sorpresa del día, cuando se le esperaba fuera de la convocatoria, entró en el once titular y demostró que aún puede aportar mucho al equipo. Además, los minutos de Damiao (sí, no se puede juzgar su nivel por los minutos de hoy) solo hacen más que probar que aquí Merino acertó. No hizo un gran partido pero dejó detalles determinantes como la peinada en el segundo gol. Ficha de Jorge Molina |
|
Dani Ceballos: No es su posición pero el Betis le necesita ahí, por lo menos en partidos como el de hoy. El único, quizás junto a Musonda, que tiene la capacidad de dar pases que rompan líneas rivales y desde el mediocentro tiene mayor visión para realizarlos. Gran capacidad de sacrificio la que ha mostrado hoy unido a un acierto en la distribución del balón. Una pena esa última ocasión, su partido merecía el gol. Ficha de Dani Ceballos |
|
Rubén Castro: Que sería del Betis sin Rubén. Mensaje en forma de goles para todos aquellos que pedían su suplencia. Si es que a veces, vamos hasta contra nosotros mismos. Ficha de Rubén Castro |
|
Damiao: Los minutos de hoy demuestran porque no ha jugado hasta ahora. Totalmente fuera de ritmo competitivo del equipo y de la liga. Perdido e individualista. Sí, situemos el contexto, eran sus primeros minutos en Europa en un partido donde el rival había empatado a dos, un contexto totalmente desfavorable. Pero el Betis no está ahora mismo para esperar a nadie. Ficha de Damiao |
|
Cejudo: No aportó nada al equipo su salida. No mejoró a Joaquín ni consiguió desbordar a la defensa del Rayo. Volvemos a la historia del contexto, difícil salir bien parado con una situación futbolística como tal y con un golpe anímico brutal tras remontar un 2-0. Ficha de Cejudo |
|
Fabián: Salió demasiado tarde y apenas intervino en el juego aunque dejó una asistencia bastante interesante con el exterior. El Betis le necesita, necesita al Fabián que deslumbró en Villarreal haciendo el futbol sencillo. Ficha de Fabián |