168 horas (7 días o una semana exactamente después), el Villamarín acogerá la reedición del partido frente a un rival directo ante el que no vale más que la victoria, condición ineludible que se daba igualmente cuando el Sporting de Gijón era el foráneo el pasado sábado, dilucidándose el resultado del duelo con un escaso botín de un punto que no colma las aspiraciones del Betis.
En esta ocasión, la jornada sabatina de esta noche servirá para que el Rayo Vallecano se avance sobre césped del Villamarín, con similar predisposición a los de Abelardo en la jornada precedente, y es que los pupilos del oficial Jémez tendrán en mente la opción de obtener el mayor rédito posible de su partido a domicilio.
Una historia incomprensible: 40.000 béticos de media acuden al coliseo de La Palmera cada vez que hay fútbol a ver a su equipo, y el Betis tan sólo ha sido capaz de cosechar la irrisoria cifra de 2 victorias en 12 encuentros jugados como local. Algo falla y todos los factores señalan a los actores que se emplean sobre la pradera verdiblanca. Superados ya los dos primeros tercios de la temporada, por el bien general la situación casera debe cambiar, la fiel hinchada bética no merece este rendimiento del equipo de sus amores.
Los del barrio de Vallecas no son los mejores invitados. A los franjirrojos no les pesa su desplazamiento para medirse con los verdiblancos, ya que en las últimas visitas se ha comportado como un conjunto incómodo que se le ha atragantado al Betis, tanto es así que de los últimos tres enfrentamientos en Primera en el Villamarín han salido victoriosos en 2 ocasiones y la restante empataron en los últimos instantes, produciéndose la destitución de Mel en su primera etapa en el banquillo.
El Betis, como venimos apuntando, está a las puertas de una cita crucial: ganar supone la no activación de las luces de alarma y un empate o una derrota originaría una combinación de inquietud y miedo que puede hacer temblar los cimientos de la planta noble de la entidad de Heliópolis, por enésima vez. Para evitar la sucesión de acontecimientos negativos citados en la segunda parte de la disyuntiva, Juan Merino asume galones y comienza a marcar su sello.
Así bien, la convocatoria, hecha pública tras el entrenamiento matinal de ayer, incluye la novedad capital de la presencia de Leandro Damiao, que se estrena en una lista por primera vez desde que se oficializara su fichaje hace casi un mes. Asimismo, Kadir y Montoya se caen por lesión de la misma, mientras que Westermann sigue sin entrar en el equipo y N’Diaye causa baja por sanción. Esto repercute en la reconversión del equipo titular, entrando Molinero por Montoya en el lateral derecho, toda vez que la formación puede variar por la entrada de Ceballos en el medio por el ‘18’, mientras que Musonda parece fijo, Joaquín y Fabián son las alternativas que maneja Merino ante la salida del equipo de Kadir.
Por el lado rayista, Paco Jémez ha elaborado una lista de convocados con las principales novedades de Amaya y Aras Osbiliz, al tiempo que se caen de la citación algunos de los jugadores más importantes del esquema franjirrojo: Pablo Hernández, Jozabed y Javi Guerra no entran en la lista por diversas dolencias. Sin embargo, el firme preparador podrá contar con su ataque de lujo: el devorador de goles Miku estará acompañado de su fiel escudero Bebé.
Se acabaron las probaturas, ha llegado el momento de poner toda la carne en el asador, de dejarse la piel sobre el césped del Villamarín, el resultado del encuentro de esta noche va a determinar el estado de ánimo de la plantilla verdiblanca de forma definitiva, y los 40.000 de siempre volverán a prestar su aliento. El balón echa a rodar a las 20:30 horas, con el arbitraje del valenciano Mateu Lahoz. No cabe un traspié más.
Alineaciones probables:
Betis: Adán; Molinero, Bruno, Pezzella, Vargas; Musonda, Petros, Ceballos, Joaquín; Jorge Molina y Rubén Castro.
Rayo: Juan Carlos; Tito, Zé Castro, Llorente, Nacho; Baena, Trashorras; Embarba, Piti, Bebé; y Miku.
En esta ocasión, la jornada sabatina de esta noche servirá para que el Rayo Vallecano se avance sobre césped del Villamarín, con similar predisposición a los de Abelardo en la jornada precedente, y es que los pupilos del oficial Jémez tendrán en mente la opción de obtener el mayor rédito posible de su partido a domicilio.
Una historia incomprensible: 40.000 béticos de media acuden al coliseo de La Palmera cada vez que hay fútbol a ver a su equipo, y el Betis tan sólo ha sido capaz de cosechar la irrisoria cifra de 2 victorias en 12 encuentros jugados como local. Algo falla y todos los factores señalan a los actores que se emplean sobre la pradera verdiblanca. Superados ya los dos primeros tercios de la temporada, por el bien general la situación casera debe cambiar, la fiel hinchada bética no merece este rendimiento del equipo de sus amores.
Los del barrio de Vallecas no son los mejores invitados. A los franjirrojos no les pesa su desplazamiento para medirse con los verdiblancos, ya que en las últimas visitas se ha comportado como un conjunto incómodo que se le ha atragantado al Betis, tanto es así que de los últimos tres enfrentamientos en Primera en el Villamarín han salido victoriosos en 2 ocasiones y la restante empataron en los últimos instantes, produciéndose la destitución de Mel en su primera etapa en el banquillo.
El Betis, como venimos apuntando, está a las puertas de una cita crucial: ganar supone la no activación de las luces de alarma y un empate o una derrota originaría una combinación de inquietud y miedo que puede hacer temblar los cimientos de la planta noble de la entidad de Heliópolis, por enésima vez. Para evitar la sucesión de acontecimientos negativos citados en la segunda parte de la disyuntiva, Juan Merino asume galones y comienza a marcar su sello.
Así bien, la convocatoria, hecha pública tras el entrenamiento matinal de ayer, incluye la novedad capital de la presencia de Leandro Damiao, que se estrena en una lista por primera vez desde que se oficializara su fichaje hace casi un mes. Asimismo, Kadir y Montoya se caen por lesión de la misma, mientras que Westermann sigue sin entrar en el equipo y N’Diaye causa baja por sanción. Esto repercute en la reconversión del equipo titular, entrando Molinero por Montoya en el lateral derecho, toda vez que la formación puede variar por la entrada de Ceballos en el medio por el ‘18’, mientras que Musonda parece fijo, Joaquín y Fabián son las alternativas que maneja Merino ante la salida del equipo de Kadir.
Por el lado rayista, Paco Jémez ha elaborado una lista de convocados con las principales novedades de Amaya y Aras Osbiliz, al tiempo que se caen de la citación algunos de los jugadores más importantes del esquema franjirrojo: Pablo Hernández, Jozabed y Javi Guerra no entran en la lista por diversas dolencias. Sin embargo, el firme preparador podrá contar con su ataque de lujo: el devorador de goles Miku estará acompañado de su fiel escudero Bebé.
Se acabaron las probaturas, ha llegado el momento de poner toda la carne en el asador, de dejarse la piel sobre el césped del Villamarín, el resultado del encuentro de esta noche va a determinar el estado de ánimo de la plantilla verdiblanca de forma definitiva, y los 40.000 de siempre volverán a prestar su aliento. El balón echa a rodar a las 20:30 horas, con el arbitraje del valenciano Mateu Lahoz. No cabe un traspié más.
Alineaciones probables:
Betis: Adán; Molinero, Bruno, Pezzella, Vargas; Musonda, Petros, Ceballos, Joaquín; Jorge Molina y Rubén Castro.
Rayo: Juan Carlos; Tito, Zé Castro, Llorente, Nacho; Baena, Trashorras; Embarba, Piti, Bebé; y Miku.