Betis: media Liga sufriendo errores arbitrales
El cuadro bético ha sido perjudicado por fallos de los colegiados en doce de los 25 partidos disputados
Por Mateo González, 23 de febrero de 2016 5:32 h.
El Betis tiene motivos para sentirse perjudicado por las actuaciones arbitrales en la presente temporada. El conjunto verdiblanco ha visto cómo en al menos doce de los 25 partidos de Liga los árbitros han cometido errores en su contra. También se cuentan, muchas menos, deciciones a favor. Lo cierto es que entre expulsiones injustas, goles anulados, penaltis no señalados y tantos ilegales validados a los rivales los verdiblancos no han podido obtener todo el premio que han merecido, aunque el perjuicio es difícilmente medible por las circunstancias de cada encuentro. En todo caso, y más allá de que el equipo no acaba de encontrar su juego más adecuado y que debió ganar al Sporting por lo civil o lo criminal, esta estadística debe ser tenida en cuenta a la hora de valorar los 27 puntos que le hacen ser decimotercero en la clasificación, seis puntos por encima de los puestos de descenso. En la memoria de todos están los gruesos fallos en el Camp Nou o en el Villamarín ante el Real Madrid, varios en cada uno de esos partidos, los más recientes ante el Sporting, el penalti a Ceballos en San Sebastián, las expulsiones de Petros, Ceballos y Westermann, el gol de Molina ante el Valencia, etc. Errores en victorias, empates y derrotas béticas. Una secuencia de fallos arbitrales en una misma dirección.
Media Liga, pues, lleva sintiéndose perjudicado el Betis. Los momentos en los que se ha acentuado esta percepción han sido en el arranque de la campaña y en las últimas jornadas. El asunto ha supuesto una importante merma para las posibilidades béticas, como ya sucedió en la pésima campaña 2013-14, en la que la mala situación verdiblanca se vio incrementada por los fallos arbitrales en su contra.
Desde el claro penalti de Areola a Jorge Molina en la primera jornada a los dos tantos anulados a los verdiblancos ante el Sporting, el recuento es terrorífico en contra de los intereses béticos. Todas jugadas decisivas, más allá de otras actuaciones en las que hubo fallos comprensibles de apreciación. Los errores han sido tan flagrantes que hasta en dos de las tres expulsiones sufridas en estas circunstancias el Comité de Competición desdijo a los colegiados tras las alegaciones de los servicios jurídicos béticos, como sucedió en las dobles amarillas de Ceballos ante el Valencia y Westermann frente al Levante. Otros provocaron polémicas a nivel nacional, como los fallos de Vicandi Garrido en el Camp Nou por partida múltiple (pitó penalti contra el Betis en una falta clara de Messi a Adán, permitió que Neymar lo lanzara dándole dos veces al balón, Rakitic hizo falta a Westermann en el rechace que acabó en gol…) o los de Martínez Munuera ante el Real Madrid, con el gol blanco con evidente posición de fuera de juego de hasta cinco madridistas, entre ellos el que anotó el tanto, Benzema. Yel penalti a Ceballos que no se pitó. En Anoeta la reacción bética pudo ser completa si Prieto Iglesias hubiera señalado el penalti a Ceballos o en Getafe la historia hubiera cambiado si se señalan las manos de Sarabia en el tramo final. Curioso también es que Areola, meta del Villarreal, se salvó en los partidos de la primera y segunda vuelta ante el Betis tras cometer un penalti a Molina y otro a Castro. Ante el Valencia, con victoria bética, Molina marcó de cabeza y fue anulado.
Muchos errores contra los verdiblancos, que en ocasiones puntuales se vieron beneficiados (fuera de juego de Rubén en el gol ante el Villarreal, posible penalti ante el Levante, falta en el área de Petros a Benzema, gol mal anulado a Mustafi) pero la balanza evidencia la mala sensación que queda en el Villamarín por el trato arbitral en esta temporada.
Nunca me ha gustado mirar a los arbitros mas alla de errores puntuales, pero desde la famosa temporada de los 25 puntos que a mi criterio nos descendieron practicamente ellos/federacion... este año llevamos un añito curioso otra vez... Iba a decir, interesante... pera la verdad que la palabra es avergonzante.
El cuadro bético ha sido perjudicado por fallos de los colegiados en doce de los 25 partidos disputados
Por Mateo González, 23 de febrero de 2016 5:32 h.
El Betis tiene motivos para sentirse perjudicado por las actuaciones arbitrales en la presente temporada. El conjunto verdiblanco ha visto cómo en al menos doce de los 25 partidos de Liga los árbitros han cometido errores en su contra. También se cuentan, muchas menos, deciciones a favor. Lo cierto es que entre expulsiones injustas, goles anulados, penaltis no señalados y tantos ilegales validados a los rivales los verdiblancos no han podido obtener todo el premio que han merecido, aunque el perjuicio es difícilmente medible por las circunstancias de cada encuentro. En todo caso, y más allá de que el equipo no acaba de encontrar su juego más adecuado y que debió ganar al Sporting por lo civil o lo criminal, esta estadística debe ser tenida en cuenta a la hora de valorar los 27 puntos que le hacen ser decimotercero en la clasificación, seis puntos por encima de los puestos de descenso. En la memoria de todos están los gruesos fallos en el Camp Nou o en el Villamarín ante el Real Madrid, varios en cada uno de esos partidos, los más recientes ante el Sporting, el penalti a Ceballos en San Sebastián, las expulsiones de Petros, Ceballos y Westermann, el gol de Molina ante el Valencia, etc. Errores en victorias, empates y derrotas béticas. Una secuencia de fallos arbitrales en una misma dirección.
Media Liga, pues, lleva sintiéndose perjudicado el Betis. Los momentos en los que se ha acentuado esta percepción han sido en el arranque de la campaña y en las últimas jornadas. El asunto ha supuesto una importante merma para las posibilidades béticas, como ya sucedió en la pésima campaña 2013-14, en la que la mala situación verdiblanca se vio incrementada por los fallos arbitrales en su contra.
Desde el claro penalti de Areola a Jorge Molina en la primera jornada a los dos tantos anulados a los verdiblancos ante el Sporting, el recuento es terrorífico en contra de los intereses béticos. Todas jugadas decisivas, más allá de otras actuaciones en las que hubo fallos comprensibles de apreciación. Los errores han sido tan flagrantes que hasta en dos de las tres expulsiones sufridas en estas circunstancias el Comité de Competición desdijo a los colegiados tras las alegaciones de los servicios jurídicos béticos, como sucedió en las dobles amarillas de Ceballos ante el Valencia y Westermann frente al Levante. Otros provocaron polémicas a nivel nacional, como los fallos de Vicandi Garrido en el Camp Nou por partida múltiple (pitó penalti contra el Betis en una falta clara de Messi a Adán, permitió que Neymar lo lanzara dándole dos veces al balón, Rakitic hizo falta a Westermann en el rechace que acabó en gol…) o los de Martínez Munuera ante el Real Madrid, con el gol blanco con evidente posición de fuera de juego de hasta cinco madridistas, entre ellos el que anotó el tanto, Benzema. Yel penalti a Ceballos que no se pitó. En Anoeta la reacción bética pudo ser completa si Prieto Iglesias hubiera señalado el penalti a Ceballos o en Getafe la historia hubiera cambiado si se señalan las manos de Sarabia en el tramo final. Curioso también es que Areola, meta del Villarreal, se salvó en los partidos de la primera y segunda vuelta ante el Betis tras cometer un penalti a Molina y otro a Castro. Ante el Valencia, con victoria bética, Molina marcó de cabeza y fue anulado.
Muchos errores contra los verdiblancos, que en ocasiones puntuales se vieron beneficiados (fuera de juego de Rubén en el gol ante el Villarreal, posible penalti ante el Levante, falta en el área de Petros a Benzema, gol mal anulado a Mustafi) pero la balanza evidencia la mala sensación que queda en el Villamarín por el trato arbitral en esta temporada.
Nunca me ha gustado mirar a los arbitros mas alla de errores puntuales, pero desde la famosa temporada de los 25 puntos que a mi criterio nos descendieron practicamente ellos/federacion... este año llevamos un añito curioso otra vez... Iba a decir, interesante... pera la verdad que la palabra es avergonzante.
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