Cambio de cara la mostrada por el Betis bajo la lluvia gallega este sábado. Un cambio de cara involuntario y empujado por el rival pero que tachó de la lista lo duro que se estaba haciendo el equipo en defensa, la solidez que se le observaba en otras jornadas, e hizo que volviese ese Betis blandito que se vio en otras ocasiones.

Me gustaría poner este ligero cambio que vimos en situación. El equipo no fue a presionar arriba como ante el Villarreal, y se quedó a medias entre lo visto allí y lo visto en Anoeta. Una presión que si bien puso alguna complicación, no fue del todo efectiva. Salió el Betis buscando hacer daño por las bandas con Kadir y Musonda teniendo en punta a Rubén y Ricky (algo que me sorprendió por lo ofensivo), pero no le salió bien la apuesta. De nuevo el hecho de no tener una clara salida del balón, un mediocentro que mueva el esférico a uno u otro lado o en este caso un mediapunta que se ofrezca y la mueva con criterio quizás, condicionó el fútbol del Betis y hubo fases del partido en las que no lograba salir, como ocurrió durante parte de la primera mitad ante el Valencia la pasada semana.

Con esos problemas para crear, para generar fútbol y para enlazar con los puntas más allá de los balones largos que a veces jugaban centrales y laterales, el Real Betis volvió a tener en Musonda su principal baza para salir de atrás. Personalmente no creo que el belga hiciera tan buen partido como algunos dicen, pero sí es cierto que ofrece cosas distintas y en varias ocasiones el Betis se encomendó a su talento y velocidad para salir.

No quisiera dejar esto sin hacer una aclaración, que puede parecer una perogrullada, pero a veces nos olvidamos de valorarlo. Es cierto que el Betis mostró peor cara que en partidos anteriores. Los mediocentros más blanditos y pienso que en uno de los partidos más flojos que se le recuerdan últimamente, hicieron también más débil al sistema defensivo que pasó verdaderos apuros ante la movilidad ofensiva del Deportivo. Los delanteros desacertados en general y los extremos poco participativos en gran parte del partido nos dejó en general un partido flojo del Betis. No obstante, a veces valoramos al equipo y sacamos de la ecuación al rival de forma equivocada. El Deportivo de la Coruña, es uno de los equipos que mejor he visto jugar ante el Betis y su entrenador, Víctor Sánchez del Amo, tiene mucha culpa de ello.

Es una pasada, causa de envidia sana, ver el partido y como el Deportivo es un espectáculo de transiciones ofensivas, paredes y jugadas a balón parado. Un corner en el que los dos supuestos lanzadores amagan, como asustados y saca por sorpresa para marcar el primer gol con un remate al primer palo de Bergantiños, otro corner en la segunda mitad que juega en corto atrayendo marcas para cambiar al otro costado y terminar desde allí la jugada, trabajados movimientos en el área para despejar a sus rematadores. Un equipo tremendamente trabajado que además tiene gran calidad en jugadores como Luis Alberto o Fayçal Fajr, con buen golpeo y visión de juego, y un delanterazo como Lucas Pérez que hace sangre al espacio con gran calidad y muy buena definición con la izquierda.

En definitiva, un partido ante un muy buen equipo que nos dejó ver un Betis peor, parecido al que vimos en demasiadas ocasiones durante la primera vuelta y superado en casi todas las líneas. Lo positivo de todo esto es que el equipo mejora en pegada (hemos visto partidos ante Granada o Málaga donde las ocasiones brillaban por su ausencia y sin embargo el Betis sí generó oportunidades en Riazor, aunque no demasiadas). También el nivel de Adán, que estuvo excelso. El nivel que está alcanzando Vargas, que asistió, marcó y volvió a salvar un gol como ya hiciera ante el Valencia, bajo palos y con Adán vencido. Lo negativo, el Betis necesita más recursos con balón porque es relativamente fácil anular su ya de por sí pobre creación. lo hizo el Valencia durante buena parte del partido y lo hizo el Deportivo. El equipo sigue haciendo aguas a balón parado, es fácil evitar las marcas y ya son varios partidos viéndolo. Falta trabajo ahí.

En cualquier caso, el punto lo considero positivo y más viendo lo bien que jugó el rival. Ahora vienen dos partidos en casa que deberán demostrar que se puede. Todo lo que no sea ir a ganar y conseguir los tres puntos será insuficiente. Esperemos volver a ver ese Betis sólido y competitivo que si vimos en algunos partidos.

Adán: Sublime, inconmensurable, espectacular. Todos los adjetivos para él en este partido. Lleva toda la liga siendo el guardameta que más paradas hace y con partidos como el de ayer seguirá siéndolo. Está a nivel de Eurocopa, aunque algunos intenten no verlo.

Montoya: Me pareció más flojo que en su debut. A veces no se entiende con los compañeros aún y caen en imprecisiones. Si en la primera mitad, Rubén confía más en su velocidad en aquella contra tal vez hablaríamos de otra cosa. Poco a poco debe entrar en el equipo e ir mostrando su nivel.

Bruno y Westermann: No estuvieron mal pero pasaron verdaderos apuros ante la velocidad y la movilidad del ataque deportivista. Partido discreto, cumplidor y con mucho trabajo.

Vargas: Creo que fue el mejor partido que ha hecho como verdiblanco por el momento. Tal vez no sea casualidad el plan específico al que se le ha puesto. Asistió en el primer gol, marcó el segundo y salvó uno bajo palos además de mantener más o menos a raya su costado. Poco más se le puede pedir al lateral. Buen partido.

N'Diaye y Petros: Fue uno de los partidos más flojos que les recuerdo a ambos últimamente. Fueron superados a cada momento. Si habitualmente sufren en la salida del balón, esta vez también sufrieron sin él. Se les vio más dubitativos, menos contundentes y menos acertados, especialmente al brasileño. No fue su mejor partido sin duda.

Kadir: En mi opinión bastante desaparecido. Lo más que lo vi hacer fue pedir faltas pero no estuvo demasiado acertado. Tuvo una buena oportunidad en la segunda mitad y poco más. En general no fue el partido de los atacantes verdiblancos.

Musonda: Su velocidad es aire fresco. Tiene calidad y también la mostró en un pase en profundidad a Ricky que por muy poco estaba en posición antirreglamentaria. Ahora bien, aunque da muchas cosas en ataque, a veces abusa del balón. En Riazor aún lo vi más claro que ante el Valencia. Perdió varios balones que sirvió para montar la contra al Deportivo. Con experiencia deberá ir mejorando la toma de decisiones aunque es un futbolista diferencial.

Rubén Castro: Partido flojísimo del delantero. Trabajó, como Ricky, pero estuvo igual de desacertado. Poco, demasiado poco. Puede dar mucho más y todos lo sabemos. Mal partido.

Van Wolfswinkel: Creo que fue el peor partido que le he visto como jugador del Betis. Ha habido encuentros, como ante el Depor en la ida o en el Nou Camp en el que el balón casi no le llegó, pero el sábado si tuvo el esférico en varias ocasiones y no estuvo bien. Perdió ante la presión deportivista y estuvo impreciso en el pase. Mal partido.

Cejudo: Todo lo que hizo, lo hizo mal. Retuvo demasiado el balón, la perdió casi siempre, no estuvo acertado ni en el pase ni en el disparo... Su cambio no aportó al equipo.

Ceballos: Se le vio poco. No me pareció mal el cambio para controlar el centro del campo pero no tuvo ese efecto y el Betis acabó perdiendo presencia arriba. Se sacó un pase magistral que Petros no supo controlar en el ratito que estuvo pero se echa de menos a veces su visión arriba.

Jorge Molina: Discreto como los otros delanteros en el tiempo que estuvo. Con la salida de Rubén el Betis terminó de ceder el balón y renunciar al ataque.

Juan Merino: El planteamiento fue más valiente de lo que esperaba pero su equipo se vio superado ante un buen rival. Se agradece salir a competir el partido de igual a igual, aunque el equipo se mostró poco equilibrado y acabaron decidiendo la actuación del portero y una pegada sensacional. Hacía tiempo que no veía un gol de falta en el Betis.

Le queda trabajo. Equilibrar ese fútbol, alimentar con opciones la salida de balón, tal vez el partido estaba más para Ceballos o Portillo que Kadir. A balón parado hay mucho trabajo que hacer porque el rival remata con suma facilidad. Los próximos partidos en casa deberán hacer bueno este punto. Hay que ganarlos.