Originalmente publicado por pueblo verdiblanco
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Su hija va a oír eso, y cosas peores, en cualquier sitio. No la puede usted proteger de lo improtegible. Su hija va a decir tacos al igual que los dice usted o yo, y yo al campo he ido 3 veces en mi vida. Los aprendí en otro lugar, por tanto.
El jugador, esté bien o esté mal, se inició en la profesión sabiendo que insultos le van a caer cuando juegue fuera. De hecho, quizás ese jugador ya insultó a otros cuando era espectador. No sé si habéis jugado al fútbol, pero dentro del campo, los jugadores se dicen de todo.
Es más, si en mitad de un partido, uno de los nuestros abandona el campo porque le llaman "cabrøn", aquí le diríamos de todo.
Estoy de acuerdo en que no haya violencia física, machismo, racismo u homofobia en el fútbol, ¿pero de ahí a que no se le pueda decir "******" a un rival o al árbitro... eso me parece patético.
La sociedad nos amolda creyéndonos hacer ver que vamos hacia un mundo más educado y mejor, y los mismos por lo bajini masacran gente en otras partes del mundo.
Prefiero poder llamarle ****** a alguien, y que no se permitan tantas cosas como se permiten, la verdad. Por eso me parece el timo de la estampita, y ser más papistas que el Papa.
La Federación mete mano en los arbitrajes cuando les da la gana, árbitros cuyas actuaciones son tan cantosas que no son propias de errores, y encima quieren callarnos la boca. Maletines sí, insultos no.
Con la excusa del mundo mejor, los valores, y el progreso, cada día nos tienen más maniatados, con un mundo cada vez peor, con valores de mentira, y un progreso que más que eso es postureo puro y duro.
En vez de hacernos cada vez más educados, nos están haciendo más töntos.
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