Echando un vistazo al partido Barcelona-Atlético de Madrid me he acordado del Barça-Betis de no hace tanto.
Aquel día estuvimos muy bien durante 30 minutos, hasta que el árbitro se inventó un vergonzoso penalty. Luego el Betis se descompuso, renunció a correr y la cosa acabó 4-0 como podía haber acabado 8-0.
Aquel día una gran parte del beticismo, liderados por el entonces entrenador, lo tuvieron fácil. El árbitro. Todo fue su culpa. Así es imposible, yo no pude hacer más.

Pues no es verdad. La grandeza de un equipo se mide por su actitud. Que Mel dijera lo que dijo me lo creo. Que gran parte del beticismo estuviera de acuerdo me sonroja.

Hoy el Altético se ha adelantado en el Camp Nou. Ha dominado claramente hasta que el Barcelona ha hecho de las suyas, ha carburado y remontado, 2-1 al descanso. Al filo del descanso, expulsión de Filipe Luis. Nada más empezar la segunda parte, expulsión deGodín. Las dos justas, que conste.

A lo que voy es que después, un Atlético con 9 se ha vaciado. Se ha comido por momentos al mejor equipo del mundo. Ha tenido una ocasión tremenda de Griezmann para empatar. Su nuevo fichaje, Augusto, se ha lesionado parece que gravemente. Cambio forzado, no puede haber más adversidades.

No simpatizo con este club, me caen bastante mal de hecho, pero de verdad que da gusto verlos. Esto es el fútbol de verdad. Es el minuto 89 y la cosa sigue 2-1, no sé cómo acabará. Pero eso es lo de menos.

Ellos son un equipo. Nosotros muchas veces no. Su plantilla es muy superior a la nuestra, pero lo que hacen con 9 el Betis no lo hace con 11, y la gente no lo exige.

Por favor, elijamos nuestros modelos. Exigencia y autocrítica siempre, hasta cuando nos roben. Esto va para el club y, sobre todo, para el aficionado.