Por regla general, un día en el cual el Betis disputa un partido de fútbol no es ni puede ser un día más, su potencial y repercusión hacen de la cita en cuestión una fecha especial. Como si de una puesta de largo se tratara, el compromiso de esta tarde-noche invita a lucir las mejores galas, tanto en el césped como en la grada, olvidar los últimos agrios acontecimientos y pensar sólo en el presente en aras de conseguir el objetivo deportivo para la prosperidad de la entidad de La Palmera.

Si no remontamos un par de semanas atrás en el calendario, todos los béticos son conscientes del cambio de rumbo del proyecto futbolístico que ha sufrido la temporada en curso; Mel ya es historia, la cual no cabe dentro del tiempo presente verdiblanco. Ahora Juan Merino es el encargado de comandar la nave heliopolitana con el fin de conseguir revertir la desastrosa dinámica en la que andaba sumido el equipo, y parece que los primeros (cortos) pasos se están dando, ya que el linense ha sabido recomponer un puzzle con piezas hasta ahora olvidadas además de obviar otras que hace unos días se antojaban irremplazables e imprescindibles.

Si no remitimos al razonamiento metódico, el enfrentamiento del día de hoy induce a pensar que es prácticamente imposible conseguir un resultado positivo y por ende deberían reservarse los mejores jugadores de cara al duelo fratricida de la semana que viene en Anoeta o guardar cartas valiosas para evitar posibles lesiones, por ejemplo. Pero nada más lejos de la realidad, a buen seguro, los once jugadores que saltarán a la pradera verdiblanca para defender los intereses locales lo harán con las ideas claras, nada de dar por perdido un duelo ante uno de los mejores equipos de fútbol del planeta.

En la larga semana de trabajo, aderezada por la tranquilidad que implicó el resultado obtenido en tierras castellonenses, Juan Merino y su séquito de confianza han estampado su sello a la plantilla además de transformar a actores otrora apartados de toda oportunidad al tiempo que el nivel físico de los protagonistas en el césped dista mucho del exhibido hace unos días tan sólo, mejorándolo claro está. En la convocatoria, la gran novedad reside en la vuelta de Dani Ceballos, baja en Villarreal por decisión técnica, toda vez que Van der Vaart y van Wolfswinkel siguen sin entrar en los planes de Merino.

En medio del tornado de sucesos en clave Betis, el Villamarín acoge a uno de los rivales con más solera de todos sus posibles visitantes, un Real Madrid cuyas más recientes novedades guardan ciertas similitudes con las producidas por Heliópolis. Rafa Benítez es pasado del club blanco, el icono Zinedine Zidane ha pasado a apoderarse del banquillo madridista y sus primeros resultados hacen pensar en que ha habido un cambio de rumbo futbolístico en la casa blanca. Son bajas definitivas para el partido de hoy tanto Bale como Sergio Ramos, mientras que el resto de la magnificencia estará disponible para ‘Zizou’.

Una tarde que se avecina cargada de una atmósfera especial por La Palmera, cuyo colofón llegará a las 20:30 horas, cuando comenzarán a batirse en disputa futbolística Betis y Madrid. El agente imparcial encargado de ajusticiar el encuentro será Martínez Munuera, del comité valenciano, del que ojalá no se hable más allá de los 90 minutos reglamentarios. Que no impere la lógica, al final todo se reduce a una confrontación entre once contra once, pero los once verdiblancos estarán alentados por miles adicionales.

Alineaciones probables:
Betis: Adán; Molinero, Bruno, Pezzella, Vargas; N’Diaye, Petros; Joaquín, Dani Ceballos, Fabián; y Rubén Castro.
Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Pepe, Marcelo; Kroos, Modric, James; Ronaldo, Isco y Benzema.

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