Interesante partido el que se presentaba en El Madrigal, por ver si apreciábamos algún cambio en el Betis, aunque para ser sincero, las esperanzas eran escasas. Y lo eran principalmente porque este equipo necesita recuperar en poco tiempo un trabajo físico y táctico que brillaba por su ausencia en anteriores enfrentamientos. Algo que se veía con solo echar un vistazo a sus partidos.
Tampoco es que yo tuviese una gran confianza en Merino. Los aficionados asiduos al Betis B me han comentado muchas veces que el filial juega muy poco al fútbol y bueno... Pensaba que si eso pasaba en el primer equipo, no iba a ser sino más de lo mismo que hemos venido viendo esta temporada. Sin embargo, el trabajo de Merino me sorprendió para bien. Y no solo por la sorprendente alineación que dejaba fuera a jugadores importantes como Joaquín o Ceballos además de no poder contar con Heiko Westermann.
El Betis se mostró como un equipo sólido y en el campo se vieron conceptos que no se tenían asimilados antes. La colocación sobre el campo se vio trabajada, con directrices claras como mantener las líneas juntas, algo que N'Diaye y Petros -fundamental el trabajo de estos sin balón- comprendieron a la perfección. Con ese paso se evitó el juego entre lineas de Bakambu, Denis Suárez o Roberto Soldado cuando bajaba a recibir. Dada su calidad (hablamos del cuarto clasificado de la liga BBVA) generaron sus ocasiones, pero mucho menos de las que podían haber sido si el equipo no hubiese funcionado así y a su vez, el Betis también generó algunos ataques rápidos que igualmente pudieron acabar en gol.
Esas lineas juntas hicieron que la recuperación de balón en verdiblanco fuese una constante. Y las transiciones en ataque fueron rápidas y sencillas. La subida de los laterales junto a extremo y mediapunta formaban triángulos que se bastaban para salir de la presión castellonense y el repliegue, muy solidario, hizo mejores a los defensores que no tardaban en anticiparse y tapar a sus rivales. Por otra parte la presión se hizo mucho más conjuntada, en bloque, intentando que el rival no sacara el balón. En más de una ocasión ese trabajo se tradujo en un Villarreal que rifaba el balón a pesar de ser un equipo al que gusta jugar combinando. En definitiva, el Betis se mostró como un equipo más trabajó y compitió con jugadores como Fabian o Kadir que durante toda la primera vuelta no solo no eran titulares sino que se podían considerar incluso descartes.
Ojo, no es que Merino sea un magnífico entrenador, le quedan muchas cosas por demostrar. Simplemente hizo algo que en este equipo hace mucho que no se hacía, un poco de orden táctico, claras directrices a jugadores, presión conjunta o juntar las líneas. No creo que los jugadores dieran más aptitud de lo que venían dando, pero si tienen claro que hacer y sienten confianza su rendimiento debe mejorar y creo que así fue con la mayoría.
En mi opinión los cambios se hicieron un poco tarde y yo quizás hubiese realizado otros pero creo que el equipo mostró otra cara, quiso competir, y se reflejó un trabajo como en mi humilde opinión poco hemos visto ese año. Queda mucho por hacer, mucho trabajo y no voy a entrar en este texto, en el debate entre los que quieren que se quede Merino y los que quieren que venga un técnico más contrastado, pero considero que en El Madrigal se dio un paso. A ver que nos espera en el complicado partido ante el Real Madrid, otro cuyas esperanzas en puntuar son escasas.
Adán: Estuvo bien, en su sitio, al nivel que ha venido mostrando. Tapó la primera al palo, que podría haber cambiado el partido, y sacó con la pierna la mejor ocasión del Villarreal en la segunda mitad. Esta vez no asistió a un baño constante de ocasiones contra su portería. Ojalá repita partidos así.
Piccini: Una pena su lesión porque creo que jugó el primer partido desde que llegó al Betis. Fiable con el balón, combinando bien, seleccionando sus subidas, ayudando en la salida, sin confiarse. Una pena que se lesionase.
Pezzella: No es ningún secreto que bajo un trabajo táctico y un equipo organizado las carencias se tapan y las virtudes recobran protagonismo. Es el caso de Pezzella que se anticipó bastante bien, seguro por alto y con buenas acciones en general. Realmente ya venía mostrando mejoría en anteriores partidos (en Getafe fue quien más balones recuperó), pero se vio bastante seguro incluso en la salida de balón evitando el pelotazo, un defecto que se le había venido observando desde principio de temporada. Deberá seguir creciendo.
Bruno: No estuvo nada mal. Contundente y bien colocado. Bien en su trabajo.
Vargas: Mejor que en el horrible partido que hizo en el derbi. No era difícil. Se le nota que físicamente no está al 100% pero su experiencia y saber estar evitó peligro por su banda.
N'Diaye: Menos loco, dejó de ir al portero a presionar dejando a Petros algo más de libertad. Siguió utilizando sus arrancadas para superar líneas pero dejó de ser ese desastre táctico para replegar e intentar situarse delante de los centrales. Buen partido el suyo.
Petros: Lo vi más errático con balón que otras veces, la verdad. El tema es que sin balón estuvo de nuevo inconmensurable. Sin parar de correr, recuperando e interceptando pases rivales, magnífico en el repliegue. Su esfuerzo es para reconocérselo siempre.
Fabián: No estuvo nada mal. Después de no jugar nada durante la primera vuelta, la confianza que ha recibido de Merino lo ha espoleado. Lo intenta y deja buenos detalles. Aunque no tuvo la función defensiva de otros compañeros, se ofreció y favoreció las combinaciones del Betis, quizás de lo mejor que hemos podido ver este año junto a la primera parte de la Real Sociedad.
Cejudo: Como en otros partidos, todo lo bueno que hace lo estropea por mantener demasiado el balón y no darla a tiempo. Si supiese elegir mejor esas decisiones su rendimiento podría ser más que bueno. Mi sensación es que no aprovecha del todo sus cualidades o virtudes.
Kadir: Sobre decir que fue de lo mejor del equipo. Sumó por su banda, buscó la espalda, muy bien combinando con los compañeros, ganó la línea de fondo más de una vez y puso algunos centros más que buenos a los compañeros. Esperando que no se vuelva a relajar y muestre siempre ese nivel.
Rubén Castro: No es ningún secreto el bajón de rendimiento que da cuando no hay otro compañero abriéndole espacios. Lo intentó pero, como en los últimos partidos, estuvo muy desacertado. Y eso que esta vez no estuvo haciendo la guerra en solitario y fue más apoyado por sus compañeros en las transiciones ofensivas.
Jorge Molina: No está. Le cuesta muchísimo y no parece estar al 100%. Desacertado en este partido, como Rubén.
Molinero: Estuvo poco tiempo en el campo, pero continuó más o menos la línea marcada por Piccini. Más centrado en no perder el punto en los minutos finales.
Portillo: No se vio demasiado a Portillo, porque el cambio fue quizá algo tardío.
Merino: Presentar al equipo con las líneas juntas fue un acierto ante un equipo peligroso como el Villarreal que llegaba en buena forma. El Betis rindió mejor atrás y creo oportunidades arriba sin quedarse vendido. Tiene mucho que demostrar y no me gustaría que se elevase a los altares para cometer errores futuros pero le agradezco su trabajo e inculcar al equipo algunos conceptos que no por básicos dejan de ser necesarios.
Tampoco es que yo tuviese una gran confianza en Merino. Los aficionados asiduos al Betis B me han comentado muchas veces que el filial juega muy poco al fútbol y bueno... Pensaba que si eso pasaba en el primer equipo, no iba a ser sino más de lo mismo que hemos venido viendo esta temporada. Sin embargo, el trabajo de Merino me sorprendió para bien. Y no solo por la sorprendente alineación que dejaba fuera a jugadores importantes como Joaquín o Ceballos además de no poder contar con Heiko Westermann.
El Betis se mostró como un equipo sólido y en el campo se vieron conceptos que no se tenían asimilados antes. La colocación sobre el campo se vio trabajada, con directrices claras como mantener las líneas juntas, algo que N'Diaye y Petros -fundamental el trabajo de estos sin balón- comprendieron a la perfección. Con ese paso se evitó el juego entre lineas de Bakambu, Denis Suárez o Roberto Soldado cuando bajaba a recibir. Dada su calidad (hablamos del cuarto clasificado de la liga BBVA) generaron sus ocasiones, pero mucho menos de las que podían haber sido si el equipo no hubiese funcionado así y a su vez, el Betis también generó algunos ataques rápidos que igualmente pudieron acabar en gol.
Esas lineas juntas hicieron que la recuperación de balón en verdiblanco fuese una constante. Y las transiciones en ataque fueron rápidas y sencillas. La subida de los laterales junto a extremo y mediapunta formaban triángulos que se bastaban para salir de la presión castellonense y el repliegue, muy solidario, hizo mejores a los defensores que no tardaban en anticiparse y tapar a sus rivales. Por otra parte la presión se hizo mucho más conjuntada, en bloque, intentando que el rival no sacara el balón. En más de una ocasión ese trabajo se tradujo en un Villarreal que rifaba el balón a pesar de ser un equipo al que gusta jugar combinando. En definitiva, el Betis se mostró como un equipo más trabajó y compitió con jugadores como Fabian o Kadir que durante toda la primera vuelta no solo no eran titulares sino que se podían considerar incluso descartes.
Ojo, no es que Merino sea un magnífico entrenador, le quedan muchas cosas por demostrar. Simplemente hizo algo que en este equipo hace mucho que no se hacía, un poco de orden táctico, claras directrices a jugadores, presión conjunta o juntar las líneas. No creo que los jugadores dieran más aptitud de lo que venían dando, pero si tienen claro que hacer y sienten confianza su rendimiento debe mejorar y creo que así fue con la mayoría.
En mi opinión los cambios se hicieron un poco tarde y yo quizás hubiese realizado otros pero creo que el equipo mostró otra cara, quiso competir, y se reflejó un trabajo como en mi humilde opinión poco hemos visto ese año. Queda mucho por hacer, mucho trabajo y no voy a entrar en este texto, en el debate entre los que quieren que se quede Merino y los que quieren que venga un técnico más contrastado, pero considero que en El Madrigal se dio un paso. A ver que nos espera en el complicado partido ante el Real Madrid, otro cuyas esperanzas en puntuar son escasas.
Adán: Estuvo bien, en su sitio, al nivel que ha venido mostrando. Tapó la primera al palo, que podría haber cambiado el partido, y sacó con la pierna la mejor ocasión del Villarreal en la segunda mitad. Esta vez no asistió a un baño constante de ocasiones contra su portería. Ojalá repita partidos así.
Piccini: Una pena su lesión porque creo que jugó el primer partido desde que llegó al Betis. Fiable con el balón, combinando bien, seleccionando sus subidas, ayudando en la salida, sin confiarse. Una pena que se lesionase.
Pezzella: No es ningún secreto que bajo un trabajo táctico y un equipo organizado las carencias se tapan y las virtudes recobran protagonismo. Es el caso de Pezzella que se anticipó bastante bien, seguro por alto y con buenas acciones en general. Realmente ya venía mostrando mejoría en anteriores partidos (en Getafe fue quien más balones recuperó), pero se vio bastante seguro incluso en la salida de balón evitando el pelotazo, un defecto que se le había venido observando desde principio de temporada. Deberá seguir creciendo.
Bruno: No estuvo nada mal. Contundente y bien colocado. Bien en su trabajo.
Vargas: Mejor que en el horrible partido que hizo en el derbi. No era difícil. Se le nota que físicamente no está al 100% pero su experiencia y saber estar evitó peligro por su banda.
N'Diaye: Menos loco, dejó de ir al portero a presionar dejando a Petros algo más de libertad. Siguió utilizando sus arrancadas para superar líneas pero dejó de ser ese desastre táctico para replegar e intentar situarse delante de los centrales. Buen partido el suyo.
Petros: Lo vi más errático con balón que otras veces, la verdad. El tema es que sin balón estuvo de nuevo inconmensurable. Sin parar de correr, recuperando e interceptando pases rivales, magnífico en el repliegue. Su esfuerzo es para reconocérselo siempre.
Fabián: No estuvo nada mal. Después de no jugar nada durante la primera vuelta, la confianza que ha recibido de Merino lo ha espoleado. Lo intenta y deja buenos detalles. Aunque no tuvo la función defensiva de otros compañeros, se ofreció y favoreció las combinaciones del Betis, quizás de lo mejor que hemos podido ver este año junto a la primera parte de la Real Sociedad.
Cejudo: Como en otros partidos, todo lo bueno que hace lo estropea por mantener demasiado el balón y no darla a tiempo. Si supiese elegir mejor esas decisiones su rendimiento podría ser más que bueno. Mi sensación es que no aprovecha del todo sus cualidades o virtudes.
Kadir: Sobre decir que fue de lo mejor del equipo. Sumó por su banda, buscó la espalda, muy bien combinando con los compañeros, ganó la línea de fondo más de una vez y puso algunos centros más que buenos a los compañeros. Esperando que no se vuelva a relajar y muestre siempre ese nivel.
Rubén Castro: No es ningún secreto el bajón de rendimiento que da cuando no hay otro compañero abriéndole espacios. Lo intentó pero, como en los últimos partidos, estuvo muy desacertado. Y eso que esta vez no estuvo haciendo la guerra en solitario y fue más apoyado por sus compañeros en las transiciones ofensivas.
Jorge Molina: No está. Le cuesta muchísimo y no parece estar al 100%. Desacertado en este partido, como Rubén.
Molinero: Estuvo poco tiempo en el campo, pero continuó más o menos la línea marcada por Piccini. Más centrado en no perder el punto en los minutos finales.
Portillo: No se vio demasiado a Portillo, porque el cambio fue quizá algo tardío.
Merino: Presentar al equipo con las líneas juntas fue un acierto ante un equipo peligroso como el Villarreal que llegaba en buena forma. El Betis rindió mejor atrás y creo oportunidades arriba sin quedarse vendido. Tiene mucho que demostrar y no me gustaría que se elevase a los altares para cometer errores futuros pero le agradezco su trabajo e inculcar al equipo algunos conceptos que no por básicos dejan de ser necesarios.