Vaya por delante que jugar a entrenador/alineador dudo que sea mi fuerte, pero por eso mismo quisiera haceros una consulta. Visto lo visto ayer, y lo bien que funcionó un trivote de corte defensivo con N’Diaye y Petros, más Fabián distribuyendo el juego por delante o desde el centro, me pregunto si para partidos en casa en los que debamos ir desde el minuto uno a por los tres puntos podría optarse por un trivote inverso, con un solo MCD (Petros o N’Diaye) y dos mediocentros/mediapuntas distribuidores de corte ofensivo por delante. ¿Qué os parecería la dupla Fabián-Ceballos para ese fin? Creo que quizás sería más adecuada para sacar rápido el balón jugado y desquiciar a las defensas rivales.
Y pienso en ellos dos, no sólo por calidad técnica, sino también por su juventud e implicación (suponiendo que vuelva a verse a Ceballos implicado al 100% después de ese toque de atención). Me explico: para que ese trivote inverso u ofensivo funcione, es preciso también que se trate de dos jugadores frescos y que aporten mucho en la resta. Creo, como Merino, Serra o Juande, que el equipo debe construirse a partir de una defensa sólida. Es decir, nos valdría perfectamente un Beñat actual, pero algo menos nuestro Beñat con menos fondo físico, y menos aún un Salva Sevilla con calidad o magia pero escasa contribución defensiva.
La parte negativa que le veo es tener que prescindir de uno de dos de los jugadores que más en forma están en estos momentos en el Betis (Petros y N’Diaye), y la positiva, una mayor fluidez combinativa en ataque.
Por delante de ellos, podría jugarse con falsos extremos: Joaquín por la derecha y Rubén por la izquierda, con Van Wolfswinkel en punta. Kadir, que tan bien lo hizo ayer, también podría ocupar la zona derecha o la izquierda de este ataque, ya sea de inicio, ya para sustituir a uno de los dos con menor aguante físico (Joaquín o Rubén), y pasar Rubén al centro de la delantera o al banquillo. A Cejudo no lo veo para partidos ofensivos, salvo que sea para entrar de refresco con marcador a favor: abusando como abusa de la conducción, ralentiza las acciones de ataque. Para que este sistema termine de funcionar, se necesitarían laterales de largo recorrido que abriesen el campo y se sumasen al ataque, y los tenemos, aunque no en perfecta forma: Vargas y Piccini (ojalá su lesión no sea seria). Con estos dos últimos al cien por cien, el rendimiento ofensivo del equipo mejoraría mucho, pienso.
En el eje de la defensa, con Pezzella recuperado para la causa, cualquiera de los tres (Westermann, Pezzella y Bruno) está en condiciones para cumplir, por lo que bastaría con que jugasen indistintamente los dos que estén más en forma.
Merino, desde luego, tiene mucho trabajo por delante. Pero también es cierto que las sensaciones de ayer fueron muy positivas. Equipo hay, no para tirar cohetes, pero sí para competir, y para elaborar diferentes planteamientos, tanto defensivos como ofensivos. Esto no quiere decir que no fueran bienvenidos algunos refuerzos que mejoren lo que hay, ni que Juande Ramos, por proyecto a medio y largo plazo, siga siendo mi deseo prioritario de incorporación al equipo.
Y pienso en ellos dos, no sólo por calidad técnica, sino también por su juventud e implicación (suponiendo que vuelva a verse a Ceballos implicado al 100% después de ese toque de atención). Me explico: para que ese trivote inverso u ofensivo funcione, es preciso también que se trate de dos jugadores frescos y que aporten mucho en la resta. Creo, como Merino, Serra o Juande, que el equipo debe construirse a partir de una defensa sólida. Es decir, nos valdría perfectamente un Beñat actual, pero algo menos nuestro Beñat con menos fondo físico, y menos aún un Salva Sevilla con calidad o magia pero escasa contribución defensiva.
La parte negativa que le veo es tener que prescindir de uno de dos de los jugadores que más en forma están en estos momentos en el Betis (Petros y N’Diaye), y la positiva, una mayor fluidez combinativa en ataque.
Por delante de ellos, podría jugarse con falsos extremos: Joaquín por la derecha y Rubén por la izquierda, con Van Wolfswinkel en punta. Kadir, que tan bien lo hizo ayer, también podría ocupar la zona derecha o la izquierda de este ataque, ya sea de inicio, ya para sustituir a uno de los dos con menor aguante físico (Joaquín o Rubén), y pasar Rubén al centro de la delantera o al banquillo. A Cejudo no lo veo para partidos ofensivos, salvo que sea para entrar de refresco con marcador a favor: abusando como abusa de la conducción, ralentiza las acciones de ataque. Para que este sistema termine de funcionar, se necesitarían laterales de largo recorrido que abriesen el campo y se sumasen al ataque, y los tenemos, aunque no en perfecta forma: Vargas y Piccini (ojalá su lesión no sea seria). Con estos dos últimos al cien por cien, el rendimiento ofensivo del equipo mejoraría mucho, pienso.
En el eje de la defensa, con Pezzella recuperado para la causa, cualquiera de los tres (Westermann, Pezzella y Bruno) está en condiciones para cumplir, por lo que bastaría con que jugasen indistintamente los dos que estén más en forma.
Merino, desde luego, tiene mucho trabajo por delante. Pero también es cierto que las sensaciones de ayer fueron muy positivas. Equipo hay, no para tirar cohetes, pero sí para competir, y para elaborar diferentes planteamientos, tanto defensivos como ofensivos. Esto no quiere decir que no fueran bienvenidos algunos refuerzos que mejoren lo que hay, ni que Juande Ramos, por proyecto a medio y largo plazo, siga siendo mi deseo prioritario de incorporación al equipo.
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