El Betis encontró su mejor cara en el Villarreal, después de un inicio de año horrible. El conjunto de Merino mostró sus credenciales gracias a un mejor trato de balón y a lo junto que jugó durante todo el partido. La falta de un último pase y la definición de cara a puerta fue lo único que evitó que el Betis se trajera los tres puntos del Madrigal.
En defensa, el Betis volvió a temblar. En los primeros minutos, vio como Soldado tuvo una clara oportunidad para adelantar a los locales, pero la suerte se alió con los de la Palmera y le dieron la opción de resarcirse. A partir de ahí, los centrales enseñaron sus credenciales y estuvieron más compenetrados que de costumbre. La ayuda de un N’Diaye más estático y un Petros que volvió a sacar a relucir su recuperación de balón fueron una gran ayuda.
En ataque, el balón fue el mayor aliado. La falta de ideas en la línea de tres cuartos y la falta de hombres en ataque volvieron a ser los principales enemigos del Betis. Sin embargo, Fabián y Kadir dotaron al equipo de una frescura de la que adolecían algunos ‘contaminados’ por el raro ambiente en el vestuario. Además, el alto índice de posesión ayudó a abrir huecos a un Villarreal que suele ser sólido, pero que hoy se vio desarbolado por los hispalenses. A pesar de no marcar, Rubén se le vio con las ganas de antaño de trazar diagonales y abrir huecos, pero la suerte de cara a puerta que sí poseía al principio de liga parece que le sigue esquiva.
En defensa, el Betis volvió a temblar. En los primeros minutos, vio como Soldado tuvo una clara oportunidad para adelantar a los locales, pero la suerte se alió con los de la Palmera y le dieron la opción de resarcirse. A partir de ahí, los centrales enseñaron sus credenciales y estuvieron más compenetrados que de costumbre. La ayuda de un N’Diaye más estático y un Petros que volvió a sacar a relucir su recuperación de balón fueron una gran ayuda.
En ataque, el balón fue el mayor aliado. La falta de ideas en la línea de tres cuartos y la falta de hombres en ataque volvieron a ser los principales enemigos del Betis. Sin embargo, Fabián y Kadir dotaron al equipo de una frescura de la que adolecían algunos ‘contaminados’ por el raro ambiente en el vestuario. Además, el alto índice de posesión ayudó a abrir huecos a un Villarreal que suele ser sólido, pero que hoy se vio desarbolado por los hispalenses. A pesar de no marcar, Rubén se le vio con las ganas de antaño de trazar diagonales y abrir huecos, pero la suerte de cara a puerta que sí poseía al principio de liga parece que le sigue esquiva.